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Productora Ejecutiva: Blanca López
Co-Productor del episodio: Román Rangel
Co-Productor del episodio: Titus Bondi
Agradecimiento a nuestros Patreons Álvaro Vázquez, Daniel Krauze, Fernando Teodoro, Edith Sánchez, Alejandro Alemán y Juan Espíritu.
Ha pasado un tiempo desde que Peter Parker (encarnado por Tom Holland, que no es ni el futbolista, ni el historiador, ni el otro actor ni mi primo lejano) tuvo su presentación en las grandes ligas súper heróicas. Mientras continua con su vida regular es que busca la aprobación del mismísimo Tony Stark (Robert Downey Jr, desde luego), a la vez que trata de balancear su vida escolar, retos hormonales preparatorianos y una modesta vida como arregla-problemas de vecindario. Es entonces cuando más por necedad que por necesidad deberá enfrentar a una amenaza particular en la forma del Buitre (Michael Keaton, quien es el mejor actor del montón) para demostrar que es un héroe por mérito propio y no por la beca para jóvenes vengadores del FONCA, digo, la Fundación Stark.
¿Cómo logras presentar de una manera fresca y atractiva un personaje que ya va en su segundo relanzamiento? Básicamente con un check list, como lo han comentado Jonathan Goldstein y John Francis Daley, escritores del grupo de los verdaderos Seis Siniestros tras el guión de la arañita. Entre los momentos icónicos de rigor que tiene Spidey en cualquier cinta, tenemos el cómo se columpia entre edificios (lo cual aquí no pasa y sirve para mofarse de la verdadera limitante para transportarse del personaje), como se carga un sentimiento de culpa por la muerte de su tío Sean Bean, digo, tío Ben (lo cual está completamente ausente en esta versión del personaje) o cómo tiene problemas económicos gracias principalmente al jefe de un medio agonizante como son los periódicos actualmente. Esos puntos y otros más son intencionalmente evitados, sin embargo, no significa que lo que representan esté completamente ausente en esta entrega.
La labor de construcción de cintas o historias en base a comité (especialmente cuando el comité junta a dos estudios cinematográficos) puede ser una labor complicada. La guía básica la mencionamos, sin embargo debemos de cubrir otros requisitos que muestren la nueva dirección del personaje… y dicha dirección es hacia el universo Marvel. Desde los créditos iniciales tenemos un tributo al tema de la versión animada original, pero ahora orquestada por Michael Giacchino. El título de “De regreso a casa” no solo aplica al tradicional baile preparatoriano que se hace tras el regreso a clases después de vacaciones, sino a la incorporación y presentación del personaje dentro de este universo compartido en donde Amy Pascal es la madre que cede los fines de semana a su hijo a alguien más responsable como lo es Kevin Feige. Afortunadamente para muchos, perdemos el tono distintivo que queramos o no le daba Sony con sus dos interpretaciones (siendo la de Raimi la más exitosa y la de Webb ahora menospreciada, pero que nunca fue mala en sí) y lo incorporamos a la maquina maquiladora Marvel.
Mientras que ha habido quejas sobre la adaptación del personaje con esta nueva encarnación, es una muy ingeniosa mezcla de varios elementos, previos y presentes del mismo, tomados directamente de las viñetas. Ahora tiene un mejor amigo que sirve de apoyo y es la mezcla extraña e innecesaria de Ganke con Ned Leeds (interpretado por Jacob Batalon, quien es divertido y encantador, pero no necesitaba ser la reinvención de Leeds). No hay conflicto con el hecho de que este sepa su identidad secreta, porque las identidades secretas no tienen relevancia en este universo. Tampoco hay mayor conflicto amoroso con el personaje de Liz (Laura Harrier) con quien Peter quisiera ir al baile, debido a que ella no lo rechaza. En pocas palabras, no hay conflicto en la vida inmediata de Peter, excepto por aquellos que él mismo se autoimpone. Su universo escolar da la envidia de cualquier tríptico de escuela liberal multicultural ya que hay una gran (e irreal) representatividad en su cast.
¿Hay algún problema con el universo inmediato de Spidey? No lo hay en la ejecución, sin embargo, es una copia al carbón de lo que ha hecho exitosa la serie televisiva de Flash en donde casi todos sus elementos se trasladan a esta película. Afortunadamente para la cinta los personajes secundarios como los profesores de la preparatoria Midtown sirven para hacer un comentario sobre el status del universo en que viven. Curiosamente la mayor interacción del personaje se da no con otros personajes sino con la SIRI 3.0 que Stark le integra a su traje, y con quien habla y justifica lo que en otro momento eran monólogos que si bien son adecuados en el medio escrito, en medios audiovisuales pueden ser estorbosos a menos que el personaje rompa la cuarta pared hablando con el público, como es el caso de Deadpool.
