En esta ocasión tenemos un sensacional corto animado en el que vemos la historia de un niño y como se prepara para ir a la escuela. Historia sencilla, muy sencilla, con un detalle sorpresivo, realizado por Tom Brown y Daniel Gray. Pueden saber más del corto multi premiado por acá.
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31 de mayo de 2013
Viernes de Videos: t.o.m.
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viernes, mayo 31, 2013
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24 de mayo de 2013
Viernes de Videos: Kingdom Come
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viernes, mayo 24, 2013
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En esta ocasión le dedicamos tiempo a un fanfilm enfocado en la genial historia de Mark Waid y Alex Ross: Kingdom Come. En un futuro post apocalíptico en que la siguiente generación de héroes olvido el significado de esa palabra, un Superman retirado regresa para arreglarlo todo, pero no será nada fácil.
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19 de mayo de 2013
Halley
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domingo, mayo 19, 2013
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Presentada en nuestro país en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia y habiendo tenido cabida en festivales como el de Sundance y Rotterdam es que finalmente llega a las pantallas comerciales Halley, película mexicana hecha solo para estómagos fuertes.
Alberto (Alberto Trujillo) padece una enfermedad que parece dejarlo muerto en vida. Se siente mal, sin ganas de nada, pero lo peor no es como se siente sino como está. Su cuerpo empieza a descomponerse, desde dentro, poco a poco. Mientras busca retirarse de su vida cotidiana como guardia en un gimnasio, empieza a establecer su primer relación significativa con Silvia (Luly Trueba), la gerente del mismo, con quien no había socializado a pesar del tiempo que han trabajado juntos.
Estando en el pasado festival de Morelia charlaba con Rebeca y Cristina acerca de lo visto en el mismo. Ellas habían tenido oportunidad de ver Halley en función de prensa mientras yo esperaba mi turno para verla en función de "prensa que no alcanzó lugar para la función de prensa y paga sus boletos ya que la organización del festival no los trata como prensa", mejor conocida como función de público general. Al preguntarles si valía la pena verla, me comentaban que era más importante preguntar si tendría estómago suficiente para aguantarla. De momento no entendí muy bien la pregunta hasta que vi en la cinta a lo que se referían.
Una de mis temáticas y críticas más comunes con el cine festivalero mexicano es el abuso de la narrativa contemplativa. Halley la usa pero en lugar de enfocarse en lugares o momentos, se enfoca en el ser humano per se. Planos largos, algunos en cámara lenta, con acercamientos microscópicos, en donde podemos ver el proceso degenerativo del cuerpo de Alberto. Esto sirve para ilustrar como empieza la descomposición tanto física como mental del personaje. El planteamiento y recurso es relativamente sencillo pero al cambiar el enfoque, se logra algo refrescante. El cuerpo mismo como el escenario de la historia. Alrededor tenemos más elementos como la confrontación con la soledad, la preparación ante un futuro aparentemente inevitable, y la lucha por aferrarse, aun con los recursos mínimos, a la existencia. Todo ello forma parte de la existencia en descomposición de Alberto.
La historia en sí no nos maneja un drama desolador aunque ese sea el aparente recorrido del personaje. Más bien podría catalogarse como un terror cercano. No hay elementos sobrenaturales que hayan ocasionado el padecimiento, nada que ver con "maldiciones ancestrales". Debido quizás a la casualidad es que el mal se genera desde dentro y quiere acabar con el protagonista que se aferra a la vida, aunque no sea una vida precisamente envidiada. El cuerpo como el enemigo definitivo del que no puedes deshacerte sin terminar con tu existencia.
De las cintas que estuvieron en competencia en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, esta fue la que me dejó más satisfecho (la ganadora es No quiero dormir sola de Natalia Berinstain, sin embargo no es una película que recomiendo a cualquier persona. El cine contemplativo festivalero tiene cierto tipo de público, pero no es lo mismo los planos largos que muestran la rutina citadina o los paisajes campiranos a ver le proceso de descomposición del cuerpo en tomas de precisión milimétrica. El acercamiento de cámara sirve para aproximarnos a ese proceso que ocurre de manera cotidiana, pero de manera más pausada, en nosotros mismos. Al final el terror y el drama pueden incluir elementos incluso de humor, pero uno muy negro, justo como la vida misma.
Si pueden verla y tienen el estómago para aguantar el manejo visual mencionado, Halley los dejará muy satisfechos. Una historia sencilla, un manejo distinto y sí, la aplicación de uno que otro cliché, pero que en conjunto funcionan de manera efectiva. Una película de un muerto andante con quien llegas a empatizar en lugar de querer cortarle la cabeza.
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Alberto (Alberto Trujillo) padece una enfermedad que parece dejarlo muerto en vida. Se siente mal, sin ganas de nada, pero lo peor no es como se siente sino como está. Su cuerpo empieza a descomponerse, desde dentro, poco a poco. Mientras busca retirarse de su vida cotidiana como guardia en un gimnasio, empieza a establecer su primer relación significativa con Silvia (Luly Trueba), la gerente del mismo, con quien no había socializado a pesar del tiempo que han trabajado juntos.
Estando en el pasado festival de Morelia charlaba con Rebeca y Cristina acerca de lo visto en el mismo. Ellas habían tenido oportunidad de ver Halley en función de prensa mientras yo esperaba mi turno para verla en función de "prensa que no alcanzó lugar para la función de prensa y paga sus boletos ya que la organización del festival no los trata como prensa", mejor conocida como función de público general. Al preguntarles si valía la pena verla, me comentaban que era más importante preguntar si tendría estómago suficiente para aguantarla. De momento no entendí muy bien la pregunta hasta que vi en la cinta a lo que se referían.
