Uno de mis directores favoritos es Kevin Smith. Si bien no es precisamente un cineasta talentoso, al menos sabe contar historias de manera divertida, aunque tiende a abusar un tanto de los chistes de “fuck and dick”. Con esto dicho, sus cintas más representativas han sido Clerks (con una secuela), Chasing Amy (en mi opinión, su mejor película), Dogma (con un cast peculiarmente impresionante ya que hasta tenia a Alanis Morrisete como Dios), Jay & Silent Bob Strike Back (irreverente e irrelevante para Hollywood) y la ya más madura Jersey girl. Mallrats no la incluyo porque no la he visto y además dicen que es medio malona.
Habiendo establecido la filmografía del director, “Zack y Miri hacen una película porno” es la misma historia que ha estado contando Kevin Smith desde Clerks, en donde vemos las tortuosas existencias de gente de clase media baja, que viven atendiendo detrás del mostrador (en esta ocasión en un café, onda Starbucks, pero región 4) mientras batallan para encontrar el dinero suficiente para pagar la renta. En esta ocasión nuestros personajes principales son Zack (Seth Rogers) y Miri (Elizabeth Banks) quienes para salir del problema económico deciden hacer una película porno para obtener ganancias. Es entonces cuando entre amigos y gente encontrada en sus castings forman el equipo necesario para esta aventura. La historia da un giro interesante ya que, aunque Zack y Miri han vivido por casi una década juntos, siempre han estado en plan de roomies y jamás han tenido un encuentro sexual, cosa que cambiará durante la filmación, ya que después de todo, hay que sacrificar algo… y tal vez descubrir algo que no sabían que ahí estaba.
El humor de Smith está presente en la cinta y si bien en Clerks nos dio un chiste necrófilo y en Clerks 2 hubo un show de stripers con un burro, en esta ocasión aprovecha para explotar algunas de las peculiaridades de la realización del cine para adultos. Los gags temáticos como la primera idea para la cinta porno, títulada Star Whores (Las Putas de las Galaxias) así como otros más locales (aunque no por eso menos divertidos) están planteados de manera efectiva. ¿Alguna vez se preguntaron qué sería de Brandon Routh luego de estelarizar la fallida Superman Returns? Pues sale como actor porno gay en esta cinta.
Durante el desarrollo de la película no solamente tenemos el manejo de chistes sexosos, sino que también el desenvolvimiento emocional entre nuestros estelares, ya que dentro de una circunstancia peculiar es que ellos se empiezan a dar cuenta de que algo entre ellos podría darse, aunque jamás lo habían contemplado. Es necesaria la necesidad (y tal vez la casualidad) para que se animen a reconocerlo y explotarlo, en vez de negarlo renuentemente. El resto de los personajes tiene sus momentos, siendo el casting algo de lo más divertido que he visto, ya que podemos ver a gente como a Burbujas (interpretada por la leyenda del porno Traci Lords) que demuestran sus habilidades especiales que le dan su nombre. En la misma línea es agradable volver a ver a Jason Mewes, ahora desintoxicado y rehabilitado y lejos de su personaje de Jay (recurrente en las cintas de Smith) aunque con su tradicional encanto bizarro. Habiendo establecido la filmografía del director, “Zack y Miri hacen una película porno” es la misma historia que ha estado contando Kevin Smith desde Clerks, en donde vemos las tortuosas existencias de gente de clase media baja, que viven atendiendo detrás del mostrador (en esta ocasión en un café, onda Starbucks, pero región 4) mientras batallan para encontrar el dinero suficiente para pagar la renta. En esta ocasión nuestros personajes principales son Zack (Seth Rogers) y Miri (Elizabeth Banks) quienes para salir del problema económico deciden hacer una película porno para obtener ganancias. Es entonces cuando entre amigos y gente encontrada en sus castings forman el equipo necesario para esta aventura. La historia da un giro interesante ya que, aunque Zack y Miri han vivido por casi una década juntos, siempre han estado en plan de roomies y jamás han tenido un encuentro sexual, cosa que cambiará durante la filmación, ya que después de todo, hay que sacrificar algo… y tal vez descubrir algo que no sabían que ahí estaba.
El humor de Smith está presente en la cinta y si bien en Clerks nos dio un chiste necrófilo y en Clerks 2 hubo un show de stripers con un burro, en esta ocasión aprovecha para explotar algunas de las peculiaridades de la realización del cine para adultos. Los gags temáticos como la primera idea para la cinta porno, títulada Star Whores (Las Putas de las Galaxias) así como otros más locales (aunque no por eso menos divertidos) están planteados de manera efectiva. ¿Alguna vez se preguntaron qué sería de Brandon Routh luego de estelarizar la fallida Superman Returns? Pues sale como actor porno gay en esta cinta.
La cinta es definitivamente recomendable para aquellos que nos gustan los chistes guarros de caca-culo-pedo-pis (como cantaban los Coconus y Enrique y Ana) y que podemos ver una comedia romántica fuera de los estándares hollywoodescos. Si no les laten los momentos coprofílicos, aléjense lo más que puedan de la cinta. Quedan advertidos, aunque eso si, la peli tiene uno de los mejores posters del año.