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9 de marzo de 2014

300: El Nacimiento de un Imperio


Dentro del terreno de las secuelas innecesarias nos llega la historia sobre 300 espartanos que combatieron… un momento. Esta película no cuenta esa historia ya vista, sino una paralela, la cual podríamos titular mejor como “Temístocles el Justiciero” o “Jerjes el Ojete”. Imagino que no se llama así porque no vende igual y prefirieron agregarle un nombre más comercial.

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Por allá del 2007 un joven realizador hizo una película que logró ponerlo en la mira del público en general. Si bien ya había dado sus primeros pasos con el remake de El Amanecer de los Muertos, fue gracias a 300, la calca viñeta por viñeta del comic de Frank Miller a la pantalla grande, lo que le llevó fama y reconocimiento, principalmente de Warner Brothers, ya que la cinta costó 65 millones de dólares en producción y logró recaudar más de 456 millones a nivel mundial. Esto le aseguraba una secuela que poco a poco se fue transformando en la cinta que llega a nuestras carteleras este fin de semana.

El caso de El Nacimiento de Un Imperio es peculiar. No es ni una precuela ni secuela, sino una historia paralela. En ella conocemos al poco carismático Temístocles (Sullivan Stapleton) quien hace diez años fue el encargado de acabar con Darío, padre de Jerjes (Rodrigo Santoro, quien regresa al personaje). Tras la muerte de su padre viene el ascenso al poder del quien se creería ser el Rey Dios, así como su cambio de imagen cortesía de un centro de depilación y colocación de piercings en medio del desierto. Sin embargo todo indica que fue manipulado para llegar al poder por Artemisia (Eva Green), mano derecha del difunto Dario y quien a pesar de ser de origen griego, tiene un odio impresionante por sus excompatriotas debido a que sufrió abuso constante por parte de ellos desde niña. Mientras Jerjes continúa su expansión territorial y se enfoca en combatir al gritón Leónidas y su grupo de cinco mil soldados, perdón, de 300 soldados de elite y más de cuatro mil agregados que no se les menciona ni en el anecdotario, Artemisia se enfoca en otra parte del terreno griego y se embarca en una campaña naval en la que deberá derrotar a Temístocles, quien defenderá cosas como la democracia, la libertad, la justicia y el estilo de vida americano, incluso antes que América sea reconocido como un continente.



300 funciona muy bien como una historia autocontenida en la que vemos la lucha de unos pocos contra el ejército más fuerte del momento. ¿A qué público iba dirigida esta obra? Los fans del cómic verían una adaptación en la misma línea de Sin City en donde las viñetas de un autor de culto se calcarían a la pantalla grande. Las mujeres verían un grupo de tipos atléticos enseñando la musculatura. Los hombres verían una historia con coreografías de pelea impactantes y harta sangre. Curiosamente la cinta sería catalogada como “la fábula homoerótica”, cosa que se ilustra muy bien en el más reciente Honest Trailer en donde se necesita ser demasiado inocente como para no percatarse de todo el subtexto sexualoide presente en gran parte de la cinta… aunque yo no me percaté de ello en ninguna de las dos ocasiones en que la vi.

300: el Nacimiento de Un Imperio busca repetir la fórmula para generar audiencia y taquilla. Los números de este primer fin de semana indican que va por buen camino ya que aunque tuvo un presupuesto de casi el doble de la cinta “original”. Ya lleva recolectados más de 132 millones a nivel mundial. Xerxes, el comic en el que está basada esta película surgió después del éxito de la cinta de 300 con el fin explícito de servir para lo que en su momento se creería sería una secuela o precuela o algo que generara dinero.

Encuentro divertida la aversión de algunas personas sobre cualquier cosa que tenga el nombre de Snyder en los créditos. Tras el hecho que fue el encargado de resucitar al Hombre de Acero en el cine y que logró tener éxito comercial con el mismo, pero con un manejo que no es el idealizado por los fans quejumbrosos, parece que retroactivamente todo su trabajo se hizo malo. 300 dejó de ser un experimento visualmente atractivo aunque narrativamente débil para ser un bodrio comercial que se explota con otra cinta.

¿Importa que sea históricamente incorrecto? No. ¿Fue una adaptación competente del material fuente? De hecho fue mejor, ya que agregó más contenido a un cómic carente de subtramas. Su éxito fue tal que incluso inspiró una serie de televisión que duplicaba su estilo visual y tenía el nombre de Spartacus, que si bien es un personaje bastante distante a la historia griega, daba suficiente referencia al espectador casual como para querer verla y logró tener buen éxito en el canal Starz, aunque afortunadamente poco a poco forjó su propia identidad y llegó a tener un excelente cierre de serie, en el cuál no solo había estética en la violencia o en las bonitas orgías romanas, sino que se lograba ilustrar el ingenio bélico del protagonista en su rebelión.  Curiosamente, como en la cinta de 300, el bueno no vive para ver la victoria, pero sí logra inspirar a aquellos que la conseguirán en su honor.