Una de mis temáticas y críticas más comunes con el cine festivalero mexicano es el abuso de la narrativa contemplativa. Halley la usa pero en lugar de enfocarse en lugares o momentos, se enfoca en el ser humano per se. Planos largos, algunos en cámara lenta, con acercamientos microscópicos, en donde podemos ver el proceso degenerativo del cuerpo de Alberto. Esto sirve para ilustrar como empieza la descomposición tanto física como mental del personaje. El planteamiento y recurso es relativamente sencillo pero al cambiar el enfoque, se logra algo refrescante. El cuerpo mismo como el escenario de la historia. Alrededor tenemos más elementos como la confrontación con la soledad, la preparación ante un futuro aparentemente inevitable, y la lucha por aferrarse, aun con los recursos mínimos, a la existencia. Todo ello forma parte de la existencia en descomposición de Alberto.
La historia en sí no nos maneja un drama desolador aunque ese sea el aparente recorrido del personaje. Más bien podría catalogarse como un terror cercano. No hay elementos sobrenaturales que hayan ocasionado el padecimiento, nada que ver con "maldiciones ancestrales". Debido quizás a la casualidad es que el mal se genera desde dentro y quiere acabar con el protagonista que se aferra a la vida, aunque no sea una vida precisamente envidiada. El cuerpo como el enemigo definitivo del que no puedes deshacerte sin terminar con tu existencia.
De las cintas que estuvieron en competencia en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, esta fue la que me dejó más satisfecho (la ganadora es No quiero dormir sola de Natalia Berinstain, sin embargo no es una película que recomiendo a cualquier persona. El cine contemplativo festivalero tiene cierto tipo de público, pero no es lo mismo los planos largos que muestran la rutina citadina o los paisajes campiranos a ver le proceso de descomposición del cuerpo en tomas de precisión milimétrica. El acercamiento de cámara sirve para aproximarnos a ese proceso que ocurre de manera cotidiana, pero de manera más pausada, en nosotros mismos. Al final el terror y el drama pueden incluir elementos incluso de humor, pero uno muy negro, justo como la vida misma.
Si pueden verla y tienen el estómago para aguantar el manejo visual mencionado, Halley los dejará muy satisfechos. Una historia sencilla, un manejo distinto y sí, la aplicación de uno que otro cliché, pero que en conjunto funcionan de manera efectiva. Una película de un muerto andante con quien llegas a empatizar en lugar de querer cortarle la cabeza.
17 de mayo de 2013
Viernes de Videos: Duran Duran por David Lynch
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Dan Campos
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viernes, mayo 17, 2013
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Uno de los proyectos que se presentan en Cannes viene de la mano de David Lynch y es el concierto de Durán Durán en Los Ángeles, en marzo del 2011, el cual tuvo la aportación del director. Buena parte del mismo puede ya verse en línea, pero la versión del director se pone de oferta en el Film Market de Cannes. Por lo pronto aquí tienen Reach Up For The Sun.
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12 de mayo de 2013
Mariachi Gringo
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domingo, mayo 12, 2013
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“La película mexicana más polémica de todos los tiempos” bien podría ser el tagline que acompañe el poster de la cinta Mariachi Gringo, película que despertó comentarios un tanto negativos en la emisión del 2012 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, especialmente cuando ganó el premio a mejor película y mejor actriz en dicho festival. ¿En serio es tan mala o se rescata dentro del género palomero la historia de cómo vive el Mexican Dream un oriundo del país del norte?
Edward (Shawn Ashmore) está cansado de su vida en un pequeño pueblo en Kansas. Como no tiene súper poderes ni viene de otro planeta todo parece que seguirá con su aburrida existencia hasta que conoce a Alberto (Fernando Becerril), dueño de un restaurante de comida tradicional mexicana donde Edward conoce la cultura y más importante, la música. Es entonces que decide dejarlo todo y viajar a Guadalajara con el único objetivo de volverse mariachi
El cine festivalero tiende a dar lugar al mal llamado “cine de autor” o “cine de arte” el cual difícilmente tiene lugar dentro de los circuitos comerciales. El hecho de que Mariachi Gringo se haya presentado en la emisión del FICG que tuvo una de las peores organizaciones en años recientes del festival le ayudó, especialmente porque ganó el premio principal y es una cinta con tintes comerciales muy marcados. Es como si Nosotros Los Nobles le ganara a Post Tenebras Lux el premio a mejor película en mi Festival Internacional de Proyecciones de Azotea donde el jurado tiene la credibilidad de expertos (como los curadores del catálogo de películas de Klick, de Cinépolis, ustedes saben). Ciertamente la cinta no merecía el premio pero quizás en parte respondía al comentario de Alfredo Joskowicz, homenajeado en dicho festival (el de Guadalajara, no el de azotea), quien mencionó que esos foros tendían a premiar un cine “muy autoral pero también muy aburrido). Quizás la respuesta fue Mariachi Gringo, una cinta palomera y entretenida. Lo triste fue que en el mismo festival competían cintas con una manufactura y realización impecable como Días de Gracia o la misma La Demora, obras muy distintas pero que podrían dejar más satisfechos a los miembros de la crítica.
¿Qué elementos hacen que una cinta tenga éxito y aceptación? En ocasiones es difícil de predecir, especialmente si queremos dejar satisfechos tanto al público en general como a la crítica especializada. Una buena película no necesariamente refleja su calidad en la taquilla y una cinta exitosa no necesariamente debe de ser buena. Hay casos honrosos que deberían ser la norma, no la excepción, pero con todo y esto, se pueden considerar algunos elementos que garanticen el éxito comercial de una cinta, especialmente si es un proyecto más pequeño y no se cuenta asegurada una distribución masiva.
Mariachi Gringo toma algunos de estos elementos. Su actor principal es recordado por haber interpretado a Ice Man en la saga de los X-Men. Su presencia no atrae al público en sí, pero es un rostro conocido. Por otra parte contamos con Martha Higareda, reconocida por el público mexicano, así como a Adriana Barraza, quien es una actriz reconocida a nivel internacional. A la vez se incluye la aparición tanto actoral como musical de Lila Downs, cuyo solo nombre podría garantizar más interés en la cinta.
