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13 de octubre de 2024

El Reino de Dios

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Claudia Sainte-Luce es de esos talentos que tienen un camino marcado por las expectativas de su ópera prima. Tras Los Insólitos Peces Gato esto es complicado ya que las expectativas es comparar cualquier trabajo posterior con una de las mejores películas mexicanas de las últimas décadas. Los resultados pueden variar, y así ha sido la búsqueda de sus siguientes historias, entre cosas que pueden ser más comerciales como Amor y Matemáticas, o algo cuya mejor audiencia debe estar en un festival o una muestra, debido al enfoque de la puesta en escena.

Con el Reino de Dios, la cual cae en la segunda catgoría, conocemos a Neimar (Diego Armando Lara, cargando sobre sus hombros casi toda la película), el cual es un niño que dedica sus días a pedir dinero a un lado del camino, convivir con su mamá (Lizbeth Nolasco) y abuela (Margarita Guevara), pensar en las carreras de caballos e ir al catecismo. ¿Metas en la vida? A esa edad, fuera de lo que te quieres comprar en la tienda, no hay muchas... excepto el conocer a Dios, cosa que según su abuela, podrá hacer tras recibir su primera comunión.

Esto tiene a Neimar emocionado. Es una promesa de un evento que podría cambiar su vida. ¿Qué puede haber más importante que sentir en tu espíritu esa gran presencia? Seguro todo lo demás quedará atrás ante tan importante suceso. Y es entonces que pasa la vida. 



La cinta, la cual en el manejo de cámara y narrativa pausada podría confundirse con un documental que sin problema puedes ver al lado de trabajos de Tatiana Huezo, y esto sirve para mostrar el mundo cotidiano en el que vive Neimar. Tiene una visión sencilla en un mundo sencillo en donde fuera de las carreras, o las preguntas ocasionales sobre espíritus con los que podría convivir (o creer que convive con ellos), al no tener mucho qué ver, uno enfoca sus aspiraciones con eventos representativos, y muchos de estos vienen de la mano de la religión. 

Para el final de la cinta, la confrontación con el paso del tiempo, las decepciones y las pérdidas hacen que Neimar se cuestione su existencia, sin una comprensión plena de lo que ocurre a su alrededor o cómo tratar con ello. No hay grandes revelaciones ni nada sacado de la manga (Año Bisiesto o cintas producidas por Michel Franco, las estoy viendo a ustedes), sino que son las cosas que se esperan las que pueden causar estos cambios que te hacen cuestionar lo que pasa a tu alrededors. 

Tengo sentimientos encontrados con el final de la cinta. El último acto tiene buena ejecución pero decisiones cuestionables que no reflejan exactamente lo que pasa al llegar situaciones fatídicas. La importancia de un suceso se impone sobre los demás, pero en este caso no es así, y aunque lo mostrado en pantalla no ocurre de una manera precisamente lógica, su manejo hace que uno pueda (o no) perdonarle detalles como ese. Todo para dejar a nuestro personaje ante un final abierto que no necesariamente funciona bien, pero se ve bonito a cuadro, y además hace que el espectador reflexione, por lo cual este puede (o no) perdonar cosas que deberían estar mejor planteadas desde el guión. 

La cinta sigue siendo recomendable, especialmente en temporada de payasos en el cine. Los amigos de Alfhaville la están distribuyendo con copias limitadas, y como ya saben si no vas a verla luego luego, desaparecerá, y casi todas las cintas de la directora son muy difíciles de verse fuera de festivales o sus corridas limitadas iniciales. 



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6 de octubre de 2024

It's what's inside

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 Esta cinta presentada en Sundance a inicios de año, y luego en South by Southwest,  llegó sin pena ni gloria este 4 de Octubre a Netflix y vaya que merece ser recomendada. Torcida, divertida, terrorífica, choqueante, ingeniosa y visualmente atractiva. Trailer por acá.


