El Caballero de la Noche Asciende. Bueno, primero regresa y después asciende en el cierre de la saga dirigida po Christopher Nolan La cinta ha dividido opiniones y hay quienes la aman y hay quienes la odian pero, ¿cuáles son algunas de las razones por las que vale la pena verla? Eso es de lo que hablo en esta transmisión. ¿Qué esperan? ¡Descarguen el podcast!
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Antes de pasar a mi texto, hay un par de recomendaciones que me gustaría pasarles. En sí son en la categoría de "críticas tirando a negativas" sobre la cinta, pero con argumentos válidos y sin fanboyismos baratos o posturas "anti Nolan" gratuitas. Vía Twitter estuve charlando con Raúl, y los comentarios dieron como para un texto que pueden leer por acá. Finalmente, si les gusta la onda de los antecedentes de la obra original en viñetas, ¿Por qué no visitar a El Duende Callejero por este otro lado? Ambos textos valen mucho la pena.
¡Ah! Y en caso de que prefieran leer el texto de la crítica, pueden hacerlo al descargar el podcast y seleccionar la opción de "ver letra" en su reproductor de audio favorito, o ya de plano, leerla a continuación o donde se publicó originalmente. Y si les interesa, también escribimos de Batman Begins o The Dark Knight hace tiempo.
Después de tanta espera, especialmente en nuestro país, es que llegó a nuestras carteleras la conclusión a la saga del Caballero Nocturno. El director Christopher Nolan cierra su historia pero, ¿logra un final satisfactorio o se desinfla como en las anteriores sagas de encapuchados como fue con los X-Men o con Spider-Man?
Ocho años han pasado desde que el Hombre Murciélago desapareció, tras haber sido inculpado por la muerte del incorruptible fiscal de distrito, Harvey Dent. La ciudad ha estado libre del crimen organizado y el crimen desorganizado es fácil de eliminar. Desafortunadamente la paz no es duradera ya que llega la amenaza de Bane, un terrorista que ahora encabeza las fuerzas de La Liga de las Sombras y quien tiene planes para la ciudad que anteriormente era protegida por el Caballero Obscuro.
El Caballero de la Noche Asciende es una de esas cintas a prueba de críticos. Eso la coloca en el selecto grupo en el que hay películas de James Cameron o de Michael Bay. No importa los comentarios negativos o positivos sobre la cinta, el público será más aferrado a su opinión que un AMLO-Bot sacado del Distrito Federal. A esto, agreguémosle el hecho de que los fanáticos del personaje o del director están dispuestos a defender a capa y espada al objeto de sus aficiones y cualquier persona que se atreva a hablar mal de la obra puede estar esperando sentencias de muerte y amenazas varias. A la par hay quienes son incapaces de considerar que la cinta tiene algún aspecto positivo y se enfocan en cualquier cantidad de defectos que puedan encontrar, aunque desafortunadamente la mayoría de las veces suena a que se quejan que la película no refleja al personaje con el que ellos crecieron, ya sea el de Tim Burton, el de la serie animada o incluso el de Adam West y parece que sus comentarios se limitan a estar obsesionados porque los nombres de Bruno Díaz y El Comisionado Fierro no son utilizados en esta nueva saga.
El director, Christopher Nolan, ha declarado que para la realización de la película una de sus fuentes de inspiración fue el clásico de Charles Dickens, Historia de Dos Ciudades. Curiosamente las visiones sobre la cinta parecen tan encontradas como las realidades de la obra literaria en dónde hay comparaciones entre la Inglaterra y Francia del Siglo XVIII en donde hay dos países tan distintos, pero los dos forman parte de un mismo continente. De la misma manera, el cierre de la bati trilogía contiene tanto grandes aciertos como errores notables, aunque curiosamente eso no impide que sea uno de los cierres más redondos y mejor elaborados a una saga cinematográfica reciente.
Entre las críticas negativas sobre la cinta hay quienes la acusan de tener una historia hueca y en dónde Nolan no aprovecha su mayor talento, ya que como realizador ha demostrado ser un autor enfocado en ideas y conceptos, los cuales integra en sus historias y los desarrolla de manera competente. Es curioso, considerando que el director retoma elementos de Batman Begins y los desarrolla más a fondo. En Batman Inicia, Henri Ducard (Liam Neeson) plantea el hecho de que una idea puede trascender más allá que una persona, concepto que abraza ligeramente el personaje de Jonathan Crane (Cillian Murphy), quien al usar una máscara busca el infundir el miedo a través de su impacto psicológico. En The Dark Knight los villanos hacen juego con las identidades, ya que mientras el Joker (Heat Ledger) nunca adopta una máscara definitiva sino que juega con todas las posibilidades, Harvey Dent (Aaron Eckhart) libera sus frustraciones cuando abraza su lado obscuro. En el caso de The Dark Knight Rises, la identidad y el establecimiento de la misma es pieza fundamental y se hace presente en muchos de los personajes principales. Bane, en el inicio de la cinta, menciona como a nadie le importaba quién era él hasta que empezó a usar su máscara característica. Curiosamente, en esta ocasión su máscara no le da poder, pero le quita la limitación física que le implicaría el no usarla. El personaje es famoso en los comics por haber sido quien derrotó a Batman, rompiéndole la espalda y dejándolo paralítico. Quienes esperaban ver una pelea intensa entre ambos personajes en la cinta no quedaran decepcionados pero la victoria de Bane no se ilustra con la supremacía física o una quebradora bien aplicada, sino con el hecho de que es capaz de romper la máscara del Murciélago, dejándolo incapacitado y derrotándolo física y moralmente. Desde los primeros trailers y posters en dónde se veía un fragmento de la máscara en las manos de Bane, quien después la tira al piso se mostraba eso como una imagen poderosa e impactante.