Algunos compañeros se han quejado con que la cinta es “prescindible”, así como abusa del hecho de que el estereotipo del mexicano sea el de alguien que “toma tequila, escucha mariachi y de preferencia, es jalisquillo”. De pronto me dan risa este tipo de comentarios (algunos leídos de la crítica publicada en Cinegarage) porque juega desde el lado opuesto de la cancha con algunos de los clichés presentados en buena cantidad de cintas, nacionales o extranjeras. La molestia en que el ideal gringo que quiere alcanzar nuestro mariachi en ciernes esté basado en el estereotipo de zona de Jalisco debe de herir susceptibilidades, especialmente cuando más de la mitad de las películas hechas en México ilustran en su mayoría la realidad nacional en el Distrito Federal o en algún pueblito mágico provinciano. El ideal del sueño americano (visto por el mexicano) es el cruzar la frontera, conseguir chamba y dinero para mandarle a la familia que se quedó del otro lado. ¿Hay algún problema con que el sueño mexicano del estelar sea más banal y solo busque darle forma a lo que quiere hacer, sin buscar mayor beneficio para la humanidad o una búsqueda de sentido trascendental?
La cinta usa clichés tanto en la narrativa como en los elementos presentados (música, estereotipos de lugar, comida, personalidad). Curiosamente no veo quejas tan marcadas con otras cintas que nos llegan producidas en el vecino país del norte. ¿La película es prescindible? Desde luego. No recuerdo una cinta que sea imprescindible para seguir viviendo. A final de cuentas es una obra hecha con el propósito de entretener y de ser exhibida, cosa que al parecer algunos representantes del “cine de autor” no tienen en mente.
Mientras que la cinta tiene su buena cantidad de defectos puedo decir que al verla, quedé bastante satisfecho con una cinta que entretiene y no tiene mayor aspiración que el ser vista. La pongo al nivel de la tradicional comedia romántica gringa promedio, con la diferencia de que esta cinta también sirve como bonito video de turismo del estado de Jalisco. Es una coproducción México y Estados Unidos, y como el director es del país del norte, quizás sea otro de los aspectos que hicieron que a muchos no les fascinara la idea de que ganara premios esta cinta en Guadalajara. ¿Para qué darle reconocimiento? ¡Mejor que se vayan a su país y nos dejen nuestros premios a nosotros! Claro, ya mencioné que la cinta en realidad no merecía dicho premio pero a eso sonaban algunos críticos que estaban dispuestos a defender el orgullo mexicano. Los mismos críticos se molestaban ante la visión gringa de un ideal, visto desde afuera, de cómo se vive en nuestro país. Me imagino que mi sueño de cruzar la frontera y ser rockstar es igual de descabellado.
A final de cuentas Mariachi Gringo es una cinta palomera, de esas que uno puede ver en domingo y divertirse sin mayores aspiraciones. En lo personal la disfruté bastante y la defiendo y creo que soy una de las pocas personas que escribe defendiéndola. Claro, la cinta no necesita mis palabras para legitimarse o demostrar que es lo que es. Curiosamente se nota que busca el propósito de ser exhibida ya que mientras para encontrar información o páginas oficiales sobre otras cintas mexicanas puedo tardarme algunos minutos, todo lo referente al Marichi Gringo es fácil de encontrar, desde página oficial, fanpage en Facebook, cuenta de Twitter, soundtrack o descargas, incluso uno puede acceder a lugares y fechas de exhibición, en donde menciona incluso que otras cintas se están proyectando. Ese es uno de los detalles que los encargados de esta cinta logran mucho mejor que otras de la competencia. Al final del día el público solo va a ver una cinta sobre la que ha escuchado y puede encontrar información al respecto.
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Edward (Shawn Ashmore) está cansado de su vida en un pequeño pueblo en Kansas. Como no tiene súper poderes ni viene de otro planeta todo parece que seguirá con su aburrida existencia hasta que conoce a Alberto (Fernando Becerril), dueño de un restaurante de comida tradicional mexicana donde Edward conoce la cultura y más importante, la música. Es entonces que decide dejarlo todo y viajar a Guadalajara con el único objetivo de volverse mariachi
El cine festivalero tiende a dar lugar al mal llamado “cine de autor” o “cine de arte” el cual difícilmente tiene lugar dentro de los circuitos comerciales. El hecho de que Mariachi Gringo se haya presentado en la emisión del FICG que tuvo una de las peores organizaciones en años recientes del festival le ayudó, especialmente porque ganó el premio principal y es una cinta con tintes comerciales muy marcados. Es como si Nosotros Los Nobles le ganara a Post Tenebras Lux el premio a mejor película en mi Festival Internacional de Proyecciones de Azotea donde el jurado tiene la credibilidad de expertos (como los curadores del catálogo de películas de Klick, de Cinépolis, ustedes saben). Ciertamente la cinta no merecía el premio pero quizás en parte respondía al comentario de Alfredo Joskowicz, homenajeado en dicho festival (el de Guadalajara, no el de azotea), quien mencionó que esos foros tendían a premiar un cine “muy autoral pero también muy aburrido). Quizás la respuesta fue Mariachi Gringo, una cinta palomera y entretenida. Lo triste fue que en el mismo festival competían cintas con una manufactura y realización impecable como Días de Gracia o la misma La Demora, obras muy distintas pero que podrían dejar más satisfechos a los miembros de la crítica.
¿Qué elementos hacen que una cinta tenga éxito y aceptación? En ocasiones es difícil de predecir, especialmente si queremos dejar satisfechos tanto al público en general como a la crítica especializada. Una buena película no necesariamente refleja su calidad en la taquilla y una cinta exitosa no necesariamente debe de ser buena. Hay casos honrosos que deberían ser la norma, no la excepción, pero con todo y esto, se pueden considerar algunos elementos que garanticen el éxito comercial de una cinta, especialmente si es un proyecto más pequeño y no se cuenta asegurada una distribución masiva.
Mariachi Gringo toma algunos de estos elementos. Su actor principal es recordado por haber interpretado a Ice Man en la saga de los X-Men. Su presencia no atrae al público en sí, pero es un rostro conocido. Por otra parte contamos con Martha Higareda, reconocida por el público mexicano, así como a Adriana Barraza, quien es una actriz reconocida a nivel internacional. A la vez se incluye la aparición tanto actoral como musical de Lila Downs, cuyo solo nombre podría garantizar más interés en la cinta.
