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13 de septiembre de 2006

Crónica de lo inevitable y lo irremediable - Snakes on a Plane

Imagínate una historia que de escuchar el mismo nombre es ridícula, agrégale todos los clichés de personajes de películas clase B (osease, de bajo presupuesto), súmale altas expectativas y rumores generados por Internet, agregale una estrella que se caracteriza por patear traseros y ser un tipo rudo, cuécela a fuego lento con chistes, estereotipos y pitorreo sobre otras películas y tendrás una de las películas más divertidas que he visto en mucho tiempo.

Después de varias semanas de espera, finalmente llega a nuestras pantallas una película que he estado esperando con ansias desde que se anuncio: Snakes on a Plane (Serpientes a Bordo). El nombre puede sonar ridículo, como de esas películas que llegan directamente a las rentas en video. ¿La premisa? Sean Jones (interpretado por Nathan Phillips) atestigua un asesinato cometido por uno de los jefes del crimen más peligrosos de Hawai. Para protegerlo, el agente espacial, que diga, especial Nelville Flynn (Samuel L. Jackson) lo lleva en avión rumbo a Lo Ángeles, desafortunadamente no contaban con la astucia del malo, que demostrando su colmillo (y veneno) decide que la mejor manera de encargarse del testigo incómodo es llenarle el avión en el que viaja de serpientes venenosas.
Primero que nada, la premisa suena ridícula… ¿Qué no es mas fácil tratar de echarse al testigo antes que aborde el avión?, además…. ¿con serpientes?, por increíble que parezca al desarrollarse la película, uno llega a comprender por que las serpientes son la neta del planeta al momento de querer ejecutarse a alguien. Los personajes son tan clichés como telenovela de teve zapoteca. De entrada el personaje principal es un agente del FBI rudo, rudo y más rudo que Arturo Rivera, así que por lógica debe ser el chido de la película. De igual manera los personajes de la película son estereotipos de película gringa a su máxima expresión. ¿Alguien pidió una rubia descerebrada con perrito pero bien guapa? ¡Concedido!, ¿alguien quiere ver a la estrellita musical con delirios de grandeza que aprenderá humildad durante la historia?, ahí lo tienen. Y así podemos seguirnos con varios por el estilo.

Usar estereotipos es fácil, pero es difícil usarlos de manera inteligente. Ahí tenemos un montón de películas basura tales como Sexy Movie, Scary Movie, Not Another Teen Movie y Sin Ton ni Sonia (esa última no se por que la incluyo, pero bueno). Sin embargo, el director David R. Ellis (Celular) y los guionistas John Hefferman y Sebastián Gutiérrez saben utilizarlos de manera por demás inteligente, no ridiculizándolos más (a final de cuentas ya sabemos como van a actuar, sino acomodándolos como piezas de ajedrez en el juego. Además, las mismas acciones son previsibles, pero no por eso menos divertidas. Por ejemplo, si un tipo va a orinar en el avión y sabemos que las serpientes van a salir por el lugar menos esperado, ¿cuál es la parte más lógica donde podrían morder al pobre individuo?, y fijense que si no ocurriera de esa manera, me sentiría increíblemente decepcionado, es como ver sexy comedias mexicanas y no escuchar ningún albur por que el guionista quiere establecer a Alberto Rojas como el equivalente a Damián Alcázar (cada uno muy bueno en su respectiva área de actuación) simplemente por que tiene pretensiones inconexas.

Esa es precisamente la mayor ventaja de Serpientes a Bordo: no es pretensiosa. Se sabe como película que solo quiere entretener, y la verdad lo hace. Tenía muchísimo sin divertirme tanto con una cinta, además de que el soundtrack (disponible en la Music Store de atunes) está sensacional. Si les gusta ver este tipo de cintas, es muy recomendable, si quieren ver algo con “mayor contenido intelectual”, tenemos la muestra internacional de Cine (que de hecho vengo de ver Allegro… muy recomendable también).
Como brevario cultural, el director quería que la frase de “Snakes on a Plane” se empezara a utilizar como frase típica para una situación inevitable o irresolvible, sería algo como si un cuate te comenta “fijate que me cortó mi novia”, ¿Qué le respondes?, ¡Fácil! Es como tener serpientes a bordo… no puedes hacer nada para solucionarlo.
Cintos Piteados

450: Cantidad de serpientes utilizadas en la película, incluyendo un Pitón (sin albur) de 22 pies de largo.
3: Para despistar a los incautos, esta cinta se manejo como si fuera a ser la película
121: Los productores querían cambiarle el título a la película por el de “Vuelo 121”, afortunadamente Samuel L Jackson les dijo: “A mi me contrataron para una película llamada Snakes on a Plane, y yo voy a actuar en una película llamada Snakes on a Plane, si no les parece, búsquense otro actor…”
18: Edad recomendada para ver esta cinta. Secuencias de sexo, humor adulto y otras cosas le fueron agregadas, así como dialogo mas fuerte (como la sensacional frase de Mr Jackson sobre las serpientes). Todo esto para complacer a los fans que esperábamos la película. ¡Dios bendiga a los fans de hueso colorado!
Recuerden que si quieren escribirnos, platicarnos, invitarnos a Hawai de vacaciones o regalarnos un cinto de piel de víbora de cascabel, pueden hacerlo en churrosypalomitasonline.blogspot.com donde siempre estamos felices de saber que tenemos lectores.
¡Aviso de Última Hora! Nuestros lectores de la “vieja guardia” sabrán que Churros y Palomitas era la sensacional sección que se publicaba a veces lo miércoles y a veces no. Pues con la novedad de que ahora podrán leernos nuevamente ese día, para que ya no tengan que buscarnos toda la semana.

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