Padre bonachón que no sale de la oficina, madre jugadora que no sale del casino, hijo mayor que está a punto de casarse con alguien que ya no quiere dicho compromiso y un hijo menor que se guarda los cambios para invertirlos en el bien de la familia. Empezamos con elementos que parecen comunes pero conforme vamos conociendo a los personajes, es que se ilumina un panorama diverso en donde se trata el tema de la típica familia mexicana, pero con dramas personales que sin sobreponerse aportan a una gran historia.
Lo más memorable de la cinta son las actuaciones tanto de Hernán Mendoza (el padre) y Luis Amaya (el hijo menor), siendo quienes llevan la mayor empatía y simpatía gracias a los personajes coloridos y con defectos tangibles que los humanizan. El personaje más difícil es quizás el de Elena de Haro ya que debe dar vida a la villana de la historia, quien al establecerse como la gran ausente en la vida familiar, enfocada más en como conseguir dinero para seguir apostando, sirve como el punto de ruptura con el que arranca la cinta.
El manejo situacional y de humor particular de Sainte-Luce se nota en varias escenas, logrando un final que curiosamente en otras manos sería el inicio de la historia, con un punto climático que cambia la perspectiva mientras prepara el remate de un chiste que llega en momento inoportuno si fuéramos alguno de los personajes.
Pueden descargar el video, aquí. Además pueden revisar la cobertura completa sobre el Festival Internacional de Cine de Guadalajara número 32 en YouTube (video), Spreaker (audio) así como todas las versiones descargables en Archive (video) o en iTunes (donde les agradecemos sus calificaciones y comentarios positivos)
Y la versión en audio, a continuación.
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