Dentro del mismo juego de máscaras hay aspectos interesantes. El personaje de Miranda Tate (Marion Cotillard) se presenta a Bruce Wayne (Christian Bale) en un baile de disfraces, mismo en dónde Bruce se encuentra con Selina Kyle (Anne Hathaway). Los tres personajes hacen juegos de identidades y mientras una es increíblemente transparente, otros parecen querer mantener el juego de personalidades alternas. Curiosamente la máscara que utiliza el personaje de Selina Kyle (a quién nunca se le llama Gatúbela en la película) y sus “orejitas felinas coquetas” que en realidad son unos lentes que se coloca sobre el cabello es el reflejo del manejo que Nolan debe de darle a la cinta, ya que debe forzar algunos elementos para acercarse a lo que el público espera, tratando de justificarlo. Una máscara con doble funcionalidad que cubre fines estéticos caprichosos que se relaciona con el hecho de que Nolan no estaba precisamente fascinado con el hecho de realizar una tercera entrega, aunque de eso hablaremos más adelante.
El mejor ejemplo del juego de duplicidad de identidad y la dificultad de mantener una fachada es la misma Ciudad Gótica. La ciudad logró mantenerse en orden con un sistema judicial tan eficiente que acabó con la criminalidad pero para lograrlo, tuvo que basarse en una mentira. El personaje del Comisionado Gordon (Gary Oldman) no utiliza nada sobre su rostro para cubrirlo, pero para lograr un bien común debe abrazar una historia que no se atreve a desmentir, a pesar de que con eso incrimina a su amigo y compañero encapuchado. Su plan funciona y a pesar del precio que los personajes deben pagar, se logra que la ley y el orden policial funcionen. Desafortunadamente el orden en las calles no puede reflejarse con un manejo financiero adecuado, ya que si bien no hay criminalidad, la desigualdad social es presente y hay jóvenes que prefieren buscar empleo en terrenos subterfugios. Cuando el orden establecido y las instituciones encargadas de mantenerlo son alterados, surge la otra cara de la ciudad y el pueblo oprimido por el sistema decide sobreponerse ayudado/forzado por Bane, quien con amenazas motiva a la gente de la ciudad a recuperarla para ellos mismos.
Alejándonos un poco del tema de las analogías (podría seguirme por párrafos hablando sobre como la soga en la Prisión de las Mil Escaleras es una referencia al sistema como elemento de control, de recuperación y de liberación, así como una carga que puede volverse problemática y obstaculizar el desarrollo personal), a nivel técnico, Nolan se enfoca en brindar una experiencia a gran escala. Gracias al éxito de su anterior entrega del Caballero de la Noche,se ganó el favor del estudio, a quien puede pedirle el dinero que quiera para hacer sus películas. Nolan tiene presupuesto para juguetes y sabe como aprovecharlos. El hecho de que la cinta tenga casi una hora filmada en formato IMAX no es gratuito, ya que si bien el realizador manifestó su deseo de explotar más el formato, el mismo ayuda a nivel narrativo. La ciudad se ve majestuosa y su magnitud se muestra gracias al enorme tamaño de cuadro. Al mismo tiempo, los momentos más importantes a nivel visual se logran apreciar mejor y de manera peculiar, ya que si bien es de esperarse que una batalla campal en la ciudad se vea espectacular ocupando todo el ancho y alto de la pantalla, es curioso como en enfrentamientos más personales, como en una pelea en las alcantarillas, a pesar de contar con un formato de imagen más grande, uno se siente oprimido, en un entorno casi claustrofóbico. Esto ayuda a ilustrar de manera excelente la derrota del murciélago, momento que aunque uno pueda esperar ya que viene desde los primeros trailers, no deja de ser increíblemente agotador y abrumador. Una cosa es leerlo en un cómic, otra es saber que va a ocurrir en pantalla y una muy distinta el verlo en toda su magnitud.
Las actuaciones son bastante sólidas, y si bien Anne Hathaway y sus encantos se roban buena parte de la cinta, Bale logra la representación más sólida de Bruce Wayne, quien usualmente es olvidado ya que un encapuchado suena más interesante para el público en general. Por su parte tanto Gary Oldman, Morgan Freeman o Michael Caine se manifiestan como el lado humano de la cinta, representando en cierta medida al espectador. Michael Caine está genial en particular, brindando un toque muy emotivo y dándole humanidad y haciendo que nos importe un personaje salido de las viñetas.
