Viernes de Videos: Eliza

Desde hace tiempo he mantenido comunicación con Rodrigo Nava, joven realizador que desde los Retro Studios se ha dado a la labor de no solo hacer su chamba sino también se prepara para hacer cine. Su más reciente esfuerzo fue el cortometraje Eliza, del cual pueden ver el trailer a continuación.



El corto empezará a tener distribución en algunos circuitos especializados (como festivales o festivales... igual, también en festivales) y después podrá ser visto en línea. En lo que eso ocurre, les comparto lo que le escribí al buen Rodrigo luego de que pude ver su más reciente trabajo.

De acuerdo a nuestras personalidades es el tipo de historias que nos interesan o en algunas, preferimos evitar. Confieso que cuando empezaba a leerte, Ro, escribir acerca de Eliza y su mensaje y de cómo esperabas que ojalá la mayoría de las mujeres que la vieran pudieran entender el mensaje me empezó a alienar un poco. Soy de ese tipo de personas que cuando le dicen algo como “película con mensaje” o “película basada en hechos de la vida real” tienden a esquivar dichas historias como si fueran la peste.

La historia de Eliza se enfoca en el cambio de vida de una chica basada en su encuentro con la muerte. ¿Hay más personajes en la historia? Claro, hay uno, quien cumple con la función de ayudar a dar perspectiva y acompañar al personaje principal (aunque en realidad los dos son principale) y ayuda al espectador a reflejar un cierto grado de empatía. Eliza se empieza a encerrar y aunque no es la chica que “odia a todo el mundo”, no muestra tener precisamente gran contacto con el resto de las personas, como su primera interacción con el vecino del 1 lo demuestra. Me parece un poco “muy conveniente” la forma en que empiezan a socializar y en que el vecino empieza a meterse en la vida de la chica, aunque bueno, eso se justifica en cierta medida con el final, aunque hubiese preferido que fuera de una forma no tan suave.

Un detalle notable que he notado (válgame la rebuznancia) de anteriores cortos a este es que el manejo y dirección de actores está más pulido. Los personajes logran manifestarse como convincentes y transmiten tanto la frustración como el apoyo de los dos lados de la historia. Funcionan dando un equilibrio para que no se vuelva algo sombrío a pesar de los dramas hormonales femeninos (afectados obviamente por el drama interno mayor) y jamás se muestra como algo todo bonito y optimista donde uno espera ver el final feliz.

La historia tal vez pudo acortarse un poco en edición, sin embargo no se siente pesada, y como mencioné, tal vez me hubiera gustado mayor desarrollo al principio para establecer mejor a los personajes y hacer que la interacción fluyera más naturalmente y no de forma un poco conveniente. Sin embargo son de esos detalles que en realidad no afectan al grueso de la historia y va más con el desarrollo que pueda preferir el espectador.

El trabajo de cámara y maquillaje es notable. Quizás el jugar con el desgaste físico de la actriz principal a través de manchones o moretones conforme avanzaba la historia hubiese ayudado a resaltar el proceso desgastante hubiera funcionado para establecer el paso del tiempo ya que fuera del cambio de look no tenemos una metamorfosis y es hasta casi el final donde tiene ya un cambio de actitud. Si veo a alguien demacrado y mentando madres sobre la vida me parece un poco más consistente a que si solo dependo de la actuación.

A final de cuentas Eliza me agrada bastante a pesar de que no es el tipo de historias que me llamen la atención. El mérito que tiene viene de la mano del desarrollo de la historia, gracias tanto al talento del realizador (cebollazo pal director, ¿por qué no?) como de los actores. Los demás elementos se complementan para dar una buena historia.

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