Primero que nada, han de disculpar que la crítica no la haya publicado también en podcast, ya que desafortunadamente ando increíblemente afónico… y no, antes que me digan que fue por pegar el grito, solo diré que así he andado desde mediados de la semana pasada… lo bueno que como nunca tengo nada importante que decir, ni quien lo note, pero bueno, vayamos a Stardust. La más reciente adaptación de una obra de Neil Gaiman ha pasado por caminos muy interesantes. Lo que empezó como novela ilustrada, evolucionó a prosa en novela completa y finalmente se adapta al cine. Desafortunadamente, gracias al pésimo conocimiento de las distribuidoras, llega a nuestro país con muy pocas copias en su idioma original, y miren que no discrimino la labor de doblaje, sin embargo, esta obra debe verse en su idioma original, especialmente porqué se cuenta con la excelsa narración del buen Sir Ian McKellen.
¿De qué trata la historia? El joven Tristan (Charlie Cox) trata de conquistar a la belleza local de Victoria (Sienna Miller) por quien es capaz de hacer cualquier cosa… inclusive conseguirle una estrella fugaz. En su odisea, Tristan se encuentra con que la estrella es en realidad Yvaine (Claire Danes) y se da cuenta de que no es la única persona en busca de semejante objeto, ya que también tendrá que enfrentarse contra herederos al trono de un reino mágico, así como piratas aéreos y brujas malandras.
Recuerdo cuando vi el tráiler de esta cinta y honestamente no me gusto nada. Además de haber estado en español, la presentación no le hace justicia a la historia, ya que parecía ser solo otra película de fantasía del montón, como las otras 4 que se estrenaran antes de fin de año. Afortunadamente, la realización y la adaptación son llevadas de una manera bastante interesante y en realidad es una cinta digna de verse… desafortunadamente, tendrá que luchar contra prejuicios establecidos por factores externos.
La prosa de Gaiman es muy sabrosa (si, la rima barata es intencional en mi comentario). Diálogos que en la voz de McKellen se escuchan de manera tan interesante como: “A philosopher once asked, ‘are we human because e gaze at the stars, or do we gaze at them because we are human?’ Pointless, really… ‘Do the stars gaze back?’ Now *that`s* a question.” O momentos tan obvios y sencillos que por instantes, al estar tan dentro del mundo de fantasía de Faerie, se nos olvidan como cuando Yvaine nos dice: “What do stars do? They shine” teniendo ahí la clave del meollo del asunto.
La historia a pesar de tener cierto grado de complejidad, en realidad es llevada de manera muy agradable por el ritmo manejado y se agradece que lejos de las multi sagas y trilogías a las que nos han tenido acostumbrados, tenemos una historia que al retomar elementos de mitología germánica y sajona nos traslada de una manera muy amigable al universo creado por Gaiman, sin necesidad de una primera parte que nos presente todo, una segunda que de el desarrollo, y una tercera que decepcione, digo, que cierre la saga, en esta historia simplemente uno queda con un buen sabor de boca.
Elementos mitológicos son mencionados y agradecibles, de la misma manera, se nota el amor que tiene el autor por la obra de Shakespeare y se hacen diálogos bastante divertidos con la adaptación del personaje de Robert DeNiro como el mismo capitán cuyo nombre no es reverencia al escritor inglés, sino un nombre para intimidar a los enemigos (shake + spear = ¡Shakespear!). Al mismo tiempo, los diálogos se presentan como deberían ser las cintas para toda la familia, con referencias que los adultos reconocerán pero momentos divertidos que los niños y adultos podemos disfrutar sin necesidad de recurrir al humor de pastelazo, cayendo en chistes baratos, reemplazándo estos por diálogos ingeniosos.
Prácticamente todos los elementos de la obra original están presentes. Las actuaciones son increíblemente divertidas con los hermanos herederos al trono y sus fantasmagóricas presencias, así como el rey mala onda interpretado por Peter O’Toole, la bruja caricaturizada de Michelle Pfeifer o el divertidísimo y amenazante pirata volador de Robert DeNiro. Si acaso, las actuaciones bajan un poco en los personajes principales, pero estos se recuperan gracias al manejo de la historia y la manera en que nos envuelve el mundo de fantasía. Algunos podrán compararla con otras joyitas como “The Princes Bride”, sin embargo tanto el manejo como la historia son bastante distintos, aunque ambas obras son muy buenos manejos sobre los cuentos de hadas.
Conclusión: Mucho puedo decir sobre la cinta, y todavía más puedo decir sobre el libro. Todo se resume en que la recomiendo ampliamente, siempre y cuando les guste la fantasía (si no, ni se molesten en quejarse de mi recomendación… ahí tienen Rush Hour 3, digna de sus coeficientes intelectuales). Diantres… me emocione bastante al verla y sí se me salieron varias lagrimitas al final… imagínense…
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