Post Tenebras Lux y el cine de Reygadas

Carlos Reygadas es uno de esos realizadores que dividen opiniones. La crítica especializada aborreció su última cinta cuando fue proyectada en el pasado festival de Cannes pero eso no impidió que Carlos ganara el premio al mejor director en dicho festival y que además pudiera tener su estreno nacional con un nada despreciable número de copias, cosa particular si consideramos que su cine no es lo que se podría catalogar como “para todo tipo de público”.  ¿Qué es lo que hace que este director logre la fascinación de ciertos sectores y el repudio de otros? Quizás sus mayores atributos (o defectos) sean más notables en su más reciente cinta Post Tenebras Lux, pero bien vale la pena dar una revisión a sus demás trabajos aprovechando la ocasión.


La primera cinta del realizador, Japón, marca el estilo que lo caracterizaría. Desde el preciosismo visual y el manejo de ritmos lentos hasta la inclusión de momentos escandalizadores y el uso de gente común en lugar de actores (lo cual indica, al parecer, que el director no considera que los actores sean “gente común”). La sinopsis de la cinta nos habla de como “un pintor de la gran ciudad va a un cañón en lugares remotos a suicidarse pero al alcanzar cierta calma, se queda con una anciana con quien desarrolla una relación importante.  Curiosamente lo que más recuerda la mayoría de las personas que vieron la cinta es la escena de sexo y la desnudez de la anciana.

Después de haber visto Batalla en el Cielo,  renté y traté de ver Japón para tener una mejor visión del trabajo del director… y desafortunadamente me quedé dormido a pesar de que la cinta me fue muy recomendada por algunos de mis amigos de esos que “saben de cine”. Cuando pregunté a mi amigo sobre el porqué del título de la película, me dijo que no sabía la razón. Al investigar en foros de internet me encuentro con una explicación que me pareció bastante interesante, en donde se refiere al Ubasute-yama, que era el hecho de que en la época feudal en Japón, a las ancianas se les llevaba a las montañas a morir y en como esto podría tener relación con la cinta. Curiosamente al ver la entrevista que viene en los extras del DVD el director explica que originalmente no quería ponerle título a su cinta pero debía hacerlo por fines prácticos. El título viene porque siempre hay un nuevo día y el sol sale por Japón así que decidió nombrarla de esa manera. Bueno, el sol también sale por Taiwán o Corea, pero no le gustaban tanto como título.  Al parecer la belleza o profundidad en la cinta se encontraba más en las interpretaciones que en la obra en sí, o al menos eso parecía. 




Batalla en el Cielo es la primer cinta que vi de Reygadas, la cual curiosamente llegó a León, Guanajuato (ciudad en la que vivía en ese momento) a pesar de que a esa ciudad la distribución de cintas que no sean extremadamente comerciales es más que limitada. Recuerdo que en la función éramos cuatro personas, incluidos el proyeccionista, una pareja y yo. A los quince minutos me quedé solo. La cinta trata sobre como el chofer de un general planea el secuestro de un infante, quien muere de forma accidental. Marcos, el chofer, empieza a derrumbarse y le confiesa lo sucedido a Ana, hija de su jefe, quien se prostituye, digo, presta a la menor provocación.  La cinta agarró el re-conocimiento del público gracias a la escena en que la joven chica le practica una felación a Marcos. Mientras que me pareció que tenía escenas visual y narrativamente poderosas como el peregrinar rumbo a la Basílica de Guadalupe y la temática de la confrontación con la realidad y el derrumbamiento dentro de la persona de Marcos, la cinta no me pareció digna de una nominación a la Palma de Oro en Cannes, festival en el cual parecía que Reygadas ya era cliente frecuente. Los supuestos simbolismos y el manejo de secuencias en las que se pretende mostrar las situaciones de poder y un acercamiento a la realidad a través de lo cotidiano que no se muestra en el cine (como el sexo o los desnudos, según el director) me parecieron gratuitos. El director mostraba talento para el ilustrar escenas de manera visualmente atractiva pero es incapaz de utilizarlo para mostrar esos aspectos cotidianos que decide explotar. Por otra parte encontraba problemas de lógica en el guión y en la narrativa, pero al parecer esos son aspectos menores cuando un realizador se encuentra enfocado en desarrollar su arte. 


