No te escucho

¿En que momento lo personal se vuelve general? Los pensamientos al articularse en palabras dejan de pertenecer a una persona y se convierten en una idea de dominio más general. Claro, podemos poner la referencia de que si un árbol cae en medio del bosque y nadie lo escucha, no hace ruido, pero la cuestión está en que si la intención del árbol fue la de hacer ruido para ser escuchado, tendremos otro factor más interesante en la fórmula.

Crédito de la imagen: Rock and Repeat

Hace algunos días el buen Blackeagle publicó en su changarro un post acerca de la música en los blogs. Fue interesante ver su opinión así como varios de los comentarios que cayeron en el sitio. Curioso como el mismo día, platicando con una amiga, le criticaba su Hi5 por poner videos que se ejecutaran automáticamente. Ella me mencionaba que a final de cuentas es su espacio y lo pone como ella quiere. Opinión perfectamente respetable, sin embargo me hizo darme cuenta de algo: Somos hipocritas a discreción.

Wow... suena fuerte. Permitanme explicarme antes de que me dejen sonadas mentadas en los comentarios.

¿Para que tiene una persona un blog? Hay desde quienes lo tienen para escribir divagues personales, quejarse de la chamba, compartir opiniones, escribir chistes, postear curriculum, desahogarse de su vida, etcétera. Las razones son muchas y muy variadas. Sin embargo hay un detalle en particular: cualquier cosa que se escriba se plasma en ese medio para que sea leída después.

Cualquier persona con un conocimiento de básico a intermedio sobre como funciona una computadora puede accesar a un procesador de texto increiblemente sencillo. ¿Quieres escribir algo? Bueno, si la opción de hacerlo a mano en una libretita no te satisface, siempre lo puedes hacer en el block de notas. Si el texto es personal y hay cosas ahí que quieres volver a leer, lo guardas en una carpeta para tu uso exclusivo, o si le sabes picar más, pues lo encriptas y punto. Fin de la historia. Solo tú podras consultar tus palabras guardadas en un terreno mas certero que la memoria.

Bueno... pero que tal si quieres escribir y hacerlo en internet. Herramientas que van desde Google Docs hasta Zoho son increiblemente útiles, y además te permiten compartir el texto con otras personas en caso de que así quieras hacerlo. Es básicamente lo mismo que el documento que creaste en tu computadora, con la ventaja de que no esta solo en tu computadora y otras personas podrán accesarlo. Inclusive Google Docs te permite mandar el documento que escribiste a un blog... y es ahí donde la cosa se empieza a poner peculiar.

Un blog está hecho para ser leído. Las generaciones posteriores a los baby-boomers tenemos un deseo de fama y reconocimiento no explicito pero si expresado. Por esto es que ponemos bonitos contadores de visitas en nuestros blogs, para elevarnos el ego y decirnos a nosotros mismos que hay miles de personas que se han interesado en algún u otro momento en lo que decimos. Importamos a los demás. En este momento, aunque no lo reconozcamos, empezamos a escribir para otras personas. Si ves que un tipo de entrada generó más comentarios, le das seguimiento. Según tú, escribes lo que se te ocurre y lo haces nada más para ti. Bullshit. Lo haces para ser leido.

En este punto, volvemos al caso de mi amiga. En su perfil de una red social (Hi5) incluyó videos que se reprodujeran por si mismos bajo el pretexto de que quería un tema musical de uno de los videos de fondo. La canción era Creep y fue el himno de más de una generación. Por mucho que me encante la rola, debo decir que después de la segunda ocasión que entraba a ver el perfil de mi amiga me fastidie totalmente con el hecho de que una canción se escuchaba sin que yo la invocara.

Cada quien tiene su "changarro" como quiere. Eso es una gran verdad y es increiblemente respetable. Si quieres siempre recibir comentarios complacientes luego de haber sido atacado y solo mostrar aquellas opiniones con las que estas de acuerdo, puedes controlar (censurar, diriamos algunos) las opiniones para que estas se muestren hasta que das tu aprobación. Es curioso por que esto es entrar en un juego de que escuchas a las demas personas, permites interacción, pero no aceptas lo todo mundo te dice. Nuevamente, hipocresía a discreción. Si a esas vamos, haz tu blog privado, que solo se pueda accesar por invitación y deshabilita la publicación de comentarios. Esto te tendrá más cómodo, solo tus amigos te leeran y será imposible que recibas críticas adversas, pero siendo sincero ésta es una mentalidad bastante retrograda. Una de las mayores ventajas que tenemos en este preciso momento es la capacidad de interacción casi inmediata. Quiero leerte en este momento. Quiero dejarte un comentario en este momento. Si no puedo hacerlo, pierdo interes y me alejo del sitio. Perdiste un lector en ese preciso momento. Tal vez no te agraden los comentarios que te dejen, pero seamos honestos, quien te dejo el comentario merece tu atención y respeto si él te dedico la misma atención y respeto al leerte. En esto puedo decir que me han tocado comentarios bastante "divertidos" por los fans de Olallo.

Tenemos complejo de rockstars. Según eso no hacemos las cosas para complacer a nadie, lo hacemos para complacernos a nosotros mismos. Si ese es el caso, no nos debería interesar el promover o publicar lo que hacemos, ergo, no utilizariamos ninguna de estas herramientas de internet. ¿Cuál es el proposito de publicar algo si a final de cuentas estaría restringido solo al club de mis 5 amigos que leen mi blog? La creatividad se incentiva con la crítica y la retroalimentación. Al limitar la interacción con los demás, nos limitamos a nosotros mismos. Creanme, mientras más marcada sea la reciprocidad, cosas más divertidas pueden surgir.

Ahora bien, si vamos a escribir teniendo conciencia de que queremos ser leídos, también debe uno marcar su linea y no vivir de complacer a otras personas. Recuerdo cuando recibí algunos correos de los lectores de la vieja guardia quejandose de que no les gustaba mucho que las críticas de películas las hicieara en podcast, cosa curiosa por que el enfoque inicial de este blog fue precisamente el de publicar podcasts, y el texto se ofrecía como parte complementario. Actualmente es más un escenario multimedia con bonitas imagenes, videos, audios y textos. Distintas opciones para el lector, pero creadas a final de cuentas como yo las planeo y quiero, eso si, respetando al espectador y sin imponerle el que vea las cosas de la manera en que yo quiero. Si quieren ver un video, ahí estan los enlaces, piquele y llegué usted solito, puede llevarse bonitas sorpresas, pero jamás impondre que mis podcasts o mi música se escuche sin que sea invocada porque entiendo a la perfección que el lector aleatorio que llegue al changarro bien podría estar escuchando su agradable música y al ver que yo trato de imponerle mis gustos, se va a terminar alejando, por más que le agrade mis sonidos. A final de cuentas son como los comerciales en la televisión, están ahí, se te imponen entre la transmisión del programa pero a menos que sean buenos o te interesen en realidad no los ves, prefieres cambiarle de canal o inclusive te esperas a rentar la serie en DVD para no tener que aguantar elementos innecesarios. Da el mismo respeto que quieres recibir. Si no, a final de cuentas terminarás alejando audiencia que si es fiel, te seguira consultando por otros medios, aunque eso no significa que participen activamente contigo, cosa que te podría enriquecer... y a la larga simple y sencillamente es como si te dejaran de escuchar por el hecho de que no pueden participar.

La obra, por menor que sea, al momento de que se hace pública, deja de ser completamente del autor. Esto a veces implica un sacrificio de control personal pero ayuda a la trascendencia de la misma.

Lectura recomendada: Definiendo e identificando el Arte, por Uriel A. Durán.