Después de acumular nominaciones y premios en varios festivales internacionales es que llega a cartelera cuasi regular la cinta de Kyzza Terrazas. ¿La cinta puede capturar la atención del espectador común y corriente o es una de esas películas de circuito festivalero para público festivalero? Vayamos por partes (cortadas con machete, desde luego) para ver de que va la cinta.
Ray (interpretado por Andrés Almeida) y Ramona (Jessy Bulbo) son una pareja en sus treintas que se siente inconforme con la sociedad. Mientras que Ramona en vez de pintarse el pelo y tener ex novios con súper poderes prefiere dedicarse a la música en la que las letras de sus canciones reflejan de su sentir, Ray se dedica (según me entero por la sinopsis en la página de Conaculta sobre la película) a ser activista social. Ambos quieren luchar por “un mundo más justo” (también sacado de la sinópsis) pero debido al autosabotaje los conflictos existenciales de la pareja no terminan de cuajar en lo que ellos quisieran terminara con bomba y platillo.
La cinta ha recibido menciones y premios internacionales pero la crítica nacional no tiene una opinión consensual sobre la misma. Recuerdo haber leído en Animal Político, Nexos o Milenio comentarios muy positivos sobre la película, en la que se alaba al director, el manejo de historia y las actuaciones, mencionando incluso como venerable la labor de la señorita Bulbo quien a pesar de no ser actriz, saca la casta. Dichos comentarios despertaron mi interés aunque el hecho de que me tocó verla en una sala donde solo habíamos cuatro personas, que a los 15 minutos se salió una (logrando un walkout del 25% de los asistentes) y que yo mejor me pusiera a twittear sobre los problemas de la cinta después de 40 minutos de proyección no son un buen indicador.
Dejando descansar un poco la película me percaté que en sí no es mala. Menciona Ernesto Diezmartínez en su crítica que la película fue diseñada para ser exasperante y esa era la intención del director. Narrativamente funciona más o menos bien pero no encuentro una historia en la película. No hay una ilación que atraiga al espectador y en si bien Andrés Almeida actúa, el personaje de Ramona se siente más como una caracterización que una interpretación. En esta misma línea mi mayor problema con la cinta son los personajes. No pasan de ser planos y aunque se intenta dar una especie de desarrollo al hablar de la historia de la hermana de Ramona, la cual está internada en un psiquiátrico y no puede ser visitada o el hecho de que la familia de Ray es bastante pretensiosa aunque no sea precisamente de dinero, no ayudan a dar un trasfondo consistente a los personajes. Por momentos también se siente que cosas como el que se mencione que el padre desaparecido del personaje femenino fue un guerrillero desaparecido en los 70’s pretende dar justificación al odio que tiene a la sociedad pero se siente metido con calzador. Yo puedo decir que mis abuelos vivieron en la época de la cristiada y con eso puedo correr enfundado en una sábana santa y gritar “¡Via Cristo Rey!” y quedar igual de justificado, ¿no?
Los personajes se manejan como “activistas”, pero al final resultan carecer de convicción. Son quejumbrosos de internet, pero que en ausencia de cuenta de twitter o de conexión hacen cancioncitas o se dedican a registrar momentos como el de Atenco, aunque jamás queda claro a que se dedica Ray, mostrando una falta de interés en el guión para establecerlo como un personaje sólido. Yo me enteré que era activista por la sinopsis aunque pensé que se era videasta o reportero. Dentro de lo que parece ser la historia, los personajes se deciden a hacer acciones que deberían ser importantes, como el tener un hijo o explotar una bomba. Decisiones importantes pero que lo más probable es que no lleguen a culminar debido a que los personajes son muy valientes pero en el mundo de las ideas.
A final de cuentas, El Lenguaje de los Machetes es una cinta que tiene cierto mérito en la selección de la temática. Es un reflejo particular de una generación en que el idealismo persiste a pesar del enfado que tienen con la sociedad. Curiosamente esta misma generación se caracteriza por no ser capaz de tomar las riendas siquiera de su propia vida y quedan todavía más frustrados al tratar de hacer algo más grande y ver que por su ingenuidad, no les salen las cosas como las “planearon”. En ese sentido, la cinta tiene un manejo correcto. El desarrollo y planteamiento de lo que podría ser una historia, la fotografía y los personajes son los únicos detalles que a nivel personal hicieron que saliera disgustado, o mejor dicho, exasperado. Por esa misma razón no creo que la cinta sea recomendable para un público fuera de aquellos a quienes les gustan las canciones con letras incoherentes que parecen escritas por pubertos pseudo poetas malditos de bolsillo y que se sienten revolucionarias, o por el dizque activista que defiende las causas indígenas, usa huaraches y fuma hierbas medicinales pero es incapaz de ir a la sierra a practicar lo que predica defender.
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