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Productora Ejecutiva: Blanca López
Productor Ejecutivo: Soto
Co-Productor: Jaime Rosales
Co-Productor: Román Rangel
Co-Productor: Titus Bondi
Co-Productor: Juan Espíritu
Co-Productor: Enrique Vázquez
Co-Productor: Mauricio González
Agradecimiento especial a nuestros Patreons: Álvaro Vázquez, Daniel Krauze, Fernando Teodoro, Edith Sánchez, Alejandro Alemán, Fernando Alonso, Luis Macías, Christian Guisa y Lau Bermejo.
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El universo está en peligro ¿la amenaza? Sus mismos habitantes. Debido a la descontrolada sobrepoblación que ocurre no en una sino en multiples civilizaciones es que el precario balance poblacional necesita un ajuste. Afortunadamente para todos es que Thanos (interpretado por Josh Brolin enfundado en un traje de captura de movimiento) ha estado trabajando de manera incansable, visitando planeta tras planeta, todo con tal de restaurar tan necesario balance. Desafortunadamente el hacerlo le ha llevado toda una vida y para lograr su objetivo final necesitará más que las habilidades propias y las de sus seguidores, razón por la cual ha estado buscando herramientas mágico-cómico-musicales para tener el poder de completar su misión al alcance de su mano, via un guantalete.
Tras casi una veintena de películas llega el momento que se nos ha anunciado desde el final de la primera fase del Universo Marvel en el cine. Conforme el mismo iba creciendo al incorporar nuevos personajes y el tiempo pasaba, se volvía más complicado que el resultado mostrado en pantalla por los hermanos Russo se esperara satisfactorio para todos. Los directores se habían ganado la confianza de Disney/Marvel gracias a la recepción positiva en sus entregas de las cintas de Captain America: The Winter Soldier y Captain America: Civil War, en donde en las mismas poco a poco expandían la narrativa con el manejo de más y más personajes en una misma historia. Esto era necesario, considerando la tremenda odisea que implicó a Josh Weddon la entrega de la primera cinta de los Avengers (y un eventual descalabro con su secuela). Afortunadamente los hermanos lograron lo que en principio suena sencillo pero en ejecución es lo más complicado: no arruinar la entrega de la Guerra Infinita.
¿Cómo puede considerarse como un logro el hacer bien un trabajo? Esto viene directamente de la mano de la cantidad de personajes y las expectativas que están en juego. Curiosamente los que han estelarizado sus propias cintas, ya sean personajes individuales o equipos galácticos, pasan todos a un segundo plano ya que sus motivaciones fueron exploradas en sus propias cintas. Esto deja en una ligera desventaja al espectador casual que pueda llegar a las salas de cine sin tener la mínima idea de qué va a ver, sin embargo es muy difícil (aunque no imposible) que esto ocurra.
La mejor manera encontrada por los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely (equipo de confianza de Feige y de los Russo) fue enfocarse no en los personajes favoritos de todos sino en la figura siempre presente pero narrativamente más débil. El único personaje que cuenta con un arco narrativo completo en la cinta es el mismo Thanos, a quien se le da una motivación más convincente que la que tiene en los cómics (donde lo único que quiere hacer es impresionar a La Muerte para ganar sus favores románticos) volviéndolo en el cine en una especie de ecoterrorista espacial, pero con su corazoncito.
Una de las comparaciones más fáciles con la cinta es el parearla con El Imperio Contrataca, de la saga de Star Wars, y esto viene gracias a su resolución. Sin embargo esto es meramente superficial, aunque en el mismo nivel podemos decir que la cinta es lo que ocurre cuando combinas cada tercer acto lleno de acción que no se vió plenamente en las películas de Marvel Previas, las conjuntas con los episodios previos a los finales de temporada de Game of Thrones y, desde luego, incorporas elementos de la saga galáctica favorita de la cultura popular. Esto debido a la combinación de elementos que van de lo mitológico a lo épico y a lo espacial, logrando al menos igualar momentos importantes de las sagas mencionadas, pero que en conjunto logran un ritmo frenético que previamente se ha visto en muy pocas ocasiones, casi a la par del Mad Max Fury Road de George Miller.