Llega Luz Silenciosa, la cual nuevamente es nominada a la Palma de Oro y al Premio del Jurado (el cual compartió junto a Persépolis). El trabajo más completo y mejor realizado del director. Nuevamente las tomas largas (en mi opinión, innecesariamente ) y un preciosismo visual alabado por la crítica. La cinta inicia con una larguísima toma de un amanecer en el campo en una comunidad Menonita en Chihuahua. En esta ocasión el director se enfoca en la historia de Johan, quien es atormentado por un amorío extramatrimonial que tiene. En su familia hay quienes saben de eso, pero la culpa que lo aqueja no viene por las recriminaciones de los demás, sino porque al ser un hombre de fe, no puede vivir con la culpa.

Esta cinta pude verla en una emisión del Festival Internacional de Cine de Morelia y recuerdo que a pesar de ser función extra de media noche (de esas funciones que salen de la manga cuando hay más gente queriendo ver una película en el festival), la fila salía de las instalaciones (lo cual no es tan extraordinario cuando uno conoce el pequeño cine que funge como sede) y me tocó estar a la vuelta de la esquina de la cuadra. Al entrar finalmente a la sala no puedo evitar escuchar como buena parte de los asistentes estaban emocionados y alababan a quien llamaban “Maestro” (así, con mayúscula). A mí no me fascinaba su cine pero la crítica me invitaba a darle otra oportunidad al trabajo de Reygadas. Recuerdo mi fascinación al principio (aunque sus tomas me seguían pareciendo innecesariamente largas) cosa que se derrumbó como a la mitad, que me llevó a dormir un par de minutos (probablemente por ser una función de media noche) y que al despertar me encontré con elementos que no me hacían tanto sentido. El director se alejaba del realismo que planteaba mostrar en obras anteriores e incluía elementos mágicos o milagrosos. Las claves del surgimiento de estos estaban planteados en simbolismos mostrados en la cinta, sin embargo algo no me terminaba de cuajar.

Buena parte de la crítica comparaba Ordet, de Theodor Dreyer con Luz Silenciosa, siendo la segunda una copia al carbón (con queso menonita para aderezar). La cinta del mexicano se entiende mejor cuando uno tiene conocimiento de la original, siendo un derivado peculiar que casi puede sostenerse a sí misma. Casi. Sin embargo, sigue siendo la obra mejor realizada del autor. 




El siguiente trabajo del realizador corresponde a su participación en el collage cinematográfico de Revolución, junto con otros 9 directores (pueden encontrar mi reseña sobre la obra colectiva por acá). Su segmento, “Este es mi Reino”, básicamente es una comida familiar en un rancho en donde las cosas se salen de control y todo se vuelve un desmadre. Curiosamente este segmento marcaría lo que es más cercano a la línea del nuevo estilo del director, el cual es más patente en Post Teneras Lux.

Con su trabajo más reciente, Reygadas se ganó el abucheo de la crítica, pero al parecer solo de la internacional, ya que varios compañeros que han visto la cinta han salido al menos satisfechos con la obra. Más bien creo que se suavizó un poco la reacción gracias a la expectativa de que se vería algo malo, igual que cuando muchos hablan bien de una obra y llega “inflada” al espectador, puede ser considerada como sobrevalorada, que es como me imagino que llegó, con altas expectativas, a la prensa que pudo ver la cinta en el pasado festival de Cannes.




¿De qué va Post Tenebras Lux? Juan es un hombre con posición socioeconómica buena que vive en su casa de campo con su esposa e hijos de donde trata de alejarse del mundo que le rodea. La sinópsis dice que “nadie sabe si ambos mundos se complementan o buscan su mutua destrucción” refiriéndose a la urbe o al entorno rural que prefiere Juan, sin embargo la contraposición y posible duelo entre ambas realidades no se plantea de forma directa y yo vengo enterándome de ella después de leer la sinópsis del IMDB.

La cinta pude verla en la emisión de este año del Festival Internacional de Cine de Morelia y me encontraba con opiniones divididas al respecto. Una parte de mi reconocía Luz Silenciosa como la mejor obra del autor, pero el estilo del mismo no es de mi agrado. Me inclino más por la corriente de los que lo consideran pretencioso y me irritan sus fans ya que usualmente caen en la categoría de los que “se clavan de más en la textura” y no pueden dar argumentos sólidos que respalden su opinión de que el trabajo del director es bueno. A eso agreguémosle el hecho de que usualmente es presentado como “el Maestro” y tiene todos los elementos necesarios para irritarme. Después de Luz Silenciosa juré no ver ninguna cinta más de Reygadas hasta que descubrí que es excelente tema de conversación, especialmente si consideramos el hecho de que en sus declaraciones, desdeñaba los comentarios de la prensa y la crítica y decía que su cine era sencillo y no necesitaba interpretaciones. Eso me sonó a reto, especialmente considerando que el director no se caracteriza por hacer ese tipo de cine.