Reubens se va a casar mañana. Dos de sus amigos, la pareja de Shelby y Cyrus se van a reunir tanto con Reubens como con otros amigos en común, para tener una fiestota antes de la boda, y aprovechar, ya que no se habían visto desde la universidad. Todos se reunen, y  se despiertan los recuerdos, así como los viejos intereses románticos que había entre algunos de ellos cuando erán más jóvenes. Entonces llega Forbes, al típico chavo raro que mejor se dedicó a cosas de tecnología, y les propone un juego, al tiempo que saca una maleta misteriosa con un montón de cables. Con esa maleta, pueden cambiar de cuerpos, y experimentar lo que es estar en el lugar de alguien más. El cambio se controla desde la maleta, pero lo divertido del juego es que este se haga al azar, y en medio de la peda, los participantes adivinen quien está en el cuerpo de quién, al reconocer sus manerismos y forma de hablar. Total, quienes son pareja, como Shelby y Cyrus, se deberían reconocer sin problema por el tipo de relación. 

¿Qué podría pasar si juntas a un montón de jóvenes aparentemente atractivos y exitosos, y estos se ponen a cambiar de mentes? Tal vez tuviste un crush en la universidad que no podías concretar, pero resulta que ahora tu pareja está en el cuerpo de la chava que siempre te gustó... no habría problema si finalmente aprovechas ya que no le estás poniendo el cuerno, ¿o sí?


El juego estilístico de la cinta es brillante. Gracias al manejo de iluminación, combinado con cámaras ágiles y edición rampante, se logra que la historia avance frenéticamente, mientras la naturaleza de los personajes sale a flor de piel... de la nueva piel que ahora habitan. Y desde luego, tendrá que ocurrir uno o dos giros de tuerca que harán que cuando se quiera terminar el juego, y que todos regresen a sus cuerpos, pues esto no sea tan sencillo como debiera. 

Definitivamente una película muy recomendable y que me hubiera encantado ver en cines debido a su calidad visual, y a que conforme avanza la cinta, te pide como espectador que le pongas atención para saber qué carajos está pasando en medio de esta gran cinta de enredos. Y al compararla con cosas como Caras Vemos, pues con los mismos elementos tenemos una mucho mejor historia en la cinta de Netflix. 

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1 de octubre de 2024

Joker: Folie à deux

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 El nombre de la secuela de la película del Guasón favorito de los trastornados hace referencia precisamente al trastorno psicótico compartido. Esto, más que título de película, parece que quisiera hablarnos de locuras y malentendidos de una obra… incluso por parte del mismo autor.

 La primera entrega del Joker, presentada en Venecia, y ganadora de premios de festivales de esos de alto pedorraje internacional, así como de premios de la misma Academia estadounidense, logró el ideal de muchos estudios: el refritear un personaje del que tienen licencia, y hacer que en general sea del agrado de fans y detractores, pero lo más importante, costar poco y generar más de los mil millones en taquilla, siendo en su momento la cinta más taquillera con clasificación para adultos. Con todo esto a su favor, la innecesaria secuela se empezó a planear y llega a hacernos cuestionarnos cosas como su audiencia y su propósito.

 El Joker es uno de los personajes de ficción más interesantes y flexibles, y por lo mismo, su figura se presta a malinterpretaciones.  En su primera entrega, la cual debe mucho a las referencias tomadas del cine de Scorsese, y logra resultados positivos al mostrarnos a una terrible víctima que nos habla sobre esa sociedad en la que vivimos en donde la violencia puede ser una nada aceptable válvula de escape. Desafortunadamente, esto hace que así como en las ficciones de Batman Beyond, en ese futuro ficticio animado, hubiera pandillas que “honraban” la memoria del Guasón, en este caso, gente común y corriente encuentran válido el idolatrar a un personaje con severos trastornos mentales.


Esta idolatría es lo que ocurre en esta segunda entrega, la cual se basa en hacer una revisión de la primera sin mucho que decir. Tenemos un juicio, en el cual se verá si al señor Arthur Fleck puede salir del asilo siquiátrico, pero en donde se busca mandarlo al patíbulo por las muertes que causó y la violencia que se alzó en su nombre. En lo que esto ocurre, conoce a una admiradora, una chica que entremezclando a la Marla de Fight Club, con guiños a la familia Manson, pero económicamente mejor acomodada, la cual es turista siquiátrica y tiene una fascinación por el payaso príncipe del crimen, y con quien entabla una relación que solo sirve para que ambos canten temas que no tienen que ver con la película.

Entre el título en francés y la incorporación del género musical, podría haber algo propositivo en la película, pero en el terreno práctico hay mucho desperdicio. Visualmente la cinta es impresionante y nadie va a negar las capacidades actorales de Joaquin Phoenix o Lady Gaga, en donde el primero medio mantiene el interés gracias a la cantidad de ceros que le agregaron a su paga si accedía a hacer una secuela en la que no tenía interés, y la segunda solo aparece para cantar sin aportar nada más.