Algunos compañeros se han quejado con que la cinta es “prescindible”, así como abusa del hecho de que el estereotipo del mexicano sea el de alguien que “toma tequila, escucha mariachi y de preferencia, es jalisquillo”. De pronto me dan risa este tipo de comentarios (algunos leídos de la crítica publicada en Cinegarage) porque juega desde el lado opuesto de la cancha con algunos de los clichés presentados en buena cantidad de cintas, nacionales o extranjeras. La molestia en que el ideal gringo que quiere alcanzar nuestro mariachi en ciernes esté basado en el estereotipo de zona de Jalisco debe de herir susceptibilidades, especialmente cuando más de la mitad de las películas hechas en México ilustran en su mayoría la realidad nacional en el Distrito Federal o en algún pueblito mágico provinciano. El ideal del sueño americano (visto por el mexicano) es el cruzar la frontera, conseguir chamba y dinero para mandarle a la familia que se quedó del otro lado. ¿Hay algún problema con que el sueño mexicano del estelar sea más banal y solo busque darle forma a lo que quiere hacer, sin buscar mayor beneficio para la humanidad o una búsqueda de sentido trascendental?
La cinta usa clichés tanto en la narrativa como en los elementos presentados (música, estereotipos de lugar, comida, personalidad). Curiosamente no veo quejas tan marcadas con otras cintas que nos llegan producidas en el vecino país del norte. ¿La película es prescindible? Desde luego. No recuerdo una cinta que sea imprescindible para seguir viviendo. A final de cuentas es una obra hecha con el propósito de entretener y de ser exhibida, cosa que al parecer algunos representantes del “cine de autor” no tienen en mente.
Mientras que la cinta tiene su buena cantidad de defectos puedo decir que al verla, quedé bastante satisfecho con una cinta que entretiene y no tiene mayor aspiración que el ser vista. La pongo al nivel de la tradicional comedia romántica gringa promedio, con la diferencia de que esta cinta también sirve como bonito video de turismo del estado de Jalisco. Es una coproducción México y Estados Unidos, y como el director es del país del norte, quizás sea otro de los aspectos que hicieron que a muchos no les fascinara la idea de que ganara premios esta cinta en Guadalajara. ¿Para qué darle reconocimiento? ¡Mejor que se vayan a su país y nos dejen nuestros premios a nosotros! Claro, ya mencioné que la cinta en realidad no merecía dicho premio pero a eso sonaban algunos críticos que estaban dispuestos a defender el orgullo mexicano. Los mismos críticos se molestaban ante la visión gringa de un ideal, visto desde afuera, de cómo se vive en nuestro país. Me imagino que mi sueño de cruzar la frontera y ser rockstar es igual de descabellado.
A final de cuentas Mariachi Gringo es una cinta palomera, de esas que uno puede ver en domingo y divertirse sin mayores aspiraciones. En lo personal la disfruté bastante y la defiendo y creo que soy una de las pocas personas que escribe defendiéndola. Claro, la cinta no necesita mis palabras para legitimarse o demostrar que es lo que es. Curiosamente se nota que busca el propósito de ser exhibida ya que mientras para encontrar información o páginas oficiales sobre otras cintas mexicanas puedo tardarme algunos minutos, todo lo referente al Marichi Gringo es fácil de encontrar, desde página oficial, fanpage en Facebook, cuenta de Twitter, soundtrack o descargas, incluso uno puede acceder a lugares y fechas de exhibición, en donde menciona incluso que otras cintas se están proyectando. Ese es uno de los detalles que los encargados de esta cinta logran mucho mejor que otras de la competencia. Al final del día el público solo va a ver una cinta sobre la que ha escuchado y puede encontrar información al respecto.
La Demora
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domingo, mayo 12, 2013
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Rodrigo Plá es uno de esos directores nóveles que han dado cosas interesantes al cine mexicano, especialmente si consideramos que es de origen uruguayo. Se dio a conocer con la multipremiada Desierto Adentro y después tuvo corrida más comercial con su ópera prima La Zona, que curiosamente salió al público después de su segunda cinta. A más de un año de haberse presentado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (emisión 27) es que llega a la cartelera regular La Demora, historia en la que se separa de la ambientación mexicana para ir un poco más al sur del continente.
María (Roxana Blanco) es una madre soltera con hijos a quienes apenas logra mantener. La presión económica y social hacen que la hija no sepa que hacer. No puede hacerse cargo de su padre (Carlos Vallarino), quien por su senilidad, necesita cuidados, pero debido a que ella no está en situación de pobreza extrema, tampoco puede acudir al apoyo de instituciones donde el recluirlo en un asilo podría hacer más fácil la vida tanto de su padre como la de ella. ¿Qué opciones quedan a la pobre María para poder salir adelante?
Rodrigo Plá es del selecto gremio de directores nacionalizados que hacen que uno pueda tener fe en el cine mexicano (Pablo Larraín, ¿qué esperas para ser connacional?). Narra una historia sencilla, con pocos actores, donde se explota la capacidad de los mismos y lo que podría ser un melodrama tramposo y barato termina convirtiéndose en una historia efectiva.
Cuando escribí sobre Mucho Ruido y Pocas Nueces mencionaba sobre como de pronto parece que el cine nacional está encasillado en la misma fórmula que al final se siente como si nos contaran la misma historia, una y otra vez. En esta ocasión Plá toma algunos de esos elementos de dicha fórmula, pero el hecho de que logre hacer que al espectador le importe y sienta empatía por los personajes, es uno de los elementos que ayuda a que la cinta funcione. El drama es pequeño, es personal, es entendible. ¿Qué haces cuando quieres corresponder al amor y cuidado de tus padres pero no estás en posición de corresponderles? ¿Qué tan difícil puede ser la transición del ser cuidado a ser el cuidador con una misma persona? ¿Qué ocurre cuando por orgullo no queremos aceptar la ayuda de los demás? Dentro de la sencillez de la narrativa se contiene la dificultad del tema y la toma de decisiones que debe de hacer nuestro personaje principal. Preguntas que quizás algunos nos hemos hecho, especialmente cuando contamos con parientes mayores.
