Duda de cualquier persona que te diga que "amó esta cinta por que es una carta de amor al cine" o algo así. Es como ver Whiplash y creer que Chafazelle ama a los músicos cuando los muestra como figuras odiosas y despreciables, prácticamente sin rasgos de redención.
Babylon tiene algunos grandes momentos, pero como Chafazelle ya se clavó más en lo técnico que en contar historias. En esta ocasión toma prestado de muchos momentos y cineastas para ponerle decoración a las 4 historias con las que busca visibilizar "el lado oscuro de Hollywood". El manejo de las mismas es tremendamente desigual, y sin problema se podría quitar al menos una y no pasaría nada con el desarrollo principal.
La cinta empieza con una nada sútil metáfora para recordarnos que todo en Hollywood es un cagadero. Curiosamente, la ilustración nada adecuada de los primeros años de filmación es la parte más imaginativa de su cinta, así como la más disfrutable. Dentro del caos hay genialidad en medio de una producción en serie en donde más importan las chichis que las lágrimas... hasta que llega una estrella a cambiar nuestra perspectiva.
Alguien avísele a Margot Robbie que no debe interpretar a Harley Quinn en todos sus personajes. También recuérdele que podría despedir a su agente, por que van dos proyectos al hilo con grandes actores y grandes presupuestos en donde a pesar de su mejor esfuerzo, termina en películas que no pasarán del anecdotario (y miren que no me desagradó Amsterdam).
Hay muchos problemas con el mundo que Chafazelle busca recrear y volver interesante. Con la llegada del sonido, todo cambia e inicia una revolución. El sonidista es incapaz de captar el audio de alguien que no está acomodado exáctametne debajo de su micrófono, pero sin problema puede captar el sonido del clavo en la rodilla de una persona sentada a decenas de metros del escenario. Este tipo de incongruencias están presentes en muchos momentos de la cinta pero ¡hey! no importa si nos trae momentos divertidos (como cuando se te muere tu director de fotografía por el calor) en esta historia.
Aplausos al diseño de produccion y se notan los billetes donados por Paramount para pretender poder reescribir la historia del cine. Después de todo con la daptación de The Offer a una serie, tuvieron gran éxito y el colorido y exageraciones sirvieron para hacer esa una historia recordable. En este caso, producción y dirección se engolosinan con su adaptación, y la última hora es tediosa, se narran 4 finales más a fuerza que de ganas, hay un epílogo insaboro y lo peor, es que meten con calzador un bonito tributo al cine en donde pretenden recordarle a la audiencia que el séptimo arte sigue siendo relevante. Carajo, el año pasado RRR, Top Gun: Maverick y Everything Everywhere All at Once lo demostraron sin dar sermones. Incluso el personaje de Maverick sabe que su tiempo se está acabando y será irrelevante... pero no será el día de hoy.
Seguro hay una gran historia dentro de la adaptación de Babilonia, solo hay que quitarle como una hora de película para eliminar toda la mierda que nuestro personaje principal, Manny Torres, debe de confrontar en la primera secuencia de la cinta. Así como Manny se gana su lugar en la industria por ser quien resuelve todo, hubieran puesto a esa figura ficticia a resolver los varios problemas de la cinta.
Para quienes la justifican diciendo que "a los gringos no les gustó por que se habla del lado oscuro de Hollywood", están defendiendo lo indefendible. De hecho a la gente le gustan las historias en donde se desmitifica el glamour y se muestra lo despreciables que son las figuras públicas, políticas y de poder (Succesion es un gran ejemplo). El que una historia mal contada incluya un medio que adoras o con el que te identificas y al que quieres, no significa que esa historia se vuelva mágicamente buena. Carajo, Spielberg habla de lo bonito del cine sin sermonear, y los Coen lograron algo mucho más superior con Salve, César, y con menos presupuesto pero más capacidad.
A pesar de los problemas, hay algunas cosas interesantes. Ciertamente la tonadita musical de la cinta no es una de ellas.
Para quienes dicen que "Babylon es una gran película" les puedo decir que en efecto... es una película. Lo de grande solo viene por su duración, no por su calidad.
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