Algo que a nivel personal me molesta en las cintas, es cuando vemos a los protagonistas fumando. No es porque yo no fume, sino porque es un recurso estético que se empezó a usar mucho desde los años 40’s porque agrega dramatismo a una escena en donde no pasa nada. ¿Tienes que soltar diálogos expositivos aburridos? Haz que tus personajes lo hagan mientras fuman, y eso le agregará una estética agradable. El Joker de Phoenix en toda la película se la pasa fumando o bailando, y es lo único que sabe hacer. Hueco pero visualmente atractivo.

Mientras que la primera entrega del Joker hacía un tributo a cineastas mejores, y le traía cierta seriedad al género de súper héroes, al enfocarse en el villano que erróneamente idolatran algunos, la secuela pretende hacer un comentario sobre la primera cinta, a través del juicio. El problema es que al hacer un cover de sí mismo, pretendiendo mostrar cómo la audiencia y los fans (como la Lee Quinzel de Lady Gaga) idolatran a la persona equivocada, y sus acciones deben tener consecuencias que te golpean duro como puñetazo en el estómago, pierde el punto y pierde la audiencia. Cosa fascinante de presenciar si tuviste oportunidad de estar en una función de preestreno para Fans, en donde llegaron personas ataviadas como el villano (malentendido como antihéroe) y donde ven una representación de patetismo y humillación en alguien que lejos de estar loco e inspirar revolución social, solo es admirado por enfermos mentales que lo usan como excusa para causar violencia.

Este punto es lo que hacía que la cinta pudiera ser interesante. Y tiene algunos buenos momentos. Desafortunadamente su narrativa baila para todos lados como su protagonista, y no termina concretando nada, por lo que el golpe final no cierra con el impacto adecuado. Esto puede deberse a que durante la función, me dormí en varios momentos, pero lo trágico es que al despertar, veía que no avanzaba nada la historia. ¿Fue en un número musical? No importa, porque es algo que solo pasa en la cabeza de uno de los personajes y no tiene impacto en la trama. ¿Fue en alguna parte del juicio? No importa porque al final el juicio es un circo que el mismo juez señala como pretendiendo justificar la ridiculez de un señor cosplayando de payaso para defender su locura.

Finalmente, la selección de los números musicales, los cuales funcionarán mejor en fragmentos en YouTube para la rocola de fiesta geek, es quizás su mayor aporte, deslindado de la historia, pero con estética que ilustra el potencial de una historia que no debió existir, y que esperemos no decidan hacer trilogía.

Para ver una mucho mejor historia, recomiendo The People’s Joker, la cual comento a detalle en The Dailies.

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30 de septiembre de 2024

El mejor Joker (del que jamás habías escuchado) - The Dailies 115

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 El Joker, también conocido como el Guasón, o el Bromas en los memes de malas traducciones internacionales, es uno de los personajes ficticios del siglo XX más reconocibles en la historia popular. Varias figuras respetables nos han traído grandes interpretaciones del payaso príncipe del crimen, inmortalizándolo en la pantalla, desde César Romero hasta Joaquin Phoenix. Sin embargo, su mejor versión es una que muy pocos conocen y si fuera por los abogados de Warner, probablemente no existiría. Hablemos del Guasón del Pueblo, Joker el Arlequín.

Trailer de la cinta mencionada.



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Esta entrega fue traída gracias a:

Productora Ejecutiva: Blanca López

Productor Asociado: Juan Carlos Toledo Pérez Núñez

Co-Productor: Dany Saadia
Co-Productor: Logan Mayer
Co-Productor: Óscar Campos
Co-Productor: Román Rangel

Agradecimiento especial a nuestros Patreons: Adriana Fernández, Agustín Galván, Odeen Rocha, Jaime Rosales, Juan Espíritu, Luiso Uribe, Zert, Luis Gallardo, Álvaro Vázquez, Arturo Manrique, Lau Berdejo, Marce, Alejandro Alemán, Arturo Aguilar, Enrique Vázquez, Ernesto Diezmartínez, Jorge I. Figueroa, Luis Macías,Mariana Padilla, Tania RG y Fernando Alonso.

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