Con un lanzamiento limitado que desafortunadamente no creo que sobreviva muy bien en cartelera, especialmente si consideramos que la gran mayoría de las pantallas están ocupadas por Hombres de Hierro o Viajes a las Estrellas, La Demora es una cinta que vale mucho la pena ver. Afortunadamente se estrena apenas a un año de haberse presentado en un festival de cine en México, junto con Mariachi Gringo, pero a diferencia de esa cinta, la obra de Plá no está diseñada para fines comerciales, sino para exponer un tema de manera sobria, realista y bien ejecutada. Ojalá que la saturación del cine veraniego no haga que pase desapercibida para aquellos que saben apreciar algo de buen cine.
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María (Roxana Blanco) es una madre soltera con hijos a quienes apenas logra mantener. La presión económica y social hacen que la hija no sepa que hacer. No puede hacerse cargo de su padre (Carlos Vallarino), quien por su senilidad, necesita cuidados, pero debido a que ella no está en situación de pobreza extrema, tampoco puede acudir al apoyo de instituciones donde el recluirlo en un asilo podría hacer más fácil la vida tanto de su padre como la de ella. ¿Qué opciones quedan a la pobre María para poder salir adelante?
Rodrigo Plá es del selecto gremio de directores nacionalizados que hacen que uno pueda tener fe en el cine mexicano (Pablo Larraín, ¿qué esperas para ser connacional?). Narra una historia sencilla, con pocos actores, donde se explota la capacidad de los mismos y lo que podría ser un melodrama tramposo y barato termina convirtiéndose en una historia efectiva.
Cuando escribí sobre Mucho Ruido y Pocas Nueces mencionaba sobre como de pronto parece que el cine nacional está encasillado en la misma fórmula que al final se siente como si nos contaran la misma historia, una y otra vez. En esta ocasión Plá toma algunos de esos elementos de dicha fórmula, pero el hecho de que logre hacer que al espectador le importe y sienta empatía por los personajes, es uno de los elementos que ayuda a que la cinta funcione. El drama es pequeño, es personal, es entendible. ¿Qué haces cuando quieres corresponder al amor y cuidado de tus padres pero no estás en posición de corresponderles? ¿Qué tan difícil puede ser la transición del ser cuidado a ser el cuidador con una misma persona? ¿Qué ocurre cuando por orgullo no queremos aceptar la ayuda de los demás? Dentro de la sencillez de la narrativa se contiene la dificultad del tema y la toma de decisiones que debe de hacer nuestro personaje principal. Preguntas que quizás algunos nos hemos hecho, especialmente cuando contamos con parientes mayores.
Con un lanzamiento limitado que desafortunadamente no creo que sobreviva muy bien en cartelera, especialmente si consideramos que la gran mayoría de las pantallas están ocupadas por Hombres de Hierro o Viajes a las Estrellas, La Demora es una cinta que vale mucho la pena ver. Afortunadamente se estrena apenas a un año de haberse presentado en un festival de cine en México, junto con Mariachi Gringo, pero a diferencia de esa cinta, la obra de Plá no está diseñada para fines comerciales, sino para exponer un tema de manera sobria, realista y bien ejecutada. Ojalá que la saturación del cine veraniego no haga que pase desapercibida para aquellos que saben apreciar algo de buen cine.
10 de mayo de 2013
Viernes de Videos: Superman vs Lex Luthor
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Dan Campos
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viernes, mayo 10, 2013
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Mientras más se acerca la fecha del estreno de Man of Steel, más suben las expectativas sobre lo que promete ser una cinta genial. Curiosamente, algunas personas se preguntan dónde está Lex Luthor, quien no es el villano para el nuevo inicio de la franquicia del Hombre de Acero. Quizas este video responda esa duda.
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6 de mayo de 2013
En Trance
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lunes, mayo 06, 2013
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El enigma de la mente humana y la memoria ha sido tratado de muchas maneras. Danny Boyle nos comparte su enfoque en el thriller En Trance. ¿Vuelve el director británico a su estilo original o veremos una ceremonia olímpica hecha película? Eso es lo que veremos a continuación.
Para descargar el podcast, click derecho con el ratón en este enlace y seleccionar la opción "guardar como". Para escucharlo, ahí tienes el reproductor de la columna del lado derecho así como el de la parte de abajo. Para suscribirte al podcast via iTunes, da click en este enlace. En caso de que necesiten apoyo psicológico, terapias de hipnosis o regresiones, dejen su información de contacto después del click, o en Facebook.
Danny Boyle regresa después de ese interesante experimento narrativo conocido como "Ceremonia de Apertura y Clausura de Juegos Olímpicos". Ahora en el terreno del cine es que nos trae una historia en la que retoma un poco de sus orígenes en el que el misterio, el drama y el crimen se ven acompañados por el talento de James McAvoy, Vincent Cassel y las curvas peligrosas de Rosario Dawson.
Simon (interpretado por McAvoy) trabaja en el nada despreciable negocio de la subasta de arte. Su labor es bastante tranquila y no debería tener ningún inconveniente, además de que ha sido entrenado para saber que curso de acción tomar en caso de cualquier incidente. El problema es que cuando ocurre un asalto en su línea de trabajo, pueden surgir pequeñas complicaciones. Es entonces cuando la historia se vuelve borrosa, Simon es golpeado en la cabeza por Franck (Vincent Cassel), uno de los asaltantes y nadie sabe que pasó con la obra de arte que servía de objeto del deseo de la subasta. El único lugar donde se encuentra esa información es en la maltrecha cabeza de Simon, quien deberá recurrir a la ayuda de Elizabeth (Dawson), una hipnoterapeuta que podría encontrar pistas para resolver la historia.
El inicio de En Trance nos muestra lo mejor de Boyle. Su sentido del ritmo, de la estética y de como contar una historia de manera efectiva están presentes mientras Simon nos explica lo que ocurre y su papel en la trama. La cinta avanza y mientras se dan giros interesantes que desarrollan la intriga y nos hacen dudar de quién es en realidad el héroe o heroína de la trama. Todos tienen motivos ocultos y la manipulación se da al por mayor. Nuestro personaje principal es torturado y manejado por alguien que lo ayudó a resolver un problema y ahora quiere algo a cambio. La terapeuta establece las reglas de su juego, ya que si quieren acceder a los recuerdos de Simon, deberán comportarse de cierta manera, lo quieran o no. Finalmente, el personaje más transparente podría ser el mismo Franck. Después de todo si tiene un interés monetario, lo establece desde el principio, pero eso no significa que esté libre de cualquier manejo o manipulación.