Llegó el momento de la función y puedo decir que es la primer cinta del director en la que no pestañeo, en parte porque no me tocó una función de media noche, en parte porque quería comprender que es lo que tanto aprecian los que lo catalogan como “maestro”. Probablemente sea un prejuicio mio ya que en general me agrada el trabajo de David Lynch, a quienes varios catalogan tanto de prentensioso como de críptico. ¿Tomas largas? No tengo problemas cuando se saben aprovechar y se muestra un trabajo de composición. ¿Narrativa que debe ser armada por el espectador? En el género del cómic disfruto mucho el trabajo de Grant Morrison, el cual se caracteriza por el manejo de narrativas modulares las cuales en conjunto ayudan a distintos niveles de comprensión de la obra a pesar de estar aparentemente desconectadas y su obra usualmente se entiende mejor luego de varias revisiones. ¿Por qué esos elementos que aprecio tanto en otros realizadores me parecen inaguantables en el trabajo de este director?




Durante la proyección, todo parecía marchar normalmente, excepto por una molestia que amenazaba con convertirse en mareo o dolor de cabeza a causa de un filtro de vidrio vicelado utilizado por el director para buena parte de la película. El público se mostraba respetuoso, incluso en una escena en dónde aparece la silueta animada de un diablo bidimensional quien entra a una casa con caja de herramientas en la mano.  Dicha imagen me provocó risa mientras que todo el público se hundía en una solemnidad casi total. La cinta prosigue y noto que los dos personajes principales, Adolfo Jiménez Castro y Nathalia Acevedo me parecían los “actores no actores” más compententes que ha tenido Reygadas en su obra. Me molesta el hecho de que el director utilice a sus hijos como personajes dentro de la historia, ya que en la primera mitad se nota un cuidado en el vocabulario (particularmente en el personaje de Juan, interpretado por Adolfo) para comunicarse con ellos sin forzarlos a que con palabras denoten que no son sus hijos, sino del director.  La cinta prosigue y hay flashbacks a momentos representativos como un juego de Rugby o una visita a un Spa Nudista Swinger Belga, los cuales aparentemente no tienen conexión con el resto de la historia pero mantienen una identidad visual característica entre sí. Tenemos escenas que parecen ser realizadas por un bodeasta ya que muestran una cena y una fiesta, la primera en un círculo social alto y la  segunda en su opuesto.  La historia se desarrolla y la desgracia cae en los personajes, dándonos un desenlace para perder la cabeza. La cinta termina. La sala se queda en silencio hasta que después de varios segundos alguien se atreve a aplaudir. No es el aplauso sonoro que me tocó en otras cintas realizadas por gente de menor calibre, sino uno mucho más moderado. Carlos pasa al frente para una sesión de preguntas y respuestas. Silencio incómodo hasta que después de unos momentos empiezan los comentarios y las preguntas que se caracterizaban desde un “¿qué quisiste decir con…?” hasta alguno que otro cebollazo.

En cierta medida esperaba a un Reygadas mamón, prepotente, que es como parecía ser al despreciar los comentarios de la crítica o la prensa. Curiosamente en la sesión de preguntas y respuestas vi a alguien muy sencillo y que no soltaba choros pretenciosos para convencernos de su genialidad. Su obra estaba presente y estaba hecha de una manera porque así quería hacerla. Curiosamente creo que ese es su mayor mérito o defecto, ya que cualquier interpretación que pudiera tener parece ser más pretenciosa que la obra en sí. La belleza está en el ojo del espectador al final del día.