Dentro de esta combinación con ritmo acelerado es que curiosamente se dan los duelos personales o físicos que muchos esperaban, los cuales ayudan para establecer la magnitud del problema así como lo que está en juego. Los personajes son divididos en sub-unidades en donde la confrontación se da en cuatro frentes, teniendo al equipo espacial cínico-mágico-tecnológico con los Sherlocks de Downey Jr y Cumberbatch y el Joven Arácnido Maravilla de Holland. Por otro lado tenemos el combo ganador espacial en donde tenemos a los personajes que han logrado refrescar las sagas comiqueras con humor con Thor y los Guardianes de la Galaxia (los cuales se dividen eventualmente en dos equipos) y finalmente el equipo patea trasero black ops de casa, en donde el Captain America (el único personaje que cada que entra a escena tiene su tema distintivo, cosa que no se hace ni con la canción del inmigrante a Thor) y quien sirve para recordarnos que en el conflicto la mayoría de los afectados son personajes más humanos, aquellos con los que los mismos directores tienen más confianza y afinidad, gracias a haber dirigido en dos cintas previas.
Mientras que la mayoría de las cintas veraniegas (incluídas las de Marvel) carecen de una sensación de peligro creíble, esta lo logra desde las primeras escenas en donde personajes establecidos e importantes en la saga de los Vengadores son despachados como si el final fuera innevitable. El mayor logro por parte de los realizadores es que gracias al ritmo y el manejo, la amenaza se siente tangible y sus consecuencias permanentes, haciéndonos olvidar que cualquier muerte de un personaje de ficción es solo temporal.
Como ya se mencionó previamente, el enfoque personal de la cinta viene sobre el personaje de Thanos, alguien que solo ha sido mencionado pero no ha sido presentado. Mientras que parecía difícil el que su presentación alcanzara las espectativas de la audiencia (gracias al tiempo que ha pasado desde su primera mención), logra establecerse de manera convincente gracias al trabajo en conjunto de Josh Brolin, quien presta su voz y sus razgos al personaje creado por una legión de animadores. A su vez, dentro de la misma historia se logra establecer que si bien el inicio de su viaje del héroe arrancó hace tiempo, no es hasta ahora que empieza a juntar todos los elementos para decorar su instrumento de destrucción fantástica.
Es difícil hablar de personajes dentro de este mega ensamble, sin embargo dentro de la cinta hay personajes que resaltan. La labor que ha hecho Chris Hermsworth es valiosa y logra mostrar su rango actoral en una escena en la que pasa de la depresión a la obsesión e incluso el humor negro en tan solo unos pocos segundos. Curiosamente en contraposición tenemos a Chris Pratt, cuyo Star Lord es comparado como una versión inferior al "dios-pirata" y quien muestra un rango mucho más limitado y menos convincente de emociones.
Pocas son las cintas que logran un efecto tan fuerte incluso con su misma audiencia como lo hace Infinity War. El decir que es el Empire Strikes Back de esta generación no es una exageración (así como para muchos los Guardians of the Galaxy es su Star Wars: A New Hope) y es que a pesar de que se sabe que tendrá secuela en un año, y hay franquicias que se muestran tan rentables que no van a matar, esto no importa y las consecuencias (por más temporales que puedan ser) tienen un peso y un impacto en el espectador que lo dejan pasmado ante la experiencia que acaba de vivir al ver la pantalla del cine. Esto es cada vez más difícil en una época en que el entretenimiento es desechable y estamos a días o semanas del siguiente mega estreno de verano, más grande y espectacular que el anterior.
A final de cuentas la relevancia que tiene el lanzamiento de Avengers Infinity War es la misma que tiene un blockbuster veraniego competentemente realizado. Esto puede no sonar a un gran halago pero lo es considerando la cantidad de piezas que maneja y el efecto que ha tenido en la cultura popular. Claro, podremos desdeñarla al decir que no es un producto complejo que logre un cambio filosófico existencialista en el público en general y que además no es representativo de las minorías ruidosas (que olvidan que son minorías) ya que es solo un producto comercializable para la cultura popular, pero la cultura popular también es cultura y es interesante ver como fenómenos como el que representa esta cinta, se repiten con gran impacto en distintas generaciones.
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