El principal problema que tiene En Trance es que conforme se desarrolla la trama y empiezan a surgir más vueltas de tuerca, empieza a perder consistencia y verosimilitud. Claro, es una historia ficticia que puede permitirse estirar los posibles juegos que se hacen sobre la mente y la memoria de un personaje, pero ¿qué tanto pueden cambiar los elementos en su cabeza sin que estos terminen explotándola? ¿Qué tanto puede uno ser manipulado para terminar como un personaje distinto? ¿Qué tan conveniente debe de ser el desarrollo de la historia para que tantas casualidades se conjunten para darnos la segunda mitad de la cinta? Afortunadamente el buen manejo que tiene como director Boyle hace que no nos hagamos estas preguntas sino hasta que termina la película, lo que demuestra lo bien que domina el fino arte de la dirección.
La secuencia inicial de la película hace que valga la pena pagar el boleto por ver la cinta. La primera mitad es lo mejor, cayendo un poco para el desenlace, sin embargo En Trance es una de las cintas más recomendables que hay en cartelera. Aunado al excelente soundtrack y el juego de ritmo e imágenes lo más probable es que si la ven, salgan satisfechos del cine. Danny Boyle sigue siendo un cineasta que vale la pena checar y ni hablemos de la exquisita Rosario Dawson, quien muestra sus encantos (actorales y los otros) en la cinta.
5 de mayo de 2013
Cinco de Mayo: La Batalla
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Dan Campos
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domingo, mayo 05, 2013
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Esta crítica también está disponible en el 4to Especial de Cine Mexicano, así como en nuestro Fanpage de Facebook.
Una de las grandes maldiciones de la producción cinematográfica nacional es que fuera de Vámonos con Pancho Villa no hay precisamente cintas basadas en personajes o sucesos históricos que valga la pena recomendar. Esto es particularmente curioso ya que debido a la celebración del Bicentenario y Centenario, se hicieron cintas enfocadas en ambos eventos para conmemorar a los héroes patrios. Para celebrar una de las pocas victorias militares mexicanas es que surge la película 5 de Mayo: La Batalla. ¿Cae dentro del género de las olvidables o finalmente sale la casta con una producción decente sobre un evento histórico?
Francia, incitada por algunos conservadores mexicanos, envía tropas a México. ¿El propósito? Establecer una monarquía, extensión del imperio de Napoleón III, en el continente americano. Nuestro país se encuentra en quiebra y ha suspendido el pago de sus deudas a naciones extranjeras entre las que se encuentran España, Inglaterra y Francia. Usando esto como pretexto es que inicia una invasión que promete acabar con la incipiente nación mexicana. El punto clave en que se definiría el destino de nuestro país es la batalla luchada el 5 de Mayo.
Rafael Lara, quien ha dirigido cintas como El Quinto Mandamiento y Labios Rojos, se da a la tarea de escribir y dirigir esta cinta donde cuenta con el apoyo en la producción de Paco Gallástegui y la maquinaria de Televisa, gracias al apoyo de Emilio Azcárraga. En el talento actoral cuenta con gente como Kuno Becker y Angélica Aragón. El costo de producción es de 80 millones de pesos, lo cual la pone como una de las más caras en nuestro país. En teoría cuenta con elementos suficientes para hacer una cinta atractiva, pero desde los pocos minutos de iniciada se nota que no es así. ¿Qué problemas tiene entonces esta película?
Si tienes que explicar una historia, dando antecedentes o contando su final o las motivaciones, probablemente se deba a que tienes problemas para integrar ese contexto dentro de la historia en sí y esto probablemente se deba a una deficiencia en el guión. La cinta inicia explicando las dificultades económicas que tiene nuestro país, esto después de cinco minutos de créditos iniciales los cuales son texto sobre negro que cansan al espectador. Una vez iniciada la cinta y poniéndonos en contexto se convierte en un collage de personajes mal cuajados. Ignacio Zaragoza, encarnado por un Becker que tiene de héroe patrio lo mismo que yo de soldado independentista. Jamás se muestra como un líder militar precisamente brillante o de esos que motivan a ponerlos en billetes en el futuro. Claro, no debemos tener empatía por una figura histórica necesariamente, por lo que la cinta se enfoca mejor en la historia de Juan (interpretado por Christian Vázquez), soldado que padece el conflicto así como las dudas que tal evento pueden traer para la gente normal. ¿De qué sirve luchar una batalla que se siente perdida ante el ejército más poderoso del mundo? Es más sabio el desertar, especialmente si uno ya tiene una trenzuda como la Citlali (Liz Gallardo) que está dispuesta a irse conmigo a pesar de que no nos conocemos y si acaso nos hemos dirigido palabras para comer tortillas.
Los personajes nacionales no terminan de cuajar y es difícil sentirse identificados con ellos. Ni los históricos están bien dibujados (hay cameos de Benito Juárez o de Daniel Day Lewis como Lincoln, bueno, de Lincoln nada más) ni los extranjeros pasan de ser caricaturas unidimensionales. Tanto a los generales franceses como al emperador solo les faltó tener un gato en sus regazos o hacer risas “mu aja ja” mientras se mueven sus bigotes de villano reventón y lo peor es que nuestros héroes mexicanos parecen guionados con frases sacados de comentaristas de futbol. “Vamos a mostrarles de qué están hechos los mexicanos” como mantra mientras que el famoso general Zaragoza ve todo desde la seguridad de su guarida mientras el verdadero héroe de la historia, el clima, es el encargado de ganar la batalla.