Entre las personas que estaban en la sesión de preguntas y respuestas había quienes alababan al director por la profundidad de los temas que tocaba. ¿Profundidad en los temas? Quizás, pero no hay desarrollo ni hay cohesión entre ellos. La confrontación o unión entre clases sociales se siente muy superficial y su momento detonante se limita a un robo e intento de asesinato (mal actuados, aunque no podemos hablar de una mala actuación cuando de entrada no hay actores en escena, ¿o sí?).  Las dos reuniones que ilustra la cinta, una cena con gente de clase alta en el que se denotan los diálogos con contenido mamón y pretencioso me parecieron precísamente eso, aunque probablemente mi molestia sea más con lo que representan y el hecho que no aporta tanto a la historia como en la fiesta de pueblo en que Juan y Natalia buscan particiar y que en menos minutos es más concisa. Hay quienes consideraron una sátira sabrosa la cena de alcurnia pero se sienten más como un entorno más cercano al director gracias a la fluidez y tiempo que le dedica, en contraposición con la fiesta en la que los personajes se presentan forzados y se nota una falta de dirección real. El ilustrar esa secuencia al tratar de capturar los momentos nada más no funciona de la misma manera en ambas situaciones. 



Después de ver la película compartí impresiones con personas a quienes tuve el placer de conocer en el festival, tales como a Cristina, Rebeca o Román. Mientras que con Román  coincidí en no ser precisamente fans de la obra del realizador, las chicas quedaron fascinadas con la cinta. Tuvimos una breve conversación al respecto y el punto que me mencionaban como más relevante en Reygadas es su manejo artístico. Resumiendo (y me disculparán Cris y Rebeca si tergiverso sus palabras) la obra del director no puede ser catalogada ni medida en comparación con los patrones de otras obras, ya que como si fuera artista plástico, se sale de lo establecido para crear sus cintas. No tratan de historias sino de emociones, las cuales no se pueden medir con esquemas narrativos tradicionales. La forma en que lo manifiesta a través de su uso del cuidado de la imagen es lo que lo vuelve relevante.

Probablemente ahí viene uno de mis mayores problemas con sus películas. Mientras que aplaudo la innovación y la explotación de los recursos narrativos y/o audiovisuales, me parece que eso de “no poder ser comparado o catalogado junto a otros artistas” es una explicación fácil y (usemos la palabra recurrente para calificar su trabajo) pretenciosa. Incluso es cantaleta recurrente eso de quienes lo critican es “porque no lo entendieron”, “no saben apreciar lo que es arte”, “les da flojera usar su cabeza para armar historias y necesitan que los lleven de la mano” y cosas similares.  Wow. Impresionante. Los defensores de alguien tachado como pretencioso se suben a un caballo todavía más alto y se portan precisamente pretenciosos. No creo que sea la mejor defensa para su caso. Tal vez la comparación pueda sentirse un poco fuera de lugar pero Picasso no empezó haciendo cubismo y por más que su nueva forma de pintar fuera diferente y no se pudiera catalogar ni comparar con la de otros contemporáneos, el artista demostró un manejo y conocimiento de las artes antes de forjar el estilo por el que pasaría a la historia.

Otro de mis conflictos ante este tipo de argumentos de los defensores es el hecho de que hay algo que se llama videoarte. Básicamente es una forma más económica a la producción tradicional de cine y se enfoca en romper parámetros comerciales, eliminando a su vez las limitaciones del medio. Es conceptual y no necesita cumplir con las convenciones con cosas como el uso de actores o diálogos. Tampoco es necesario contar con un guión o una narrativa y puede servir para el desarrollo de ideas o emociones.  Con todo esto su premisa básica es el romper con las restricciones.  La mayoría de los argumentos de quienes defienden a Reygadas simplemente caen dentro de la categoría del videoarte. El señor no está haciendo nada nuevo en ese sentido. ¡Hey! Incluso quienes han seguido este blog saben que hemos posteado y recomendado muestras de ese tipo de corriente audiovisual alguna vez y que un documental que he recomendado en varias ocasiones, La Casa Emak Bakia, hace un tributo a formas narrativas que son más interesantes, al contar algo que no es una historia, en un orden aleatorio.

Hablando de Emak Bakia (la obra original, no el documental de Oskar Alegría, el cual es increíblemente recomendable), una de sus escenas más interesantes es cuando Man Ray avienta una cámara para que pueda grabar con toda la libertad y sin el condicionamiento de un operador la realidad a su alrededor. Eso es un manejo justificado de una propuesta concreta y libre que rompe esquemas en un trabajo que no debe de ser narrativo necesariamente. Por su parte, buena parte de quienes disfrutan del trabajo de Reygadas hablan de él como alguien que rompe esquemas cuando en sus dos últimas cintas repite fórmula con las tomas larguísimas durante un momento de cambio del día (amanecer o anochecer) en donde todo está acomodado de manera controlada y preciosista. De pronto, suena como si los convencionalismos tradicionales y la estética pueden formar parte de su obra y ser halagados como muestra de su talento… aunque cuando se le critica, uno debe de considerar que no es cine que deba obedecer las normas del cine mismo. Las inconsistencias de quienes tratan de encontrar y justificar más al autor lo encuentro bastante convenientes.

