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30 de septiembre de 2012
Los Últimos Cristeros
El cine bélico es de esos géneros poco explotados en nuestro país, quizás debido a que requiere usualmente un mayor presupuesto así como el manejo de efectos especiales para ilustrar las gloriosas batallas que ilustran los libros de historia. Sin embargo cuentan algunos participantes en los conflictos armados que no todo es gloria o infierno, ya que también está lo cotidiano como el elemento casi siempre presente e irrelevante en la vida de un soldado. Mientras que en México hablamos con orgullo de los días festivos que nos fueron otorgados por las grandes luchas como la revolución o la independencia, otras consideradas menores como la Cristiada no han tenido gran difusión, quizás debido a que no afectó a gran parte del país, aunque eso no significa que haya sido irrelevante para nuestra nación.
Los Últimos Cristeros, cinta de Matías Meyer, es una cinta enfocada en un grupo de cruzados región cuatro que lo único que buscan es defender sus creencias en un país en que la libertad del credo (particularmente si ese credo es el “creo en un solo dios todo poderoso…” católico) estaba prohibido. Refugiados en lo vasto del campo y la sierra es que deben escapar de la persecución hecha por los soldados mientras buscan como sobrevivir y defender lo suyo.
En esta cinta basada en el libro Rescoldo: Los Últimos Cristeros, de Antonio Estrada, en donde se cuenta la vida de Juan Rulfo Florencio Estrada, ranchero alegre y valeroso quien huye a la sierra junto a su familia y seguidores para avivar un combate que no termina. En su lucha el jefe cristero logra el apoyo de los coras, huicholes y tepehuanes para continuar con su causa, a pesar de que practican un credo distinto (o eso nos dice la contraportada del libro). Curiosamente la mayoría de esos elementos no están presentes en la cinta (a final de cuentas, es una adaptación) ya que solo tenemos la presencia de un grupo reducido de soldados quienes, fuera de recibir disparos en un par de ocasiones, la mayor parte del tiempo tienen entre sus preocupaciones el buscar algo para comer, caminar por la sierra, buscar algo para cenar, caminar por la sierra, repartir las escasas municiones, caminar por la sierra, recibir balazos salidos de ningún lado, caminar y buscar refugio por la sierra y… bueno, creo que captan la idea.
El verdadero conflicto que enfrentan nuestros cristeros no es uno armado. Su resistencia no es como la idealizada por los pseudo grupos de quejumbrosos de internet que actualmente algunos idealizan como “activistas de numerito reconocido” sino el aguantar una guerra evitando la confrontación. Saben lo que implica un conflicto armado y aunque están dispuestos a dar la vida por su causa, curiosamente prefieren huir de las balas en lugar de contraatacar.
La narrativa usada por Meyer en la cinta es pausada, casi contemplativa. En la cinta hay muy pocos diálogos y la música se limita a corridos que sirven como narrativa oral que transmite los ideales de los cruzados mexicanos. El trabajo de fotografía hecho por Gerardo Barroso es hermoso y ayuda mucho a ilustrar una historia en donde lo más que conocemos es lo cotidiano de una lucha que estña en sus últimos momentos.
A nivel personal, soy del grupo que odian las cintas lentas y sin razón. Los últimos cristeros casi cae en esa categoría, ya que en realidad, en la cinta no ocurre nada relevante. No se siente la magnitud del conflicto armado ya que fuera de un par de balazos, no hay confrontación. Sin embargo, logra mostrar algunos aspectos de la guerra que usualmente son ignorados por otros recuentos fílmicos. En Cristiada, la versión idealizada (y mal hecha) de la guerra, se muestra a los cristeros como los grandes luchadores incapaces de cometer el mal ya que solo buscan lo mejor para los demás, ¿cierto? En los recuentos de mis abuelos (quienes vivieron en Trujillos y Los Aguirre, un par de comunidades cercanas a San Juan de los lagos, en Jalisco) mencionaban como a veces tenían más miedo de los cristeros, quienes llegaban a tomar lo que “necesitaban” para continuar con su guerra santa. En la cinta, eso se ilustra en cierta medida, en donde vemos una muerte prácticamente sin sentido con la llegada de los “valerosos héroes”.