Contando con un presupuesto decente, gran cantidad de actores y extras, se debería lograr al menos secuencias de acción memorables que ilustraran el esplendor de la batalla. Desafortunadamente el trabajo de cámara sigue la escuela de “cámara excesivamente al hombro” en donde hasta las conversaciones más sencillas tienen cámara en movimiento innecesario. Lo mismo ocurre en toda la película, pero la combinación con encuadres cerrados no ayuda a ver un conflicto armado bien armado. El liderazgo nacional está ausente ya que jamás vemos a Zaragoza encabezar ningún batallón mientras que a la distancia el mejor ejemplo de la estrategia francesa radica en que el Conde De Lorencéz saque un catalejo más grande que el que cualquier colaborador conservador mexicano pudiese tener. Bueno, esas escenas se entienden mejor, al menos. Las de la famosa batalla llegaron a carecer de la sensación épica que deberían de tener, en parte por el trabajo de cámara y en parte por un diseño de sonido muy olvidable.
5 de Mayo: la batalla. Esta cinta se estrena tanto en nuestro país como en el extranjero con un nada despreciable número de copias, desafortunadamente fuera del sector escolar que seguro recomendó ver esta película para aprender de “historia” (¿por qué no mejor leer algo donde se habla de la guerra y no solo de un triste triunfo nacionalista vació?) y del ocasional despistado que quiere ver cine mexicano, no llamará mucho la atención. Afortunadamente tenemos en puerta obras como la siguiente entrega de Star Trek o si quieren ver cine mexicano y no han visto Nosotros los Nobles, ¿por qué no hacerlo?
3 de mayo de 2013
Viernes de Videos: el cine contra la vida misma
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Dan Campos
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viernes, mayo 03, 2013
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En esta ocasión tenemos un bonito comparativo entre como pasan las cosas en las películas, y como ocurren en la vida real. Porque ustedes saben... la vida no es tan sencilla como la pintan. :p
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1 de mayo de 2013
Much ado about nothing
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Dan Campos
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miércoles, mayo 01, 2013
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¿Qué es lo que hace Joss Whedon en sus ratos libres? ¡Cine! Y para demostrarlo está su más reciente cinta, Much Ado About Nothing (Mucho ruido y pocas nueces) la cual hizo casi casi en un coffe break. ¿Quieren saber qué tal está la cinta? ¡Escuchen el podcast! O bueno, lean el texto a continuación. .
Para descargar el podcast, click derecho con el ratón en este enlace y seleccionar la opción "guardar como". Para escucharlo, ahí tienes el reproductor de la columna del lado derecho así como el de la parte de abajo. Para suscribirte al podcast via iTunes, da click en este enlace. En caso de que quieran recrear hablar de manera clásica y recitar las obras completas de Shakespeare vestidos del Capitan América, dejen su información de contacto después del click, o en Facebook.
Joss Whedon logró reconocimiento gracias a su trabajo televisivo, alcanzó respeto gracias a su trabajo con el Dr. Horrible en internet y finalmente alcanzó fama y fortuna gracias al tremendo trancazo que implicó el éxito de la cinta de Los Vengadores. ¿Qué es lo que puede hacer un director que alcanza la cima comercial después de esto? Hacer una cinta pequeña de dos pesos, desde luego.
Mientras estaba el proceso de la post producción de la cinta de los tipos en mallitas es que Joss decidió tomarse un par de semanas y en doce días hacer una película de corte más personal, grabándola literalmente en su casa y con sus amigos. Para hacerlo es que decide buscarse un colaborador desconocido como un tal William Shakespeare y juntos es que adaptan la obra del primero a tiempos modernos pero manteniendo la belleza de los diálogos originales en esta comedia clásica con dos parejas de enamorados en la que hay intriga, romance y absurdos disfrutables.
Dentro del terreno de las relaciones tenemos a Claudio (Fran Kranz) quien busca el amor de la joven Hero (Jillian Morgese) por lo cual busca la ayuda de sus amigos para lograr el favor de la damisela. Cuando finalmente se logra concertar la reunión y se busca la feliz boda de esta pareja es que se traman planes para juntar a otros dos personajes quienes juran y perjuran no creer en el amor y menos en sentirlo en carne propia. Benedick (un genial Alexis Denisof) y Beatrice (la adorable Amy Acker) son manipulados para hacerse creer que ambos se quieren y que el desinterés que tienen no es sino una fachada que oculta su sentir. Gracias a este juego es que la relación amor-odio que se tienen da momentos divertidos hasta que el conflicto serio surge debido a un interés macabro que busca arruinar el próximo matrimonio de Claudio y Hero.
Mucho ruido y pocas nueces es un proyecto pequeño y más personal que da muestra de como una cinta no necesariamente debe ser pequeña en base a su presupuesto. Mientras que en nuestro país abunda el número de pseudo realizadores que se quejan de como papá gobierno no les da becas ni patrocinios para que hagan sus películas grabadas en una casa con actores que no son actores y que están destinadas a recorrer el círculo festivalero ya que el público en general no tiene interés en ver sus dramas baratos (literalmente) que se basan más en el choque truculento o la supuesta plástica, Whedon demuestra de manera muy sencilla como se pueden utilizar elementos similares para dar resultados muy distintos.
Esta obra se ha empezado a exhibir en festivales y foros y después tendrá un lanzamiento a cartelera regular limitado. Está hecha en un tiempo limitado, con una sola locación y poco presupuesto, ya que el mismo director confiesa que le hubiese encantado tener presupuesto para rentar un Steady Cam, cosa que no logró. El guión está basado en una obra clásica libre de derechos y los actores son todos amigos y colaboradores de Whedon. La enorme diferencia está en que son actores hechos y derechos y dominan el diálogo shakespereano y no se limitan a “salir a cuadro siendo ellos mismos”. La dirección es increíblemente efectiva y extrae de los actores momentos enormes como las secuencias en que Beatriz y Benedick (cada quien por su lado) descubren veladamente como tienen intereses amorosos entre sí de boca de quienes quieren verlos juntos como pareja. Un humor casi de caricatura que es muy bien llevado a cabo gracias al director, el trabajo de cámara y desde luego a las excelentes actuaciones.