La negativa de Reygadas a usar actores me parece un truco fácil (algo así como el hacer películas con lenguas muertas a la Mel Gibson para que la gente se distraiga de la actuación) aunque es una decisión de forma. Sin embargo, el manejo de “estilos caprichosos” me suena un tanto reprochable cuando no hay una justificación tangible y real. El hecho de hacer algo “porque puedo y quiero hacerlo” es una justificación muy frágil cuando uno quiere hacer una obra importante o ser catalogado como “Maestro”.  Recuerdo que al haber visto una cinta de Nicolás Pereda, la de Perpetum Mobile, la cinta me había dejado con una sensación de agrado, pero al escuchar después en una sesión de preguntas y respuestas la forma en que el director planeaba sus producciones perdió todo su encanto para mí ya que no había tal. Prácticamente se podía resumir todo a un “agarremos la cámara, encuadremos como podamos y veamos que hacemos”. En la sesión de preguntas y respuestas con Reygadas en el pasado FICM cuando se cuestionó al director sobre el uso del filtro, este respondió que se usó simplemente porque le gustó. Al principio se planteó como algo para mostrar el mundo exterior pero dentro de la obra el mismo realizador rompe sus reglas y lo usa sin consistencia sin respetar su planteamiento original.  De la misma manera, cosas como la aparición del Diablo no tienen tanto propósito o trasfondo y su imagen se basa en que “así los soñó el director y así quería que se viera” .  Esos y varios elementos más incluidos más por gusto que por propósitos específicos.

Recuerdo en un detrás de cámara con Lubezki y Cuarón sobre Children of Men como se mencionaba de la importancia de cuidar lo que se incluye en cada escena. Dentro de una película cada escena debe de llevar al personaje a otro punto que lo acerque más y más al final. Cada cuadro debe de tener un propósito y mostrar algo que sea relevante no solo a la historia sino al espectador. Si tienes algún elemento que sea prescindible dentro de la historia, mejor elimínalo.  Al hacer una revisión sobre los momentos prescindibles de Post Tenebras Lux me encontraba con bastantes. ¿Servía de algo la escena de sexo en Bélgica además de para escandalizar o crear conversación entre el público del cine? De muy poco, en realidad. ¿Las escenas de rugby que muchos encuentran fascinantes aunque incomprensibles? Si las quitamos, la historia central no pierde absolutamente nada, y de hecho su inclusión y justificación se siente forzada al agregarse una toma con un retrato de una persona corriendo en Inglaterra, único vínculo “lógico” para establecernos que uno de los personajes del juego era parte del resto de la historia. ¿La inclusión de las “actuaciones” de los hijos del director es relevante? Él mismo indica que los incluyo porque es “bien bonito poder compartir algo como eso con la familia” lo cual no me suena precisamente a un propósito fuera de lo personal en la obra.  ¿Si eliminamos la autodecapitación del final se pierde algo? Bueno, en realidad esa solo la quitaría porque da pena ajena en su ejecución (no pun intended) a nivel producción ya que sí tiene relevancia en la narrativa… aunque me digan que no tiene narrativa.

Al final, mi conflicto no es tanto con el realizador, a quien encontré como una persona simpática y muy alejada de la visión mamona que algunos medios reflejaban con los comentarios que citaban de él. ¿Su obra? No me fascina pero en cierta medida la respeto. No le encuentro ese valor y trascendencia que muchos alegan precisamente por las razones expresadas líneas arriba y cuando en realidad no debería ser catalogado como cine ya que eso de que los aspectos positivos pueden ser comparados con los de otras obras del medio pero los criticables simplemente fueron diseñados para “romper esquemas” suena más a excusa barata que a razón válida. En la misma línea, si se va a alabar su trabajo de cámara y manejo de la estética visual, creo que Alexis Zabe debería de llevar el mayor mérito, ya que es el director  de fotografía no solo de Post Tenebras Lux sino también de Luz Silenciosa y otras obras como Lake Tahoe y Temporada de Patos de Fernando Eimbcke.  Al final, mi conflicto viene más con aquellos que no aceptan comentarios contra la obra del autor, descalificándolos y catalogándolos automáticamente como gente que “no aprecia el arte”. ¿En serio ese es su argumento?  Suena más a queja de pejista que apoya la democracia y cree en el voto del pueblo… siempre y cuando el voto lo favorezca, ya que si no, seguro hubo fraude… y falta de calidad de apreciación cinematográfica.  Me parece que el mayor problema es el justificar y alabar profundos significados cuando el mismo autor te dice que no hay nada que interpretar y que buena parte de los elementos se incluyeron por razones que podrían catalogarse como caprichosas. 