A pesar de mi tradicional escepticismo (entiéndase como aversión) para las cintas lentas, Los Últimos Cristeros me pareció un trabajo interesante. Recuerdo que al escuchar una entrevista con el director hecha por los amigos de Cinemanet, se notaba el conocimiento e investigación hecha para la realización de la cinta, así como el amor que tiene por la misma. El cuidado en la imagen es mucho y probablemente por eso es que la cinta ha tenido también una buena recepción a nivel internacional.
Recuerdo que a la función a la que asistí, un grupo de señores de la tercera edad se encontraban emocionados por la cinta, ya que querían aprender más de historia. La cinta no es didáctica ni en ella se aprenderá la historia secreta de la guerra cristera, sin embargo sí ilustra de manera efectiva una de las pequeñas historias que se pasan por alto dentro de un conflicto que no tuvo un gran impacto, pero que tuvo su importancia en el desarrollo de nuestro país. A final de cuentas, Los Últimos Cristeros es una cinta recomendable, siempre y cuando les guste el tipo de cintas en el que “no pasa nada”, y los simbolismos le ganan a la historia en sí.
28 de septiembre de 2012
Viernes de Videos: One Day
¿Creen que su vida es agitada y el cambio constante los apabulla? En la historia del día vemos la vida de alguien que por un ritmo de vida como tal, debe de cuestionarse todo lo que sabe.
El cortometraje fue realizado por JoelCorcia, Bung Nguyen, Thomas Reteuna, Laurent Rossi y Bernard Som, de la escuela de animación y artes Gobelins, en Francia.
El cortometraje fue realizado por JoelCorcia, Bung Nguyen, Thomas Reteuna, Laurent Rossi y Bernard Som, de la escuela de animación y artes Gobelins, en Francia.
14 de septiembre de 2012
Viernes de Videos: El Fantástico Mundo de Juan Orol
Ya les hablamos de la película así que, ¿por qué no aprovechamos para ver el trailer de la cinta? Hoy tiene su estreno en cartelera regular (o tan regular como es posible para una película mexicana) y aquí está el previo de la película enfocada en el famoso director de Gangsters contra Charros.
13 de septiembre de 2012
El fantástico mundo de Juan Orol
Esta crítica también pueden disfrutarla en su hermoso formato multimedia o en formato de imagen en nuestra página de Facebook, como parte del Cuarto Especial de Cine Mexicano.
Juan Orol es una figura peculiar en la producción nacional, habiendo sido considerado incluso como “ el Frankenstein del cine mexicano”. A varios años de su fallecimiento es que tiene una revisión sobre su trayectoria y qué mejor manera de hacerlo que utilizando el recurso que hizo famoso al director: el cine.
Cual hombre renacentista postmodernista (y en ocasiones surrealista), Juan Orol llegó a practicar varios oficios que van desde el ser boxeador, torero, agente secreto, actor y otros, hasta que encontró su vocación en el cine. Con una afición hacia el cine gangsteril de los años treintas y cuarentas es que decide conjuntar su gusto y su profesión iniciando una carrera bastante prolífica en el séptimo arte. En la cinta contamos con la narración del mismísimo director (interpretado por Roberto Sosa) quien nos platica sobre sus logros y tropiezos dándonos una peculiar revisión sobre su carrera.
Recuerdo que en su momento, después de haber visto la cinta en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara (edición número 27, para los que llevan la cuenta) recuerdo que lo mejor era la actuación de Roberto Sosa, quien aunque ha demostrado ser un actor increíblemente capaz en varias ocasiones, no recuerdo casos recientes en el cine en donde tenga el papel estelar y aparezca en pantalla prácticamente toda la cinta. En la misma línea, el cuidado que pone el realizador en la forma en que se muestra la cinta es notable. Mientras hacemos una revisión sobre la vida de Juan Orol la misma se muestra haciendo un simil en forma a como va evolucionando el cine del mismo autor, teniendo cambios del cine en blanco y negro a color y sus distintas variantes según el avance tecnológico. En la misma manera, los errores característicos del cineasta son presentes, teniendo escenas en las que vemos a Roberto Sosa vistiendo un impecable traje blanco para que en el mismo desarrollo de la secuencia, aparezca con traje negro, aunque se supone que todo ocurre en el mismo momento. ¿Continuidad? Eso no es necesario. ¿Lógica? Eso es un lujo, como dice en uno de sus diálogos cuando un personaje le indica a Orol sobre una ventana que debió haber sido rota en una escena con disparos, “¿crees que la gente va al cine a ver cristales romperse?”. Al final lo que cuenta es que uno pueda contar la historia de manera efectiva.
