Durante el tiempo en que la cineasta alemana Trisha Kiff desarrolló su proyecto, la obra de Enrique Metinides estuvo cubierta por un manto de misterio. De acuerdo con el fotógrafo, por indicaciones de ella toda exposición o publicación estaba restringida a lo estrictamente necesario hasta que viera la luz el documental que celosamente se elaboraba.
“El hombre que vio demasiado” fue el producto final de este hermetismo.
Presentado en festivales en 2015 y al público en general apenas el viernes 16 de junio de este año, el documental despliega a Enrique Metinides en sus facetas de fotógrafo, coleccionista y ser humano. Con el apoyo de entrevistas, escenas del cine nacional, anécdotas y recorridos por la Ciudad de México se hace un repaso breve pero completo de las circunstancias que lo llevaron a volverse fotógrafo de nota roja a muy temprana edad y su influencia en el campo del fotoperiodismo.
Con la misma parsimonia, dedicación y paciencia que lo caracterizan fuera de cámaras, Metinides habla de sus experiencias en campo, sus filias, sus fobias y abre las puertas de su casa, repleta de películas, álbumes, ranas, ambulancias, patrullas y vírgenes, para exhibir a todo lo ancho su peculiar personalidad.
“El hombre que vio demasiado” es un digno homenaje en vida para un pionero del fotoperiodismo policiaco en México cuya visión le dio estatus de artísticas a sus imágenes y las colocó en grandes galerías alrededor del mundo, a pesar de que no se considere ni fotógrafo ni artista y sólo haya hecho “lo que alguien tenía que hacer”.
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