Presentada en la emisión número 30 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, finalmente llega a la cartelera comercial la película de El Jeremías, una interesante revisión a las distintas complejidades que ocurren durante la niñez.
Pueden escuchar comentarios iniciales grabados en su momento por acá, o disfrutar el texto en su bonito compilado en el 6o Especial de Cine Mexicano.
Jeremías (interpretado por Martín Castro, quien ganó un Ariel por su interpretación) es un niño peculiar (pero no como los de Tim Burton) gracias gracias a que posee un intelecto muy superior al de los demás. Esto en parte es una maldición, ya que además de que lo lleva a ser el centro de ataques típicos de la niñez por los otros niños que lo ven como un bicho raro, se aburre terriblemente en la escuela. Afortunadamente, gracias a su encuentro con Don G (Eduardo MacGregor) y Don Enrique (Jesús Ochoa) es que empieza a encaminar su intelecto de manera más efectiva. Es entonces cuando el Dr. Federico Forni (Daniel Giménez Cacho) entra en escena y promete llevarlo fuera de su natal Hermosillo a la cosmopolita capital del país para que su inteligencia sea mejor aprovechada.
El Jeremías es uno de esos raros casos de comedia familiar en donde tenemos una historia sencilla ubicada fuera de los espacios y narrativas más comunes en el cine nacional. No caemos en los clichés socioeconómicos o regionales que tiene la gran mayoría de cintas del género de exhibición comercial. Se centra en una historia sencilla al enfocarse en los cambios y el crecimiento que tiene Jeremías, y los efectos que tienen los mismos en su persona. La presión que su familia puede ejercer en sus decisiones y su búsqueda personal de felicidad entran en conflicto, pero lejos del drama que sería más característico de telenovela juvenil del CW.
¿Es en realidad una rareza el estreno de esta cinta? Si consideramos que es de las pocas cintas mexicanas que lograron obtener una distribución a nivel nacional, lo es. Si consideramos que en la misma categoría compite con películas como Estar o no Estar, El Tamaño Sí Importa, La Delgada Línea Amarilla o No Manches Frida (por mencionar a algunas), la realidad es que muestra un manejo más familiar y accesible para toda la familia que la mayoría de las mencionadas.
Gran parte del logro de la cinta es la interpretación de Martín Castro, quien es sencillo, expresivo y encantador. Desde el principio de la historia es presentado con la carga problemática que tiene por su condición (osea, padece el abuso de los niños que lo ven como bicho raro), sin embargo lo toma de manera tranquila ya que la verdadera historia va por otro lado.
Mientras que la cinta cuenta con un arranque fuerte y poderoso (especialmente a nivel visual, gracias al uso de cámaras phantom para ilustrar la cotidianeidad de la vida de Jeremías), hay un problema con el manejo de ritmo en la historia, sintiéndose más larga que la hora y media que dura, debido a la repetición de patrones que incluso vuelven predecibles fragmentos de la trama. Sin embargo, logra mantenerse
Dirección: Anwar Safa
Producción: Tita Lombardo, Mónica Lozano, Alejandro y Anwar Safa
Guión: Ana Sofía Clerici
Fotografía: Marc Beliver
Edición: Francisco Rivera
Música: Camilo Froideval
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