Otra de las críticas generalizadas sobre la cinta y que en cierta medida viene desde la entrega anterior, es el manejo de las voces. Que si la voz de Bane suena casi teatrera y la voz ronca de Batman suena ridícula. El problema principal viene de mano de las expectativas del espectador. Al salir de un medio visual, no hay un patrón específico establecido sobre cómo deben de sonar dichos personajes. Bane habla con gran elocuencia y al parecer su máscara debe de contener un amplificador y micrófono ya que se escucha increíblemente claro, aunque por eso podemos culpar a las quejas de la gente que vio el prólogo de la cinta y decían que era difícil entender a alguien con acento extranjero y una máscara que le cubría la boca. Eso terminó haciendo que se volvieran a grabar los diálogos y se realizara otra mezcla de sonido, cosa que en mi opinión no debió ocurrir, pero no era mi decisión, y al parecer todos los estadounidenses son incapaces de identificar acentos extranjeros. En el lado de la voz ronca de Batman, en los cómics solo se referencia que es eso, precisamente, ronca y dura. El problema es que podemos imaginar de maneras tan distintas como suena y podemos citar el caso de la cinta animada de Year One. El diálogo que escribe Frank Miller para Batman suena poético pero al escucharlo en voz no tiene sentido. Lo mismo ocurre con el tono ronco que en descripción suena adecuado, pero al escucharlo, ninguno sonará correcto.
Al realizar su cinta, Christopher Nolan se enfoca más en la sucesión de momentos, construyendo cada vez uno más grande en base al anterior. Entre la película de The Dark Knigh y esta ocurrieron ocho años, y entre el inicio de la cinta y el final pasan varios meses en los que se desarrolla toda la historia. Si bien el inicio se puede considerar un poco lento, ya que establece los elementos a desarrollar en el resto de la cinta, es más que necesario, para así presentar la situación en la que se encuentran nuestros personajes, así como dar las bases para todo su desarrollo. Es curioso ya que parece que finalmente Nolan empieza a superar uno de sus puntos débiles ya que en cintas anteriores no era capaz de manejar personajes femeninos de manera eficiente. El personaje de Selina Kyle brilla y roba cámara en cada momento que aparece y no solo gracias a su increíble atractivo visual y sus diálogos en dónde muestra su ingenio, capaz incluso de truquear al mismo Wayne, siendo una especie de Irene Adler actualizada quien funciona como complemento adecuado para el Hombre Murciélago en una historia en la que el director se ha negado a insertar a un Robin ya que es ridículo el que un niño trapecista huérfano sea puesto en riesgo al combatir el crimen por el encapuchado. Aunque curiosamente tanto Selina como el personaje de John Blake (Joseph Gordon-Levitt, quien nos da un personaje memorable en esta entrega) cubren ese aspecto.
Si bien la cinta tiene puntos flacos en el guionado, la realidad es que es un enorme logro gracias al hecho de que nos recuerda el cine y sus alcances a gran escala. La imagen en pantalla aprovecha el formato IMAX y nos da no solo encuadres más grandes que el cine tradicional sino que ayuda a que nos metamos más en la cinta. Nolan no ha preparado una película sino una experiencia que nos comparte y que es capaz de atraparnos. ¿Qué importa si no tiene mucha lógica el hecho de que al inicio de la cinta Batman sea un fugitivo de la justicia? Gracias a ese hecho es que su regreso se vuelve emocionante y el hecho de que toda la fuerza policiaca de la ciudad lo persiga mientras él trata de detener a un fugitivo de la justicia está presente en la cinta. A partir de ese momento es que la cinta va en crescendo y cada momento aumenta en escala hasta llegar a un climax en el que se lucha por la salvación de la ciudad, sin importar el costo que se deba de pagar.
El cierre de la saga del Caballero Obscuro es más que satisfactorio. Corrían rumores de que la cinta estaba hecha más por encargo, especialmente debido al hecho de que Nolan solo planeaba una entrega de su Batman a la vez, y al terminar con la cinta anterior no encontraba una justificación para volver al personaje. En esa misma línea de rumores se menciona que le ofrecieron un cheque en blanco al director para que hiciera Inception, una de sus mejores cintas, al lado de El Gran Truco, a cambio de que dirigiera otra entrega del Murciélago. Entre las condiciones del director estaba el que su hermano, Jonathan Nolan, dirigiera la cinta enfocada en The Man of Steel, cosa que no fructificó. Tal vez por el compromiso es que al final Christopher Nolan hace El Caballero de la Noche Asciende y se enfoca en aprovechar los recursos que tiene a la mano y los aprovecha para ofrecernos una experiencia enorme. A final de cuentas, el cine no es una historia o un mensaje, sino una experiencia que el público se lleva consigo aun cuando sale de la sala.
2 Comentarios
Y luego de leerte me surge la siguiente pregunta: las analogías vienen a tu cabeza mientras mirás las películas o después? Te imagino haciendo analogías mientras ves la película y perderte unos 10 minutos de cinta :P
Y las referencias y analogías van en paralelo. La ventaja de tener 3 cerebros... o algo así.