Mientras que la ambientación, la interpretación de Sosa y el surrealismo narrativo (adicionado con puntadas efectivas) son los puntos fuertes de la cinta, por otra parte tenemos algunos problemas narrativos. Mientras que la reinterpretación de Chucho Ochoa como él mismo, pero de general de la época (después de todo el ya “interpretó” a Álvaro Obregón en La Cebra), pasa más como anecdótica, el enfoque tan clavado en la forma hace que el fondo de la cinta se pierda un poco. Juan Orol nos cuenta su historia y sus desventuras pero no se logra una empatía del todo con el personaje. El hecho de que el mismo realizador se burle (con respeto irónico, si tal cosa es posible) del mismo personaje al que le hace un homenaje es algo que no termina de convencerme, aunque haya sido para ilustrar un gag casi al finalizar la cinta. Tal vez sea injusto comparar esta cinta con el tributo que Tim Burton le hizo a Ed Wood (cuando Burton sabía dirigir películas y no arte), pero uno de los grandes méritos de Burton es que hizo que el personaje principal, sin importar que lo mostrara con vestido y pelucas que no le quedaban, nos importara. No se mofa sino nos lo muestra y nos hace comprenderlo, aunque no podamos evitar soltar una risita con sus desventuras. En la cinta de Del Amo el enfoque más que en los personajes es en el ilustrar la evolución del autor, teniendo hincapié la evolución y no tanto en el autor. Atestiguamos los distintos amores y desamores que tuvo con sus musas Consuelo Moreno, María Antonieta Pons, Rosa Carmina y Mary Esquivel pero las relaciones entre él y ellas nos son intrascendentes en la mayoría de los casos y fuera del hacernos pensar en la habilidad de Orol al aplicar el puesto de realizador como causa de ligue con chicas guapas, no aportan la gran cosa.
El manejo imaginativo e ingenio que tiene la cinta se contrarresta en cierta medida con el ritmo errático con la que se cuenta. Curiosamente eso parece no ser tan importante porque aunque a algunos compañeros de la crítica que no les gustó la película, El Fantástico Mundo de Juan Orol está nominada para representar a México en los Óscares y en los Goyas, cosa que se anunció antes del estreno de la cinta. Probablemente la cinta tiene posibilidades ya que sirve para ilustrar de forma más amigable la historia del cine mexicano a través de uno de sus exponentes en lugar de dar preferencia a algo como la película de Colosio o alguna otra cinta con reconocimiento festivalero.
Aclaración: gracias a los comentarios que el buen Everardo González me hizo, creo conveniente aclarar que la cinta solo está nominada y está compitiendo con otras seis para ser enviada para el proceso de selección y competencia tanto para el Óscar como el Goya. Tanto Pastorela como Colosio están en la misma competencia y al momento de publicar esto, todavía no se define la cinta que representará a México.
Juan Orol es una figura peculiar en la producción nacional, habiendo sido considerado incluso como “ el Frankenstein del cine mexicano”. A varios años de su fallecimiento es que tiene una revisión sobre su trayectoria y qué mejor manera de hacerlo que utilizando el recurso que hizo famoso al director: el cine.
Cual hombre renacentista postmodernista (y en ocasiones surrealista), Juan Orol llegó a practicar varios oficios que van desde el ser boxeador, torero, agente secreto, actor y otros, hasta que encontró su vocación en el cine. Con una afición hacia el cine gangsteril de los años treintas y cuarentas es que decide conjuntar su gusto y su profesión iniciando una carrera bastante prolífica en el séptimo arte. En la cinta contamos con la narración del mismísimo director (interpretado por Roberto Sosa) quien nos platica sobre sus logros y tropiezos dándonos una peculiar revisión sobre su carrera.