Con un gran poder viene una gran responsabilidad. En consecuencia, debería haber consecuencias, sin embargo, en este universo parece que no las tenemos. Podemos tener grandes explosiones que destrozan cuadras, parques, aviones o ferris, sin embargo, jamás habrá una baja humana y si la hay, será explícitamente culpa del villano. ¿Qué nivel de responsabilidad podemos adjudicar a un personaje que se ha caracterizado por la misma desde su conceptualización cuando siempre hay alguien que limpie los desastres que ocasiona? Si no es el Tío Stark, podemos contar con que el hecho de que tenga a una tía guapa o que ni siquiera en la escuela es castigado por faltas graves gracias a su buen récord académico… aunque haya puesto en problemas a sus compañeros precisamente por su falta de responsabilidad. Si bien en las viñetas teníamos el duelo entre la responsabilidad como héroe y su vida personal, aquí es otro conflicto que tampoco existe ya que no hay siquiera una recriminación (ni siquiera propia) por cualquier falla. Caramba, ni cuando la Tía May entra a su habitación, en donde está con su mejor amigo, y en donde Peter Parker aparece literalmente en calzones hay una consecuencia, ni un chiste ni una extrañeza por parte de la tía al encontrarlo en comprometedora situación.
Lo mejor de la cinta es sin duda la interpretación de Michael Keaton, aunque quizás se deba a que por el factor edad tiendo a identificarme más con los villanos que pelean con jovencitos irreverentes que están desconectados del mundo real. Jason de Viernes 13 o en este caso el Buitre son personajes mejor establecidos y en el caso del personaje de Keaton, finalmente cuenta con un trasfondo que ayuda a enriquecer al personaje y hacerlo no solo más humano, sino consecuente de las grandes fallas de los héroes. Su presentación no es como el malo megalómano que busca venganza contra el héroe, sino que simplemente es un pepenador de alta tecnología que toda su vida trabajó de manera legal pero ante la llegada del Hombre de Acero, digo, de Hierro, vio como el gobierno y los poderosos ni siquiera le dejaban esa opción, por lo cual decide evolucionar aunque eso implique volverse el proveedor de alta tecnología para el malo de la semana.
Curiosamente lo que previamente se ha hecho con el mismo Duende Verde, ahora se maneja con el otro tipo verde. Gracias a él es que tendremos presentes al menos a otros dos villanos del universo arácnido. Sin embargo, es interesante como en su historia se plantea el camino a la redención que el mismo Sam Raimi hizo con su mejor villano, que fue el Doc Ock de Alfred Molina. En una segunda entrega de este universo no sería descabellado ver más como aliado que como némesis al personaje de Keaton.
En otras ocasiones he mencionado que la introducción de Cumberbatch como el Dr. Strange marcaba la pauta para la renovación del universo cinematográfico de Marvel, con el paso de estafeta entre el tipo de la barbita interpretado por Downie Jr al otro tipo de la barbita. Con la introducción del Hombre Araña parece que más bien sería el personaje de Peter el sucesor, quien al ser el protegido de Iron Man podría eventualmente ser una versión del Peter CEO tecnológico que tenemos actualmente en los cómics de la mano de Dan Slott. Claro, faltarían años para esto pero tras un par de películas vengadoras más no es nada descabellado.
Este ha sido un excelente año para la renovación de los personajes de las viñetas en la gran pantalla. El cierre de Wolverine con la cinta de Logan y la presentación de Wonder Woman nos marcan un alfa y un omega de como abrir o cerrar historias de manera que agrada al público, a la taquilla y a la crítica. Esperamos con ansia la cinta de Thor: Ragnarok que gracias a su director parece será divertidísima y tenemos la gran incógnita que cierta Liga Justiciera deja tras sus cambios en producción. Sin embargo, eso no elimina que estemos en un segundo aire necesario en el manejo franquiciatario de tipos disfrazados.
Pero bueno, la cinta de Spider-Man ¿es buena o no? Si esperaban una respuesta directa y sencilla, seguro no han escuchado este podcast ya que prefiero enfocarme en lo que hay alrededor de una historia para entender mejor si funciona o no. Pero para que no salgan desconsolados, si bien la cinta no es la mejor del arácnido (qué necedad de la gente de comparar lo nuevo para ver si desbanca a lo clásico), sin problema es una de las mejores tres cintas del personaje, quedando Raimi a la cabeza ya que es el único director que en realidad entiende el cambio de tono narrativo, incorpora una visión de autor, y está consciente de que está trasladando un cómic, que es un medio en el que todos los personajes secundarios actúan de manera exagerada y todos sus diálogos parecen dichos en mayúsculas y con signos de exclamación siempre presentes, como si se tratara del fin del mundo.
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