Como extra, pueden ver siete fragmentos grabados durante la sesión de Preguntas y Respuestas con el realizador en el pasado FICM en este enlace. Disculparán si de repente se escucha mi voz o la de Román criticando con alevosía y ventaja lo comentado por otras personas pero... bueno, es parte de la naturaleza humana.

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3 Comentarios

Dan Campos dijo…
El día de hoy la charla se puso sabrosa con la retroalimentación que Luis Reséndiz me compartío vía twitter sobre el texto aquí publicado, así que se los comparto a su vez a ustedes. Pueden ver los twits originales al dar click sobre los respectivos comentarios los cuales aparecen tal cual, solo acomodados para facilitar la lectura. Se intercalan mis respuestas dadas en el mismo medio.



Luis:

entre los problemas que encuentro en tu texto hay uno que me preocupa: la mención constante del adjetivo "pretencioso"... [1/2]

que nada dice sobre la obra, y la mención constante a los fans, que tampoco influyen. dices poco sobre la obra en sí. [2/2]



Dan:

Déjate la mencion constante de la palabra... el hecho que estaba mal escrito.
De hecho si habla sobre la obra, sobre percepción de la misma tando de dos tipos de público y del mismo autor
¡Ah! Y uso bastantes adjetivos. Se que te encantan. Son pretenSiosos. :p
El establecimiento de la obra previa es en base a percepciones y es el enfoque principal del texto. Incluso menciono...
sobre mi búsqueda a comprender esa fascinación y que al menos personas a quienes cuestioné, dieron razones inconsistentes
No es el texto que te gustaría leer, pero es el que me deja satisfecho.



Luis:

ok. piensa que hiciste esta pregunta: "¿por qué elementos que aprecio tanto me parecen inaguantables?", pero no la contestaste.

respeto mucho la opinión de gustar de algo o no, pero también me gusta la claridad y la argumentación. pero ese soy yo.



Dan:

Al final respondo que en sí los elementos en si no son los que me parecen inaguantables, sino el hecho que son tan alabados

aunque lo más probable es que no esté bien estructurada y redonda esa explicacion. ¡Gracias por esa anotación!

El meollo del asunto y es con el que se aborda el tema es la espectativa, que proviende de la expectativa.

-a partir de eso es el juego de percepciones mencionado.

Y por eso las menciones a los Q&As y como puede cambiar la percepción de un elemento a raíz de una explicación.
Unknown dijo…
Que onda Dan, la verdad yo no he visto nada de Reygadas salvo, Japon, y eso no estoy seguro, ni en donde la vi, si iba acompañado, eso si no recuerdo haberla terminado de ver ya sea por que me fui(fuimos) o me dormí, creo que fue que nos salimos. De ahí en fuera nada, y pues la verdad sus otros trabajos ni los conocia, si he escuchado sobre el ultimo que pues como dices pretencioso, y la verdad ni ganas de ir a verla, mejor voy a ver cine muy bueno y sin pretenciones a la 54 muestra de cine en la cineteca, como Moonrise Kingdome y Jaqten, que son las que mas me gustaron, aunque tambien Amour y In darness.
Excelente tu revisión y critica a sus trabajos, no se si algún día me vaya a dar ganas de ver algo de el, aunque Batalla en el Cielo, por lo que escribiste me sono un poco a Sympathy for Mr. Vengeance, tendré que verla para compara :p
Dan Campos dijo…
¡Saludos, Sylarl! :p

Como te comenté vía twitter, te van a juzgar de hipster por andar yendo a la cineteca a ver esas cosas y no apreciar lo que es arte del bueno. XD

Recomiendo más la de Simpatía por el Sr. Venganza, pero bueno, en gustos se rompen géneros (o madres) igual te gusta la de Batalla.