Recuerdo que en su momento, después de haber visto la cinta en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara (edición número 27, para los que llevan la cuenta) recuerdo que lo mejor era la actuación de Roberto Sosa, quien aunque ha demostrado ser un actor increíblemente capaz en varias ocasiones, no recuerdo casos recientes en el cine en donde tenga el papel estelar y aparezca en pantalla prácticamente toda la cinta. En la misma línea, el cuidado que pone el realizador en la forma en que se muestra la cinta es notable. Mientras hacemos una revisión sobre la vida de Juan Orol la misma se muestra haciendo un simil en forma a como va evolucionando el cine del mismo autor, teniendo cambios del cine en blanco y negro a color y sus distintas variantes según el avance tecnológico. En la misma manera, los errores característicos del cineasta son presentes, teniendo escenas en las que vemos a Roberto Sosa vistiendo un impecable traje blanco para que en el mismo desarrollo de la secuencia, aparezca con traje negro, aunque se supone que todo ocurre en el mismo momento. ¿Continuidad? Eso no es necesario. ¿Lógica? Eso es un lujo, como dice en uno de sus diálogos cuando un personaje le indica a Orol sobre una ventana que debió haber sido rota en una escena con disparos, “¿crees que la gente va al cine a ver cristales romperse?”. Al final lo que cuenta es que uno pueda contar la historia de manera efectiva.
Mientras que la ambientación, la interpretación de Sosa y el surrealismo narrativo (adicionado con puntadas efectivas) son los puntos fuertes de la cinta, por otra parte tenemos algunos problemas narrativos. Mientras que la reinterpretación de Chucho Ochoa como él mismo, pero de general de la época (después de todo el ya “interpretó” a Álvaro Obregón en La Cebra), pasa más como anecdótica, el enfoque tan clavado en la forma hace que el fondo de la cinta se pierda un poco. Juan Orol nos cuenta su historia y sus desventuras pero no se logra una empatía del todo con el personaje. El hecho de que el mismo realizador se burle (con respeto irónico, si tal cosa es posible) del mismo personaje al que le hace un homenaje es algo que no termina de convencerme, aunque haya sido para ilustrar un gag casi al finalizar la cinta. Tal vez sea injusto comparar esta cinta con el tributo que Tim Burton le hizo a Ed Wood (cuando Burton sabía dirigir películas y no arte), pero uno de los grandes méritos de Burton es que hizo que el personaje principal, sin importar que lo mostrara con vestido y pelucas que no le quedaban, nos importara. No se mofa sino nos lo muestra y nos hace comprenderlo, aunque no podamos evitar soltar una risita con sus desventuras. En la cinta de Del Amo el enfoque más que en los personajes es en el ilustrar la evolución del autor, teniendo hincapié la evolución y no tanto en el autor. Atestiguamos los distintos amores y desamores que tuvo con sus musas Consuelo Moreno, María Antonieta Pons, Rosa Carmina y Mary Esquivel pero las relaciones entre él y ellas nos son intrascendentes en la mayoría de los casos y fuera del hacernos pensar en la habilidad de Orol al aplicar el puesto de realizador como causa de ligue con chicas guapas, no aportan la gran cosa.
El manejo imaginativo e ingenio que tiene la cinta se contrarresta en cierta medida con el ritmo errático con la que se cuenta. Curiosamente eso parece no ser tan importante porque aunque a algunos compañeros de la crítica que no les gustó la película, El Fantástico Mundo de Juan Orol está nominada para representar a México en los Óscares y en los Goyas, cosa que se anunció antes del estreno de la cinta. Probablemente la cinta tiene posibilidades ya que sirve para ilustrar de forma más amigable la historia del cine mexicano a través de uno de sus exponentes en lugar de dar preferencia a algo como la película de Colosio o alguna otra cinta con reconocimiento festivalero.
Aclaración: gracias a los comentarios que el buen Everardo González me hizo, creo conveniente aclarar que la cinta solo está nominada y está compitiendo con otras seis para ser enviada para el proceso de selección y competencia tanto para el Óscar como el Goya. Tanto Pastorela como Colosio están en la misma competencia y al momento de publicar esto, todavía no se define la cinta que representará a México.
A final de cuentas, El Fantástico Mundo de Juan Orol sirve como un interesante acercamiento al cine del realizador para el público en general y tiene suficientes guiños para mantener entretenidos a aquellos que conocen un poco más de su obra. La cinta tiene varios aspectos que se pudieron mejorar sin embargo confieso que cuando la vi, en el pasado FICG, la disfruté bastante, tanto así que pienso volver a verla ahora que se estrena en cartelera regular.
10 de septiembre de 2012
Suave Patria
Esta crítica también pueden disfrutarla en su hermoso formato multimedia o en formato de imagen en nuestra página de Facebook, como parte del Cuarto Especial de Cine Mexicano.
