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9 de mayo de 2014

Implacable

Uno de los proyectos más interesantes que se han hecho por parte de Canal 22 y Foprocine es la producción de telefilmes. Películas destinadas para su proyección en televisión en el canal cultural, con lo cual se busca fomentar la producción. En una primera etapa se contó con cintas como Chalán, El Ombligo del Cielo y Hecho en China y en esta segunda tanda contamos con Buitres (Raúl González), Vladimir (Octavio Reyes) y el motivo de este texto, Implacable, de Carlos García Campillo.



"Max es un seductor implacable (al menos en su cabeza)" con esa premisa es que tenemos la historia de un adolescente (interpretado por Guido Gueta) quien tiende a soñar despierto, imaginando situaciones como si ocurrieran en el universo de las viñetas. Tiene un crush con su vecina Ana (Ana Ochoa) pero debido a su timidez es que solicita ayuda a su amigo Dan (Eric L. da Silva) para saber como conquistar a las mujeres. 

 El enfoque que tiene el desarrollo de la cinta es fresco. Cuenta con un ritmo y una historia que puede servir como puente para "los chavitos que ven la telenovela o el programa de la tarde" a algo con mejor producción, como lo es una película. Sin embargo esto me despierta algunas dudas con respecto al manejo que pueden tener estas obras. Una película para televisión ¿debe tener la calidad esperable de un largometraje para cine o es como un episodio de un sitcom o telenovela con mejor presupuesto? En cierta medida, Implacable se siente como un trabajo a medias precisamente por estar en la línea que divide lo que podría ser una telenovela o un telefilm. Me recuerda un poco cuando comparamos actuaciones y maquillaje en el teatro y en el cine. En el teatro necesitas exagerar más los gestos, ser más articulado, cosas que al ser analizadas más de cerca se sienten falsas, especialmente tras la lente de la cámara. Es necesario adaptarse al medio que se va a explotar aun cuando la formación venga de otra parte.  



La dirección en general, incluyendo la actoral, es muy eficiente. Encuentro algunos detalles en el guión que no me fascinaron. El joven Max carece de una figura paterna y en parte la compensa con las historietas que guarda de su padre, enfocadas en el personaje que le da nombre a la obra. Las historietas son un híbrido entre el Libro Vaquero y otro tipo de historietas como los Sensacionales (de Luchas, de Chafiretes, de Barrios, de Traileros, etc). En las mismas no se explota el carácter altamente sexualizado y machista de los Sensacionales, sin embargo permanece la figura masculina dominante e idealizada: "Las mujeres lo desean. Los hombres quisieran ser como él". Curiosamente en el comic que uno puede leer y descargar en la página oficial se puede notar que la historia tira más a novelas románticas como Jazmín, que se podían encontrar en el mismo puesto de periódicos. Quizás tiene demasiado tiempo que no visito esos lugares pero no recuerdo que en las historietas de mujeres voluptuosas la trama se centrara en como "ganarte al amor de tu vida al cambiar de tu estilo de vida mujeriego y ser un hombre estable y digno de ella, lleno de detalles románticos". Encuentro una disonancia en el manejo que si bien puede servir hasta como tributo a los tres estilos mencionados, no son precisamente compatibles entre sí, aunque el tono rosa del comic solo aparece en este y no en la película.  



Las actuaciones son inconsistentes. Entre los cuatro actores principales es Max resalta debido a su edad, aunque logra interpretar a su personaje de manera creíble y en buena parte de la cinta logra empatía con el espectador. Ana y Eric tienen momentos divertidos, sin embargo se sienten sobreactuados en varios momentos. En Ana quizás se puede justificar un poco debido a que interpreta a una actriz, pero buena parte de sus diálogos se sienten artificiales, recordándome lo que mencionaba sobre las diferencias el trabajo actoral en teatro y cine. Es una especie de Penny (de The Big Bang Theory) representando a la "chica de al lado idealizada", sin embargo su personalidad no es tan atrayente, aunque claro, un adolescente tímido no precisamente se siente atraído a la personalidad de una mujer.  

El manejo visual es atractivo pero cansa un poco. Los "sueños lúcidos" que tiene Max sirven para ilustrar lo que ocurre en su cabeza pero en varias ocasiones rompen con el ritmo, el cual creo es el punto débil en la cinta. La historia ocurre en el transcurso de unos días pero entre los fades a negros constantes y los brincos a la imaginación de Max se siente que pasó más tiempo. Algunos de esos cortes se pueden justificar como la pauta para mandar a comerciales al tener en cuenta el formato televisivo, sin embargo si se ve sin cortes, llegan a pesar dentro del desarrollo, matando el ritmo.  

La historia es muy sencilla y debido a los ya mencionados cortes, se siente que dura más de lo que debería. Al final, se siente como una anécdota que daba más para un cortometraje, que cuenta con ritmo televisivo pero se estira para cumplir la duración de una película, aunque sea una para televisión. ¿Es esto bueno o malo? Puede ser bueno ya que indica que se tenía en cuenta el formato de difusión, sin embargo se agradecería que la historia diera para más. Estoy consciente que no soy el público meta de la cinta y quizás sea más atractiva para el grupo de edad al que va dirigido, sin embargo en su difusión encuentro mensajes encontrados. Canal 22 la programó el Jueves 24 de abril a las 10 de la noche. Ese horario está muy lejano de la telenovela juvenil de la tarde, que es el tipo de público al que apelaría esta cinta. Por otra parte, se tuvo una especie de gira de exhibición en varios cines del país como parte del "Tur de Cine Mexicano", antes de su programación en televisión, lo cual encuentro como algo muy interesante y de lo que me encantaría hablar con Carlos al respecto, especialmente para saber la reacción del público de cines ante una obra de televisión. 

Entre las cintas del programa de Canal 22 y Foprocine he tenido oportunidad de ver Chalán en un Festival de Cine de Guadalajara y ahora Implacable en televisión. Creo que necesito ver más del catálogo para poder entender completamente la estrategia y no creer que es solo arrojar dinero a quienes quieren o saben hacer cine, especialmente por que la difusión de las obras no tiene gran presencia. Si no pudimos ver Implacable en su recorrido o en la noche que se transmitió, ¿dónde más puedo verla? Por la duración es dificil que tenga un recorrido de cartelera regular y necesita un horario de programación más afín al público que puede estar interesado. Lo mismo ocurre con Chalán. Son pasos en la dirección correcta, pero por el momento parece que esa dirección es "hacia allá" sin especificar una estrategia concreta.

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