En donde dos expertos de la moda comentan de la moda en las películas sobre el mundo de la moda.
Estaban Mr. Gucci y Mr. Dior enfrascados en una tremenda discusión que va más allá de los alcances de la física nuclear y que sobrepasa a los estudios de la búsqueda de la cura del cáncer cuando:
Mr. Dior: ¿Qué me pongo? ¿La camisa blanca ostión o la camisa blanca perla?
Mr. Gucci: Mi estimado, como experto en la moda, la vida y la socialité de los socialites, deberías de saber que el único color que resaltaría este vestuario que podemos observar es el color White Zaccary, variante del blanco perla pero tan especial que solo los esquimales podrían identificarlo. Si usas cualquier otro, el Diablo de la Pradera te condenaría a los mil infiernos del vestir, y sin zapatos.
Mr. Dior: Gracias, que bueno que me dices... y donde aprendiste tanto de moda?
Mr. Gucci: Pues de mi maestra y gurú, la sensacional Miranda Priestly, ¿viste la película basada en la novela basada en los chismes basados en su vida?
Mr. Dior dice:
Simón… digo yes... de repente me sale lo guarro han sido años y años de pulirme en el difícil mundo del fashion para que a la menor provocación salga el Huicho Domínguez que todos llevamos dentro…
Mr. Gucci: Como dice Sir Leopod Bis, en efecto, ¿que tal te aprecio la cinta?
Mr. Dior: No he tenido la oportunidad el best seller en el que està basada esta cinta, y siempre dicen que el libro supera a la cinta, sin embargo, El Diablo viste a la moda (The Devil wears Prada) es una agradable sorpresa que màs allà de hablar del vacìo y superfluo (para algunos) mundo de la moda, es una pelìcula sobre el difidil trance entre la vida universitaria y el mundo laboral.
Mr. Gucci: Recuerdo que asistí a la función con una de mis damas de compañía, a la cual tuve que llevar a rastras por que pensaba que me interesaba ver modelos descerebradas... Ok, reconozco que si me quería deleitar la pupila, pero mas que ver los encantos de Anne Hathaway me interesaba el desarrollo de una historia que me capturo desde la entrada de Merryl Streep, el diablo en cuerpo de Miranda, donde una actriz secundaria toma papel primario y viceversa, sin empalmarse, sin opacarse, pero mostrando que una historia del montón, puede dar una muy buena película si se sabe llevar a cabo... y si le agregas varios miles de dolares en glamour y vestuario, ¿que tal los modelos de zapatos y los abrigos y...?
Mr. Dior: de todo... todo un abanico de diseñadores a los pies de Miranda Priestly, ama y señora del centro neurálgico de la Moda: Nueva York. En el competido mundo de la moda donde la talla 0 es la 2, llega una pobre recién egresada a trabajar como asistente a la editorial que es comandada por el diablo en tacones. Runway que es la Biblia de la moda sirve como termómetro y lo que sale publicado en ella es ley. Por lo tanto Andy que está alejada completamente del mundo de la moda (no sabe diferenciar un Valentino de un Escada) verá su suerte al tratar de complacer en todo a su terrible jefa claro esta, después de encontrar unas botas que combinen con su nuevo traje Chanel.
Mr. Gucci: ¿Channel?, ¿Como los del Discovery? Volviendo al tema, la historia del desarrollo personal y profesional, en el cual Andy se empieza a meter en su trabajo y en sus nuevos zapatos es bastante interesante. Es algo que tal vez nos haya pasado a nosotros, donde tu trabajo se vuelve tu vida y tu vida deja de existir por cumplir tu trabajo. Mientras que Andy buscaba mejorar en ese lapso temporal en lo que con la experiencia adquirida pudiera encontrar un periódico serio que la publique, se encuentra con que puede o no convertirse en lo que ella menosprecia y critica.
Mr. Dior: Precisamente les recomiendo a todos los detractores del fashion, que pongan atención en el diálogo entre Miranda y Andy sobre un ochentero suéter azul. Ahí esta casi casi el secreto de la vida!! Está por demás decir que Meryl Streep está ante su catorceava nominación al Oscar, ya que como siempre, hace todo un personaje en el que indistintamente todos nuestros jefes han caído.
Mr. Gucci : Una cinta recomendable para todos aquellos que quieran saber quien y como dicta la moda. Y recuerden que aunque dos cintos parezcan iguales pueden no serlo.
Tallas:
3: Número de colecciones anuales que un diseñador que se precie de ser diseñador debe de sacar. Prèt a porter Primavera verano, Otoño invierno y Haute Couture.
6: Talla con la que empieza la "gordísima" de Anne Hathaway. Con paciencia y salivita pudo usar vestuario talla 4.
6: Euros que cuesta un Fallafel decente en París. Eso si uno le busca y no los encontrará donde dice la película. Me cae que si busque la última vez que acudí a la Semana de la Moda allá y solo encontré tacos esquineros.
6: Nominaciones que tuvo la película en los Teen Choice Awards... misteriosamente el 6 es el número del chamuco y no gano nada.
Recuerden que si quieren escribirnos, invitarnos a un desfile de modas o presumirnos sus nuevos zapatos, pueden hacerlo en http://churrosypalomitasonlain.blogspot.com/ donde como siempre, estamos felices de leer los catálogos de modas de nuestros lectores.