Este fin de semana se estrenó la cinta mexicana Suave Patria, como queriendo y no para aprovechar las fiestas nacionalistas que tenemos en este mes. Ante el anuncio de que a sus 250 copias con las que salió a cartelera regular se planea agregar otras 100 copias más, vale la pena el revisar el porqué del éxito de esta cinta.
Arturo (interpretado por Adrián Uribe) y Óscar (Omar Chaparro) son una pareja de actores de poca monta cuyo mejor acto consiste en simular asaltos en los microbuses de la capital del país. Sin tener gran capital es que la fortuna les sonríe ya que Mauricio Tavárez (Mario Iván Martínez) es testigo de sus cualidades actorales y decide contratarlos para un show más… personal, en el que deberán interpretar el secuestro de Don Antonio Robledo (Emilio Guerrero). Debido a que no tienen ni en qué caerse muertos, aceptan la chamba, sin saber que eso los meterá en una serie de enredos que incluye el amor de una damisela (Karla Souza) y la persecución hecha por un policía malhumorado (Héctor Suárez).
Suave Patria es una de esas cintas que al público en genera pueden parecerle atractivas ya que, después de todo, incluye la presencia de personajes reconocidos en el medio televisivo. Chaparro y Uribe dan para una dupla que podría proporcionar buena cantidad de momentos divertidos, lo único que necesitan es un guión y un director que sepa explotarlos con eso tendríamos una buena cinta que pueda generar buenos ingresos en taquilla. El problema es que no todos esos elementos están presentes, ya que si bien la taquilla ha sido bastante decente y la dupla de orígenes televisivos puede atraer gente al cine, lo que se encuentra uno en las salas no es precisamente una buena historia.
Cuando uno tiene personajes bien desarrollados y establecidos, las historias se escriben casi por sí mismas. Si no han visto la serie británica de Psychoville, uno de sus grandes méritos es precisamente el hecho que se toma el tiempo en desarrollar sus personajes y hace que cuando estos se integren en la trama general, las acciones fluyan rápidamente ya que uno no tiene que justificar las acciones que se dan con un “parche narrativo”. Me imagino que al ver uno de los cortes finales de la cinta, el realizador encontró varios huecos que hacían que la historia no se entendiera de manera efectiva. ¿Cuál es la forma más fácil de solucionarlos? En el medio publicitario uno puede agregar textos (o súpers) sobre la imagen para aclarar que si un cabello se ve sedoso es por el producto anunciado. En una cinta uno puede utilizar un narrador en voz en off para que nos aclare que si vemos a un personaje triste, la voz nos diga que el personaje está triste (y si fuera un comercial aparecería el texto de “Triste” sobre su cabeza). El recurso de la voz en off es uno que debe ser usado con cierto cuidado, considerando el manejo que tiene la historia, pero en la cinta se utiliza para darnos explicaciones sobre los personajes y su importancia, cosa que debió haber sido establecida por el mismo guión y que se podrían hacer notar a través de cosas tan simples como el vestuario o hasta la actitud que manifiesta el actor. Desafortunadamente para hacer que algunos de sus personajes secundarios tengan más importancia, hay ocasiones en que un narrador aparece para decirnos el porqué, cosa que es decepcionante, especialmente cuando hasta el final de la cinta nos enteramos quién es el narrador, el cual es un personaje sacado de la manga el cual no tiene absolutamente nada que ver con la historia y se siente tan forzado como si una épica quijotesca fuera narrada por un danzante del zócalo en plena era espacial.
El manejo de los personajes es solo uno de los problemas pero la forma en que se establecen las relaciones entre los mismos es peor. El villano reventón Mauricio Tavárez demuestra que tiene un talento actoral capaz de sacarlo de la prisión, así como suficiente inteligencia y contactos como para fraguar intrépido escape pero es incapaz de sumar dos más dos para tratar de obtener el misterioso tesoro que busca y prefiere hacer un plan complicado en el que tiene que utilizar a un par de malos actores, dejando varios cabos sueltos en el camino, los cuales servirán para meter al personaje de Héctor Suárez, del cual se tendrá que deshacer casi al final gracias a otro personaje sacado de la manga del cual no se tiene mayor justificación para que aparezca en la cinta. ¿En serio? El aventar personajes para resolver deficiencias narrativas no es un recurso digno de un realizador que se respete, o peor aún, que respete a su público.