Recuerdo que al terminar de ver la cinta salí más que satisfecho de la sala de la Cineteca, donde se proyectaba como parte del Foro de la misma. Hacía mucho que no veía una cinta que me tuviese sonriendo y riendo durante casi toda la duración de la misma. El señor Shakespeare se nota que tiene futuro si sigue escribiendo ya que sus diálogos son increíblemente sabrosos y las interpretaciones de los mismos no se quedan atrás. Esta adaptación en tiempos modernos en donde el diálogo nos lleva gran parte de la historia es divertida a pesar de que las palabras y expresiones suenen fuera de lugar, o mejor dicho, fuera de tiempo. Esto se olvida gracias al ingenio del texto y a su traslación, lograda por el señor Avenger.
A final de cuentas, si tienen oportunidad de ver esta cinta, háganlo, no se arrepentirán. Claro, es una película a blanco y negro, hecha con poco presupuesto y tiene los mismos elementos que gran cantidad de cintas olvidables mexicanas. La diferencia es la ejecución, especialmente en estos tiempos en que parece que si no eres un blockbuster veraniego no existes. Mientras que tenemos a los efectos especiales y las explosiones apoderándose de la taquilla es que en estas obras pequeñas se logra apreciar otro de los elementos que hacen del cine un arte, y es el talento humano que traslada las historias a la gran pantalla, porque al final, no todo en la vida es espectáculo, también tenemos lo disfrutable.
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Joss Whedon logró reconocimiento gracias a su trabajo televisivo, alcanzó respeto gracias a su trabajo con el Dr. Horrible en internet y finalmente alcanzó fama y fortuna gracias al tremendo trancazo que implicó el éxito de la cinta de Los Vengadores. ¿Qué es lo que puede hacer un director que alcanza la cima comercial después de esto? Hacer una cinta pequeña de dos pesos, desde luego.
Mientras estaba el proceso de la post producción de la cinta de los tipos en mallitas es que Joss decidió tomarse un par de semanas y en doce días hacer una película de corte más personal, grabándola literalmente en su casa y con sus amigos. Para hacerlo es que decide buscarse un colaborador desconocido como un tal William Shakespeare y juntos es que adaptan la obra del primero a tiempos modernos pero manteniendo la belleza de los diálogos originales en esta comedia clásica con dos parejas de enamorados en la que hay intriga, romance y absurdos disfrutables.
Dentro del terreno de las relaciones tenemos a Claudio (Fran Kranz) quien busca el amor de la joven Hero (Jillian Morgese) por lo cual busca la ayuda de sus amigos para lograr el favor de la damisela. Cuando finalmente se logra concertar la reunión y se busca la feliz boda de esta pareja es que se traman planes para juntar a otros dos personajes quienes juran y perjuran no creer en el amor y menos en sentirlo en carne propia. Benedick (un genial Alexis Denisof) y Beatrice (la adorable Amy Acker) son manipulados para hacerse creer que ambos se quieren y que el desinterés que tienen no es sino una fachada que oculta su sentir. Gracias a este juego es que la relación amor-odio que se tienen da momentos divertidos hasta que el conflicto serio surge debido a un interés macabro que busca arruinar el próximo matrimonio de Claudio y Hero.
Mucho ruido y pocas nueces es un proyecto pequeño y más personal que da muestra de como una cinta no necesariamente debe ser pequeña en base a su presupuesto. Mientras que en nuestro país abunda el número de pseudo realizadores que se quejan de como papá gobierno no les da becas ni patrocinios para que hagan sus películas grabadas en una casa con actores que no son actores y que están destinadas a recorrer el círculo festivalero ya que el público en general no tiene interés en ver sus dramas baratos (literalmente) que se basan más en el choque truculento o la supuesta plástica, Whedon demuestra de manera muy sencilla como se pueden utilizar elementos similares para dar resultados muy distintos.
Esta obra se ha empezado a exhibir en festivales y foros y después tendrá un lanzamiento a cartelera regular limitado. Está hecha en un tiempo limitado, con una sola locación y poco presupuesto, ya que el mismo director confiesa que le hubiese encantado tener presupuesto para rentar un Steady Cam, cosa que no logró. El guión está basado en una obra clásica libre de derechos y los actores son todos amigos y colaboradores de Whedon. La enorme diferencia está en que son actores hechos y derechos y dominan el diálogo shakespereano y no se limitan a “salir a cuadro siendo ellos mismos”. La dirección es increíblemente efectiva y extrae de los actores momentos enormes como las secuencias en que Beatriz y Benedick (cada quien por su lado) descubren veladamente como tienen intereses amorosos entre sí de boca de quienes quieren verlos juntos como pareja. Un humor casi de caricatura que es muy bien llevado a cabo gracias al director, el trabajo de cámara y desde luego a las excelentes actuaciones.
Recuerdo que al terminar de ver la cinta salí más que satisfecho de la sala de la Cineteca, donde se proyectaba como parte del Foro de la misma. Hacía mucho que no veía una cinta que me tuviese sonriendo y riendo durante casi toda la duración de la misma. El señor Shakespeare se nota que tiene futuro si sigue escribiendo ya que sus diálogos son increíblemente sabrosos y las interpretaciones de los mismos no se quedan atrás. Esta adaptación en tiempos modernos en donde el diálogo nos lleva gran parte de la historia es divertida a pesar de que las palabras y expresiones suenen fuera de lugar, o mejor dicho, fuera de tiempo. Esto se olvida gracias al ingenio del texto y a su traslación, lograda por el señor Avenger.
A final de cuentas, si tienen oportunidad de ver esta cinta, háganlo, no se arrepentirán. Claro, es una película a blanco y negro, hecha con poco presupuesto y tiene los mismos elementos que gran cantidad de cintas olvidables mexicanas. La diferencia es la ejecución, especialmente en estos tiempos en que parece que si no eres un blockbuster veraniego no existes. Mientras que tenemos a los efectos especiales y las explosiones apoderándose de la taquilla es que en estas obras pequeñas se logra apreciar otro de los elementos que hacen del cine un arte, y es el talento humano que traslada las historias a la gran pantalla, porque al final, no todo en la vida es espectáculo, también tenemos lo disfrutable.
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