Terminó la primera temporada del relanzamiento de la
serie animada de los X-Men y a menos que seas un amargado, seguro disfrutaste enormemente
la serie que te trajo recuerdos de tiempos más inocentes y mutantes más
poderosos. ¿En realidad fue tan buena la serie? ¿O solo es mejor que lo que
hemos tenido en la oferta de Marvel en los últimos años? De eso y más
hablaremos en esta entrega de The Dailies.
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Bienvenidos a The Dailies, el único programa en donde nos
ponemos a darle la contraria al gusto de las mayorías solo por deporte. Miren
nada más esta musculatura, solo de jugarle de abogado del diablo, paps.
El regreso de la versión animada de los X-Men,
profetizada en la fallida cinta del Doctor Centella en el Multiverso de la
Locura, gracias a la aparición gratuita de un profesor Xavier encarnado por Patrick
Stewart en una silla y con un tema musical que nunca usó en las películas en
que apreció, mostró lo que las audiencias querían, aunque esto estuviera en
medio de una narrativa fragmentada y no bien ejecutada. ¿Cómo es que esto puede
aplicar a los 10 capítulos excelsamente mostrados en esta primera temporada de
los X-Men 97, o que vendría a ser la sexta temporada de la serie iniciada en los
noventa?
En la mejor época de los Hombres X en los cómics, Chris
Claremont estableció el tono telenovelesco de los personajes, en donde se
alternaban las grandes aventuras en el espacio, inframundo, islas con
dinosaurios o contra otros mutantes, y a su vez expandía el universo mutante
gracias al uso inteligente de tramas y subtramas. Uno de los mejores ejemplos
fue la Saga de Fénix Oscura, la cual ha fracasado en ser trasladada
adecuadamente a la gran pantalla, pero que tuvo casi toda la temporada tres de
la serie animada para desarrollarse, con uno que otro episodio para explorar otras
historias. Las semillas para la saga de Fénix, tanto en su versión verde como
rojo “mira que mala soy” se fueron plantando y desarrollando poco a poco para
tener el desarrollo e impacto suficiente en el espectador, así como en su
momento lo tuvo en los cómics.
Es aquí en donde encuentro la mayor deficiencia que tiene
la nueva versión de la serie animada. Sí, claro, mira, tenemos muchos cameos
que hace que los chavorrucos se vean fascinados por “el gran conocimiento en
personajes y datos inútiles” que tuvieron los creadores de las series, y con lo
cual dichos espectadores se sienten validados y a su vez validan un producto
que haría más evidentes sus problemas si no fuera por los huevos de pascua y
referencias metidos por aquí y por allá.
Platicando con un camarada, le preguntaba cuál fue el
arco narrativo principal de esta temporada de 10 episodios con el regreso de
los mutantes favoritos… y la respuesta, después de algunas dudas, era “la
relación compleja entre Xavier y Magneto”.Solo que esto en sí es parte inherente de los personajes, y más que un
arco narrativo es un pretexto para meter conflictos cuando no puedes solucionar
las demás historias.
¿Qué ocurrió en esta temporada? En el primer episodio
tenemos el regreso de los mutantes en donde en un par de escenas, se establece
en la animación lo que siempre supimos los que leíamos los cómics: Cyclops es
el mejor líder de todo el universo Marvel, algo que el mismo Captain America
reconoce. Tras establecer al equipo, tenemos a un Magneto que se vuelve líder
del equipo después de la muerte de Magneto que nunca pasó, porque en el
episodio 14 de la temporada 5 de los X-Men, Xavier muy enfermo le pide a su
amigo que casi acaba con la humanidad que tome la rienda de su equipo,
diciéndole “a ti, mis X-Men”, mientras que el pelón en llantas “cabalga hacia
el espacio” en donde se recuperará gracias a que un hechicero, digo, una
extraterrestre emplumada lo va a curar. Esto ocurrió un año antes del primer
episodio de la nueva serie, en donde los personajes, como los fans, tienen
memoria y continuidad selectiva.
En otros eventos de la nueva serie tenemos la saga de
Inferno, la cual se limita a un episodio, el regreso del Mojoverso… limitado a
un episodio. La caída y destrucción de Krakoa, digo, de Genosha… limitada a un
episodio. La muerte de Gambit. La pérdida de poderes de Storm, la cual tras
pocos episodios regresa como si nada, pero con su traje clásico, y finalmente
tres episodios inconexos en donde tenemos dos tramas principales peleando por
tu atención mientras que ni el espectador ni los guionistas son capaces de
distinguir cuál es el mayor peligro, ignorando las enseñanzas de Claremont, en
donde te enfocas en una trama, mientras dejas cocinando a la par una sub trama,
menos importante en este momento, pero que vas a explotar a tu gusto en el
futuro.