La cinta tiene varios elementos que podrían ser utilizados para provocar risas pero desafortunada las incoherencias e inconsistencias se van presentando en casi todos los elementos de la cinta. ¿Se necesitaba un conflicto amoroso? No, pero igual se integró. ¿Era necesario un conflicto en el que los personajes cuestionaran su amistad para reforzarla al final? Según el narrador del final sí, ya que de eso se trataba la película, pero el conflicto se hace de una manera tan falsa que no tiene impacto y su resolución es tan truculenta que no tiene el menor peso en la historia. ¿Era necesario el uso de actores de televisión para narrar una historia efectiva? De entrada, la historia no es efectiva, y como menciona Alejandro Alemán en su crítica de la cinta, se siente más como un conjunto de gags mal planeados y peor ejecutados mezclados en licuadora. Si acaso las bonitas postales de los entornos duranguenses es lo más rescatable de la cinta, pero para ver eso mejor consulto la página de turismo del estado y gasto menos.
En el poster de la cinta se nos anuncia “una película de Francisco Javier Padilla”, junto a los nombres de los actores. Se que es un trabajo impresionante el hacer una película y más en nuestro país, por lo que el logro de Padilla es reconocible pero, ¿es necesario recordarnos que es una película de dicha persona? A nivel mercadotecnia uno puede incluir los nombres de las personas que pueden dar una referencia que pueda atraer al espectador, pero con todo el respeto que me merece Padilla, fuera de unos cortometrajes no tiene un nombre que pueda servir para atraer audiencia en lo que es su primera película. Incluso productoras con más experiencia como Lemon Films anuncian sus cintas como “de los creadores de X película” ya que saben que la pretensión de poner un nombre desconocido como referencia de una cinta no sirve de mucho. Desafortunadamente en la cinta se nota una cierta pretensión por contar una historia que no termina de cuajar y demuestra no solo que la película es una ópera prima, sino que el realizador necesita trabajar más en lograr una narrativa más efectiva, y miren que eso no lo digo yo sino los sonoros ronquidos de un señor que coincidió en la misma función a la que yo acudí, en viernes en la tarde, en una sala que no llegaba ni a una cuarta parte de su capacidad. Este tipo de detalles me hacen cuestionarme de dónde viene el éxito de la cinta, ya que a todas luces tiene muchas deficiencias, incluso en la edición, la cual fue supervisada por Carlos Bolado, el cual no es un improvisado en el séptimo arte.
A final de cuentas, Suave Patria es uno de esos fenómenos peculiares del cine mexicano. La mayoría de la crítica la encontró como una de las peores cintas del año aunque misteriosamente dio buenos dividendos en taquilla, probablemente debido a los actores televisivos que llevan gente a las salas. A nivel industria eso es positivo y ojala le de otra oportunidad a Padilla para lograr hacer otra cinta más pulida en donde la narrativa funcione da manera adecuada. Desafortunadamente por su poca calidad narrativa ha logrado hacer que aquellos que “no ven cine mexicano porque no encuentran nada bueno” tengan otra razón para evitar la producción nacional.
9 de septiembre de 2012
T4E28 - Da-Ninja Contraataca
Finalmente se revela el porqué Da-Ninja no ha podido regresar a responder las preguntas de las tres personas que lo veían. ¿Qué era tan importante como para que el afamado personaje no pudiera atender las necesidades de su público? ¡Descúbranlo reproduciendo esta presentación especial!
Si quieren ver de las apariciones anteriores de tan afamado personaje, ¿por qué no revisar estas entradas?
Recuerden que este y más videos están disponibles en lo que tenemos catalogado como la Cuarta Temporada. A continuación tienenlos enlaces de descarga tanto en mp4 (84 mb) como en ogv (9 mb). Al mismo tiempo pueden verlo en YouTube.
Si quieren ver de las apariciones anteriores de tan afamado personaje, ¿por qué no revisar estas entradas?
Recuerden que este y más videos están disponibles en lo que tenemos catalogado como la Cuarta Temporada. A continuación tienenlos enlaces de descarga tanto en mp4 (84 mb) como en ogv (9 mb). Al mismo tiempo pueden verlo en YouTube.
7 de septiembre de 2012
Viernes de Videos: Metro
En esta ocasión tenemos un corto estudiantil realizado por Jacob Wyatt en el que vemos la historia de una chica que tiene que recuperar su boleto del metro que está en las manos de un zorro.