Sencilla pero poderosa, y una de las líneas más memorables del cine gansteril. En la versión cinematográfica de la vida de una de las parejas más reconocidas del crimen nos encontramos con lo que para algunos es la mejor cinta del maestro Arthur Penn.
En esta cinta vemos como el buen Clyde (interpretado por Warren Beatty), recién salidito de prisión se encuentra con la atractiva pero aburrida de si vida Bonnie Parker (Faye Dunaway). Es entonces cuando una extraña química, tal vez surgida del aburrimiento con el estilo de vida de la señorita, surge y esta pareja decide dedicarse al crimen. Entre asaltos, uno que otro asesinato, el encuentro con nuevas adiciones a lo que podría ser su pandilla, y un reencuentro familiar, es que la historia recorre no solo la biografía de los personajes, sino también varios estados de la unión americana.
La cinta fue rodada en 1967, y como tal, cabe destacar que los estilos actorales son completamente de a cuerdo a la época. A veces me da nostalgia ver las exageraciones de los actores teatrales o de método en pantalla… aunque todavía esta la televisión abierta. Afortunadamente el buen Warren y Faye no entran en esta categoría y la dirección del sr Penn es inspiradora. La ambientación y manejo de escenas en realidad transmite la sensación de estar viviendo durante la gran depresión en Esclavos Unidos, y esto reforzado por los diálogos que David Newman y Robert Benton escribieron para la cinta en donde vemos como los pobres están más que pobres, aunque eso sí, solidarios con los compañeros.
Entre mis escenas favoritas está en la que la pareja explosiva (no confundir con cierto oriental y afroamericano que estelarizaron tres cintas con ese título) se encuentran en una casa aparentemente abandonada, practicando disparos. En eso llega el anterior dueño, quien se expresa en contra del banco que le quito su legítima propiedad debido a las deudas. ¿La reacción? Prestarle la pistola al pobre señor y que descargue su furia con el letrero del banco.
A pesar de poder ser despreciables, la empatía con los personajes es increíble. Cuando Clyde rechaza los acercamientos semi-amorosos de Bonnie es una secuencia tragicómica insuperable. “I’m not much of a loverboy” y con esa frase se mata la pasión, aunque no la futura insistencia de la pobre Bonnie… ¿qué tan difícil es comprender que habemos caballeros fríos y calculadores que no nos interesa la cercanía emocional? Vaya…
Conclusión: Una de esas cintas clásicas que deben verse alguna vez en esta vida.
8 comentarios :
Me crees si te digo que no la he visto...
¡Ben! Efectivamente... es de las 250 imperdonables del cine norteamericano.
¡Allison! Te diria que te voy a regañar pero yo nunca la habia visto completa hasta hace poco... creo que fue por que pude verla en cine... hay varias clásicas que me encantaria verlas de igual manera.
¡Saludos a ambos!
y yo no la he visto. =) ser a mi tarea del mes.
Un saludillo.
¡Patilu! Conste, te preguntare a principios de noviembre te hare tu examen y te preguntare detalles de la cinta como el calibre del revolver con el que Clyde hace su primer disparo o el nombre de la mara del vehículo que utilizan cuando se encuentran con Mos.
¡Saluditos!
orale! hasta examen de películas haces... OOOoooH!
tampoco la he visto, vamos a San Juan de Dios a comprarla no?
oyeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee... me duele vario mi tobillo....
Asi es mi estimada, tu tendras que presentar el examen de peliculas de manera oral... gracias a dios tenemos skype.
Si te sigue doliendo el tobillo, mañana tramitamos masajito, ¿sale?
¡Saludos, amiguita!
Yo si la he visto!, me gustaria verla en la pantalla grande... pero ps no se puede. Hay un cine cercas de mi casa que pone puras pelis viejitas pero casi no voy... jeje
saludos!
¡Carlos! Lastima que no hay chance para ir a ver clasicos en la pantallota, je, je. Y lastima que es dificil encontrarlos al alcance, como en las salas regulares.
¡Saludos!
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