Ninguna de las acciones presentadas en esta temporada
tiene impacto, mientras que todas las acciones buscan tener gran impacto.
Cuando todo es importante, nada es importante y esto ocurre en la serie
animada. ¿Gambit se sacrificó por nosotros? Ok, lo chillan dos minutos, y jamás
vemos cómo su muerte afecta a los demás, o cómo le hace falta a su equipo el
contar con sus habilidades o su incomparable carisma. ¿Tormenta perdió sus
poderes? Perfecto, la sacamos de cuadro un rato, pero si la necesitamos, le hablamos,
y que regrese con poderes, porque nadie la quiere sin rayos ni centellas…
excepto que la etapa de Storm Punketa y sin poderes fue una de las mejores
etapas del personaje, en donde se volvió verdaderamente peligrosa y la mejor
líder de los X-Men para ese memento.Y
así podemos seguir con otros detalles como… ¿se dieron cuenta que destruyeron
una isla llena de mutantes en donde ninguno en lo absoluto nos importó? Y en
donde se mezclaron elementos de Krakoa con Genosha de manera gratuita, quemando
cartuchos que harían futuras subtramas tener mayor peso en pro de la
espectacularidad que no lleva a nada.
Morph es el personaje que, gracias a que no depende de
una contraparte del cómic, pudo tener un mejor desarrollo. De ser el pobre
abusado por Sinestro, se convirtió en un personaje tan versátil que solito
podría acabar con cualquier amenaza… excepto porque sus poderes solo son
delineados de manera artificial. Cuando tu personaje tiene la capacidad de
convertirse en Hulk cuando quiera, ¿por qué conformarse con ser alguien más?
Los puristas dirán que no puede replicar poderes, solo apariencia, pero este es
nebuloso y a conveniencia de los guionistas, más enfocados en mostrar cameos de
personajes que no podrían meter de manera orgánica y libre de gluten en su
historia.
Mientras avanzaba la narrativa de X-Men 97 y se quemaban
gratuitamente cartuchos, hubo avances positivos. El desliz psíquico de Cyclops
con Madeline Pryor fue mejor contado en la animación, pero tomaron tantos
elementos prestados de la relación de Cyclops con Emma Frost, que, si se llega
a tomar esa trama en el futuro, carecerá de impacto porque… ya lo vimos antes.
Grant Morrison era un experto en escalar las amenazas de
sus villanos hasta que llegaba a un punto en donde no podía resolver. Le pasó
con su Liga de la Justicia, le pasó con sus mismos New X-Men, y fue hasta
Batman donde logró mejorar sus historias poniendo al combatiente del crimen en
contra del mismo Darkseid, pero en todo momento iba escalando de manera gradual
el peligro. En el caso de los X-Men parecería buscarse algo similar, pero este
se termina encimando dentro de su misma historia. ¿Quién es la amenaza más
peligrosa? ¿Bastión? ¿El mismo Magneto? ¿Alguien más? No hay problema, tenemos
suficientes personajes para aventar en contra de cualquier villano y nos
sobran. Total, los X-Men pueden contra cualquier amenaza global… tan global que
el resto de los súper héroes se quedan parados sin hacer nada. “Son los X-Men,
déjalos, ellos dicen que pueden solitos” seguro pensó el Capitán América o los
Cuatro Fantásticos.
Muchos de los guiones se ven trabajados de atrás para
adelante. No me malinterpreten, para terminar de manera exitosa una historia,
debes de saber hacia donde te diriges y tener el final definido para
desarrollar cómo llegar a él. Sin embargo, historias como Fatal Atractions, la
cual concluye con la cirugía mental en donde el profesor le apaga el cerebro a
su mejor amigo (dejándolo mentalmente muerto, aunque siga respirando), después
de que este extrajo el Adamantium de los huesos de Wolverine, cuando este trató
de matarlo. Un momento… ¿el villano se defendía y deja grave, pero sin matar a
quien lo acaba de apuñalar? ¿Y su castigo es muerte mental?