Tras tanta referencia, ¿vale la pena El Nacimiento de un Imperio? Es difícil con tales comparaciones, pero reconozco que a pesar de haber ido esperando un tremendo churro me llevé una muy agradable sorpresa. El director Noam Murro es nuevo en esto del cine hollywoodense pero hace un trabajo competente al tratar de copiar el estilo creado por Snyder. Su aportación es no solo cambiar la paleta de colores de sepias a azules, sino el recrear impresionantes batallas marítimas. La espectacularidad y el diseño estético en pro de una historia creada solo para su lucimiento mientras genera dólares en taquilla.

Se ha satanizado a ambas cintas de 300 como obras intelectualmente vacías que no ilustran ni histórica ni filosóficamente un periodo. Esa misma crítica se puede hacer a prácticamente todo el cine generado en Estados Unidos pero no los veo igual de ardidos con el resto de los realizadores. Los realizadores en ningún momento plantean hacer una crítica de las relaciones internacionales y el mal entendimiento de las culturas árabes, aunque curiosamente ilustran la falta del mismo por parte de los estadounidenses, cosa que viene desde la fuente del material. Por otro lado es interesante como la parte más empática de la cinta no es el héroe sino la chica mala, Eva Green, quien es una excelente actriz con una carrera epiléptica en la que ha hecho joyas y churros de igual manera y parece haberse reducido a ser alguien que puede interpretar personajes exagerados mientras enseña sus hermosos senos. Es la única consciente de que tipo de papel está haciendo y lo disfruta mientras le da vida a las mismas bromas en las que se burla de la sexualidad ateniense o dice frases memorables como “I won’t rest until I see your throat under my boobs” digo, “boots”. 



La cinta no aporta nada en el terreno audiovisual, sin embargo la ejecución de las ya mencionadas batallas navales es impresionante. Desafortunadamente no es una historia memorable y al parecer solo hubo presupuesto para una actriz, ya que todos los demás personajes parecen estar de relleno. Volví a ver la cinta de 300 para poder compararla y ver que tal envejeció y a pesar de que se le nota el ser un experimento de uso de pantalla verde ha aguantado bien el paso del tiempo, especialmente porque también tiene una historia que contar y usa los elementos visuales para enriquecerla. En este caso no hay mucha historia, la cual se vuelve un instrumento de la búsqueda de ingresos y la espectacularidad visual.

A final de cuentas El Nacimiento de un Imperio no es sino una cinta de calentamiento para los blockbusters veraniegos y como tal funciona bien. En la función en que asistí a verla todos quedamos satisfechos, quizás sabiendo que no había mucho que esperar. Quizás los más exquisitos preferiríamos ver una adaptación de Three, comic de Kieron Gillen que es históricamente más correcto y en donde vemos la rebelión de los esclavos, que llevaron a la caída de un imperio que sería muy democrático quizás, pero que con todo y sus múltiples valores se basaba en un sistema de opresión y algo de xenofobia. Muy similar en cierta medida al país que le da origen a estas adaptaciones, ya que el nivel con el que ilustra otras naciones denota ignorancia extrema. Sin embargo, El Nacimiento es una cinta que no puede tomarse muy en serio y es mero divertimento y como tal funciona.

4 comentarios :

Anónimo dijo...

No se si sea bueno o malo, pero ya histe que quiera ver la cinta.
Ademas Eva Green es dificil de ignorar.
Como iempre, un podcast muy entretenido.

Dan Campos dijo...

Thanks, HellSpawn!

Si te gustó la primera, igual a esta le encuentras algo agradable... además de las chichis de Eva Green, desde luego. :p

¡Saludos!

Abissay dijo...

Pues no se, soy re fans de la de 300 (creo que te diste cuenta en la UTL), yo esperaba mas y no me esperaba una historia paralela... esperaba otro ritmo, mas madrazos sin tantas pausas, es decir, cuentan la historia y luego madrazos, siguen contando historia y luego mas madrazos... bubis de Eva Green... y los creditos... pero si se me hizo entretenida, ahora solo a esperar la de 900.
Por cierto, creo que exageraron mucho en las tomas Slo Mo...

Dan Campos dijo...

Se siente que es otro el director. Vi nuevamente 300 y tiene mejor ritmo. En esta se tratan de legitimizar tanto con los diálogos que falla el ritmo, como dices.

Pero esas batallas navales, joder, que bien hechas están.