Esta historia en los cómics se desarrolló en seis
números, que en la moda de los 90’s, incluían tarjetita con holograma. Para la
versión animada, no esperaría que fueran seis episodios, ni que fuera
adaptación innecesaria del Hobbit, sin embargo, lo que fue impactante en el
medio gráfico, se pierde completamente en la versión animada. Ese episodio en
particular fue escrito con el final en mente, con Magneto “sacando el metal”,
pero el impacto de esta secuencia se pierde completamente y Wolverine, como
Storm antes, pasa a la categoría de “está grave, pero no te preocupes, seguro
se recupera y seguirá igual que antes en la siguiente temporada”. No hay
consecuencias. No hay impacto.
Mientras se desarrollaba la historia, muchos fans
apostaban a que este sería el preludio para que en la segunda temporada de
X-Men 97 (o la séptima de la serie original, carajo, esta numeración es muy de
continuidad de Marvel), en donde el gran villano sería Onslaught. Para quienes
no lo sepan, este villano era básicamente “la maldad de Magneto” (la cual fue
extraída cuando le apagó el cerebro quien se decía su mejor amigo) combinada
con los poderes del Profesor Xavier. Tiene un diseño parecido al de un Magneto
gigante con esteroides y armadura llena de picos y hombreras porque… eran los
noventa. Dichos fans se patinaban con esto porque, de manera similar al Captain
América de las películas, “entendieron esa referencia”, eso sin importarles que
la historia fue muy mala en sí.
Y es aquí en donde entra el factor nostalgia y cómo nubla
el juicio crítico del espectador. El reconocer elementos que leíste hace casi
treinta años en los cómics no te vuelve más inteligente, solo te muestra como
anal retentivo.
Recientemente salió otra entrevista en donde Alan Moore,
probablemente el mejor y más grande escritor del noveno arte, se quejaba de
varias cosas sobre el medio. Esto no es noticia, pero mientras más envejezco
más concuerdo con las ideas de viejito barbón amargado. En los ochenta, gracias
a la invasión británica, el medio del cómic avanzó impresionantemente. Entre
Moore, Morrison, Gaiman y otros se logró establecer al medio como algo que más
que potencial, tenía capacidad. Desafortunadamente tras eso, llegaron los
noventa en donde el gimick y la espectacularidad se basaba en hacer un “Batman
que mata” (Azrael), matar al inmortal (Superman), y fue el periodo
comercialmente más exitoso de los mismos X-Men. Este entretenimiento en su
momento fue planteado para un sector en particular. Quienes tuvimos la suerte
de ser adolescentes en esos momentos, pudimos ver grandes historias y muy malas
historias, algunas tan malas que llevaron a la bancarrota a Marvel, por
ejemplo.
El regreso de los X-Men retomando en donde se quedó en los
noventa, reciclando historias de los cómics, más que tener un trabajo de
adaptación, muestra que cómo espectadores, muchos han quedado encasillados en
un periodo del que no quieren salir. Les trae el confort de tiempos mejores en
donde se pueden recluir para evitar confrontar otros temas. Esto puede ser
saludable cuando se es consciente de ello.
¿Para qué público estaba destinado este retro-regreso
animado? No para nuevas audiencias. Esas ubican más a las películas, las cuales
ya llevan más de dos décadas y nuevas versiones de los personajes. No es para
nuevos espectadores, los cuales prefieren enfocarse en creaciones más ad hoc
para sus propias generaciones, las cuales usualmente vienen en forma de animé.
Este es un producto para jóvenes Gen-xers o viejos millenials nostálgicos que
se niegan a madurar, o al menos buscan el refugio de algo en lo que prefieren
encasillarse. Aquellos que creen una novela, cuando en realidad es un compilado
de cuentitos que te están revendiendo como “novela gráfica”.
Y al final, X-Men 97 es un regreso exitoso para llenar un
vacío creativo en el mismo Marvel. Es triste que, en lugar de presentar de
mejor nuevas apuestas, porque sabemos que el consumidor prefiere el confort de
lo “malo por conocido”, traigan el recalentado retrasado de un producto de otra
época. Su adaptación en donde comprime narrativas en pro de un “mayor impacto”,
el cual como vimos, es irrelevante, pone en manifiesto que incluso en medios
más establecidos, la fórmula de youtubers de “te explico una película en unos
minutos”, o “te muestro las referencias que deberías de conocer”, más que una
moda pasajera, se apropió de medios más elevados que no deberían recurrir a
esos recursos. Claro, disfrutemos esta entrega de los mutantes menos temidos y
odiados, pero también revisémosla con una visión más crítica que el simple
confort del entretenimiento casual.
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